Cada año, llegado el mes de mayo, la ciudad de Córdoba estalla en belleza: las miles de macetas colmadas de flores que decoran sus calles y patios brotan y la ciudad se engalana como solo ella sabe hacerlo para demostrar al universo que, en lo que a mantener vivas las tradiciones se refiere, sabe hacerlo como ninguna.
Una fiesta reconocida internacionalmente que lleva a las decenas de patios repartidos por su casco histórico, muchos de ellos concentrados en los barrios de San Basilio y la Judería, a abrir sus puertas al público. Un momento clave para disfrutar de su espectacularidad y ser partícipes, de paso, del inmenso trabajo que hay tras su mantenimiento.
Te proponemos diversos planes de lo más originales (y diferentes) para descubrirlos.
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TEATRO, GASTRONOMÍA Y PATIOS: LA MEJOR COMBINACIÓN
¿Qué te parecería disfrutar del tesoro patrimonial cordobés de la mano de una visita teatralizada? Es lo que proponen desde Descubrir los Patios Cordobeses, empresa local especializada en mostrar las bondades de los patios repartidos por algunos de los barrios más auténticos de la ciudad, como son los de San Lorenzo y Santa Marina, y en desvelar todos aquellos secretos tras esta bonita tradición. Eso sí: al tratarse de una ruta tan particular, en la que diferentes personajes aparecen a lo largo del paseo para amenizar con sus explicaciones y actuaciones la experiencia, solo es posible contratarla de manera particular. Rafael Barón, responsable del proyecto, organizará todo al milímetro para que esta visita tan singular, que se complementa, además, con la cata de algunos productos locales, sea digna de recordar (facebook.com/people/Descubrir-los-patios-cordobeses/100063594159711/).
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FLORES PARA OLER, COMER Y BEBER
Alquimia Floral es el nombre de esta original experiencia sensorial propuesta por Los Patios de San Basilio (patiosdesanbasilio.com), barrio con solera que concentra toda la esencia cordobesa en sus calles y patios. ¿Y de qué se trata exactamente? Muy sencillo: de una visita a sus patios en la que no solo olerás las flores, sino que también las comerás. Una cata de flores —¡como lo lees!— de la mano de Mara de Miguel, experta internacional en vinos, en la que degustar las flores más tradicionales que crecen en la ciudad y descubrir los sabores tan diversos que poseen. La visita finaliza con una última actividad: habrá que escoger hasta tres flores para hacer una 'alquimia'. A continuación se destilan y se crea una bebida con la que se elaborará un cóctel especial para la ocasión. Después, ¡solo quedará brindar!
EN HONOR A SUS CUIDADORES
En esta ocasión te proponemos una ruta un tanto distinta: nos olvidamos de los patios en sí para centrarnos en aquellos conjuntos escultóricos repartidos por la ciudad instalados a modo de homenaje a todos aquellos cordobeses y cordobesas que hacen realidad la tradición más hermosa de la antigua capital de Al-Andalus. Los cuidadores y cuidadoras de patios se merecen que les rindamos nuestros respetos.
Se trata de una trilogía dedicada a los patios de Córdoba, cuya primera instalación se colocó en 2014 y, actualmente, es una de las estampas más fotografiadas de la urbe. La Regadora, en la Plaza Puerta del Rincón, es la figura de una mujer realizada en bronce que se representa con su cubo de agua y una caña en las manos con una lata en el extremo, el instrumento tradicional para regar las macetas más altas.
En la Plaza de Manuel Garrido Moreno te toparás con Abuelo y Niño, que muestra el pasado y futuro de esta tradición centenaria. Junto a una escalera, el abuelo tiende a su nieto, subido a ella, una maceta para que la coloque en la pared.
El último conjunto escultórico se halla en la Plaza Poeta Juan Bernier y es la de El Pozo de las Flores, que une a abuela y nieta en el contexto de un patio cordobés: mientras la abuela planta esquejes, la nieta la observa atenta, aprendiendo la tradición del cuidado de los patios.
PURA TRADICIÓN
Una propuesta para conocer los Patios de Córdoba de la manera más clásica, con una ruta que hace parada en diversos patios del barrio de San Basilio (patiosdesanbasilio.com), pero de la mano de una auténtica cuidadora. ¿Qué mejor manera de aprenderlo todo sobre esta bonita tradición, que teniendo por cicerone a una de sus protagonistas?
Contemplar estampas únicas donde las paredes blancas y encaladas llevan décadas siendo el lienzo perfecto del que cuelgan innumerables macetas de colores colmadas de flores. Los patios que se visitan en esta ruta, todos ellos habitados actualmente por vecinos que tienen a bien abrir las puertas de su hogar para mostrarlos a los visitantes, son el escenario ideal desde el que descubrir anécdotas y curiosidades sobre la tradición y los cuidados. La visita se completa con una parada en el pequeño Museo Etnográfico, integrado en uno de los patios, y con la degustación final de productos locales, ya sean vinos o aceites de la tierra.
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HOMENAJE GASTRONÓMICO ENTRE FLORES
Acabar esta particular incursión al universo de los patios de Córdoba con el mejor sabor de boca es la intención con esta última propuesta. ¿La manera de hacerlo? Acercándote hasta El Patio de María (elpatiodemaria.com), un coqueto oasis gastronómico ubicado, cómo no, en uno de los patios de la ciudad con más solera, no en vano, obtuvo un tercer premio en el Concurso de Patios. Así, sentando a una elegante mesa rodeado de plantas, y al abrazo del suave aroma de sus flores, disfrutarás de un homenaje en el que no podrán faltar las recetas que son la esencia de la cocina cordobesa como flamenquines, rabo de toro, salmorejo o un buen plato de jamón del Valle de los Pedroches. Todo ello regado, claro, con los vinos de Montilla-Moriles, caerás irremediablemente rendido a sus pies. ¿Se te ocurre mejor manera de poner la guinda al pastel?