Sancti Petri, la cara más auténtica y la más novedosa de Chiclana de la Frontera

El verano está a la vuelta de la esquina, días de desconexión y relax para los que muchos escogen la costa sureña, ese pedacito de edén bañado por el Atlántico donde la brisa marina nos contagia de ganas de vivir. Energía estival que nos lleva a disfrutar de las bondades de esta preciada tierra.

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Recorremos el litoral gaditano para poner la chincheta en uno de esos pueblos colmados de autenticidad en el que las playas inmensas de arena blanca y fina combinan a la perfección con la historia, la cultura, la gastronomía de altura y los hoteles bonitos. Te venimos a hablar de Sancti Petri y de Novo Sancti Petri, dos barrios que podrían ser dos universos contrapuestos pero que concentran, en su oferta, la esencia de esta tierra abrazada por el sol.

RAÍCES ALMADRABERAS, ARTE URBANO Y UN CASTILLO

Tres conceptos radicalmente diferentes pero que resumen qué sorpresas aguardan en uno de los barrios más auténticos de Chiclana: en el antiguo poblado marinero de Sancti Petri se encuentran gran parte de las raíces de la localidad. Una barriada de casitas bajas y desconchadas, muchas de ellas en estado de abandono, que un día albergaron los hogares de todos aquellos pescadores y trabajadores del mar que dieron vida al negocio de la conserva del atún y a la almadraba. Esta última, técnica instaurada por los fenicios para la pesca artesana del atún que aún hoy se sigue utilizando y otorga a la provincia de uno de sus tesoros gastronómicos más apreciados.

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Dicho esto, lo mejor será pasear. Contemplar el pasado aún presente en las fachadas conquistadas por la naturaleza de aquellas construcciones que, desde 1973, pasaron a estar despobladas. Casas que, sin embargo, se han transformado en las últimas décadas en lienzo para artistas urbanos: grandes contadores de historias a través de la pintura, como el barcelonés Antoni Gabarre, impulsor de este museo a cielo abierto, han vuelto a convertir a los atunes, pero también a las caballas, ballenas, delfines y tortugas marinas, en protagonistas del lugar.

Cuenta además el antiguo poblado Sancti Petri, en su versión más actual, con un puerto deportivo desde el que parten barcos de empresas dedicadas al ocio marítimo. ¿Que apetece dar un paseo en velero al atardecer? Aquí está la oferta perfecta. Entre el Atlántico y la coqueta playita del poblado, eso sí, un par de atractivos más: el Caño Sancti Petri, cuyas aguas sirven también para la práctica de pádel surf, kayak y hasta windsurf, y la Punta del Boquerón, forrada de extensas dunas ya pertenecientes a la vecina San Fernando. Algo más allá, el histórico castillo de Sancti Petri, del siglo XVII, que puede presumir de haber sido testigo de grandes batallas y momentos históricos desde su inigualable ubicación en una isla. Para visitarlo, tan solo hay que cerrar una excursión con cualquiera de las empresas náuticas de la zona.

Para alimentar el alma –y el estómago, claro– entre baños y clases de historia, nada como hacer parada en La Casa del Farero (lacasadelfarero.es), que desempeñó realmente esa función décadas atrás y que hoy, sin embargo, aloja un centro de interpretación y un bonito restaurante donde la cocina de la tierra, aderezada con toques vanguardistas, es la que manda. Para un cóctel con vistas a la mejor puesta de sol, Bongo (bongoplaya.com) es nuestro lugar.

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NOVO SANCTI PETRI: REVOLUCIÓN A PIE DE PLAYA

Corrían los últimos años de la década de los 80 cuando este pedacito de Chiclana de la Frontera comenzaba a alojar el que se convertiría, con el tiempo, en el referente del turismo de golf y familias de la Costa de la Luz. Una urbanización alejada de la tradición y arraigos propios del pueblo que apostaba por dar una vuelta al concepto tal y como se ofrecía hasta entonces: Novo Sancti Petri acoge actualmente el mayor número de plazas hoteleras de todo el litoral gaditano.

Un amplio patio de juegos para los amantes del descanso y la tranquilidad en cuyo espacio no faltan centros comerciales, centros deportivos, cinco exclusivos campos de golf —uno de ellos diseñado por el mismísimo Severiano Ballesteros— y hoteles de grandes cadenas, como el Royal Hideaway Sancti Petri (barcelo.com), un lujoso cinco estrellas situado en una estratégica ubicación, junto a la aclamada playa de la Barrosa y elegido Mejor Resort de Lujo en Europa en los World Luxury Hotel Awards 2022. Un galardón que reconoce su singular diseño biolífico (o lo que es lo mismo, que le permite reducir la huella de carbono a la vez que crea un oasis tropical que provoca una mejora en el estado de ánimo y una reducción del estrés) y su completa oferta gastronómica a la que este año se ha unido Chez Lumière, un restaurante inspirado en las brasseries francesas con sabor y producto locales y asesorado por Juanlu Fernández, con una estrella Michelin en su haber.

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Hacemos check-in en cualquiera de sus habitaciones –algunas suites tematizadas– dispuestos a lanzarnos al agua en cualquiera de sus piscinas o, mejor aún, en su spa, el más grande de Andalucía. Y si apetece –que apetecerá– dar una vuelta, nada como otro chapuzón en aguas atlánticas, un paseo por la orilla.

Ningún lugar mejor para despedir la escapada que la terraza de El Cuartel del Mar (elcuarteldelmar.com), un auténtico place to be gaditano desde que abriera sus puertas en el verano de 2020. En este antiguo cuartel de la Guardia Civil transformado en restaurante-coctelería y terraza frente al Atlántico tocará sucumbir a la gastronomía de Manuel Berganza, chef ejecutivo de Azotea Grupo, y los deliciosos combinados de Luca Anastasio, con los que brindar haciendo chin chín por el sur.