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© SalvajeMúsica y gastronomía para oídos y paladares exigentes. Madrid vive un boom de restaurantes en los que las delicias culinarias se sirven acompañadas de los ritmos más vibrantes. Es lo que lo llaman dinner shows, es decir, cenas con espectáculo. Estos son algunos de los más interesantes:
SALVAJE
Con semejante nombre, ya se puede adivinar lo que encontramos en su interior. Un restaurante desenfadado, irreverente... y tremendamente divertido. Nada extraña que su concepto triunfe en Ciudad de Panamá, Bogotá, Miami, Guatemala, Barcelona y Valencia, e incluso que en Madrid lo haga por partida triple: en el Hotel Bless, en La Moraleja y en el Food Hall de las Galerías Canalejas. Pero no todo son bailoteos, shows en vivo y djs que suben el volumen. En la mesa hay una deliciosa propuesta gastronómica que fusiona la cocina japonesa con las raíces latinas y mediterráneas, con platos que recogen su esencia original y atrevida.
SALVAJE
Velázquez, 62
Plaza Canalejas, 1
Plaza de la Moraleja, s/n
Plaza de Canalejas, qué está pasando en la nueva Milla de Oro madrileña
© Redes socialesCORRAL DE LA MORERÍA
Un clásico entre los clásicos es este tablao flamenco que abrió sus puertas en 1956 y que se sitúa entre los más antiguos del mundo. Aquí hablamos de palabras mayores: su apartado gastronómico goza de una estrella Michelin y tres soles Repsol. Y es que el arte no sólo se vive en el escenario (las mejores figuras del cante, el baile y la guitarra tienen su hueco aquí) sino también en la cocina a cargo del chef David García. Solera, pues por partida doble para una noche con mucho duende. Hasta las grandes celebrities (desde Marlon Brando a Pelé, pasando por Harrison Ford, Nicole Kidman o Mohamed Ali) han reservado una mesa a su paso por Madrid.
CORRAL DE LA MORERÍA
Morería, 17
corraldelamoreria.com
El New York Times cae rendido ante los encantos del Corral de La Morería
© Redes socialesAMAZÓNICO
Soul, jazz, son cubano, bossa nova. Desde Charlie Parker hasta Jobim, pasando por Benny Moré. Así es la música que suena en este exótico restaurante que alberga en su planta inferior un atrevido espacio, The Jungle Jazz Club, que nació para ser testigo del jazz de calidad, pero con guiños a la cultura latina y a la selva tropical. Aquí, mientras se degusta una cena a la carta con exquisitos platos que también suponen una fusión, los comensales se empapan de los sonidos del Caribe. Y antes o después (incluso durante), se puede disfrutar de las maravillosas creaciones líquidas que emanan de su coctelería amazónica.
AMAZÓNICO
Jorge Juan, 20
restauranteamazonico.com
De cócteles por Madrid: los locales donde encontrar las mezclas más ricas y originales
© Redes socialesNÓMADA
Se trata de un oasis en medio del asfalto. Un restaurante emplazado, literalmente, en una jaima, en pleno barrio de Salamanca. Todo el exotismo de oriente está presente en este local en el que uno cree entrar, de pronto, en las Mil y una Noches. El poder afrodisiaco de las especias, el magnetismo del laud y la darbuka, la sensualidad de la danza del vientre. Y en cuanto a su cocina, platos de raíces árabes con cruces mediterráneos e inspiración andalusí. Todo ello ambientado con música, performances en directo y hasta rituales para cargarse de buena energía.
NÓMADA
Serrano, 43
nomadamadrid.es
© Redes socialesLA NEGRA TOMASA
Es como sentarse en el malecón mirando al horizonte o perderse por las decadentes callejuelas de la Habana Vieja. En este local del centro de Madrid uno se traslada automáticamente a Cuba, que para eso recoge sus colores, su ambiente y por supuesto su música, siempre con conciertos en vivo a cargo de grupos cubanos. También está presente la isla caribeña en los platos que desfilan por sus mesas, entre los que no faltan la ropa vieja y el omnipresente arroz con frijoles. Incluso en los cócteles, bien cargados de ron. Así es desde 1998, toda una institución.
LA NEGRA TOMASA
Cádiz, 9
lanegratomasa.com
Ruta por los lugares donde se elaboran y catan los mejores rones del mundo
© Redes socialesPANTHERA
La mezcla es extraña: un restaurante elegante y (a simple vista) tranquilo y un club nocturno en el que desmelenarse. Así es este establecimiento, en el que se puede disfrutar de ricos platos mediterráneos, con excelente materia prima de kilómetro cero y ciertos toques asiáticos, y después entregarse al baile (qué mejor forma de quemar calorías) con incombustibles sesiones de música electrónica. Manjares noctámbulos, en definitiva, para una larga y animada velada.
