A la hora de viajar, todos nos planteamos qué destino escoger en base a criterios como la cultura, la naturaleza, el clima, la distancia o las actividades que se puedan realizar. Y muchas veces nos olvidamos de todo lo que la gastronomía nos puede aportar: platos tradicionales, productos locales, recetas con historia, sabores típicos y únicos de un determinado lugar, etc. En palabras del chef Anthony Bourdain «la comida, la cultura, la gente y el paisaje son absolutamente inseparables».
Los 20 mejores destinos gastronómicos del mundo (y dos son españoles)
Hay muchos países donde el turismo gastronómico es su seña de identidad, como Italia, pero hay otros, más desconocidos, que esconden tesoros gastronómicos que sorprenderán a los paladares más aventureros. Desde la agencia Evaneos (evaneos.es) conocen la importancia que tiene permitir al viajero entrar en contacto directo con la cultura y las comunidades locales para vivir una experiencia de viaje real y única, en definitiva, para viajar de verdad. Y esto es algo que incluye necesariamente la parte culinaria.
Aprender a cocinar este año bien merece un viaje
Desde esta perspectiva hemos seleccionado tres destinos diferentes y alejados entre sí a los que les une una magnífica y variada oferta gastronómica, pensando en viajeros gourmet, y los visitamos desde un enfoque gastro de la mano de sus agentes locales, comprometidos con hacer vivir al turista la autenticidad del destino y acercarles a sus costumbres locales, algo inseparable del patrimonio culinario.
Argentina, un paraíso para carnívoros
Este país ofrece infinitas opciones de actividades para realizar al aire libre mientras se pueden contemplar paisajes inolvidables. Glaciares, ciudades australes, salinas, bosques o desiertos, que van desde Buenos Aires y su famoso Barrio de la Recoleta, pasando por Córdoba o Mendoza, hasta las cascadas impresionantes del Parque Nacional de Iguazú o el glaciar Perito Moreno.
A nivel gastronómico, Argentina es el paraíso perfecto para los sibaritas de la carne. Al margen de las empanadas, el asado es el plato más representativo del país, la excusa perfecta de sus habitantes para reunirse con sus allegados. Para el agente local de Evaneos, Hervé, «hay muchas maneras de preparar un asado y los argentinos están muy apegados a esta tradición. Si tienen un acontecimiento importante o una comida con su familia o sus amigos, el domingo todo el mundo prepara un asado. No se trata sólo de cocinarlo y degustarlo, se trata de compartir».
Una buena forma de conocer esta tradición a fondo es compartiéndola con una familia porteña, los habitantes de Buenos Aires, pero también se puede probar en alguno de los numerosos restaurantes de parrilla, como Parrilla Los Caldenes (parrillaloscaldenes.com), en la provincia de La Pampa. Y si hay que comer más rápido, qué mejor que el choripán del mercado de San Telmo de Buenos Aires, es decir, un sándwich de chorizo con salsa chimichurri de ajo y ají picante, ¡para chuparse los dedos!.
Tanzania, arroces y barbacoas
La tierra salvaje del país africano, Tanzania, es toda una oda a la naturaleza. Sus 900.000 km2 de superficie son inabarcables, de ahí sus múltiples opciones de viaje. Disfrutar de los parques más famosos a través de un safari: el Tarangire, el cráter de Ngorongoro, el Serengueti o el lago Manyara u optar por una mezcla de naturaleza y encuentro con la cultural local, descubriendo a la etnia única de los masáis en la reserva Ndarakwai, o a los dagotas, etnia de pastores originarios de la región de Ngorongoro que emigraron hacia el sur de Tanzania.
En lo que al paladar se refiere, también es un país muy rico en carne, donde se consume sobre todo buey, ternera, cabra, cordero y pollo. «Las barbacoas en Tanzania son deliciosas», asegura Clementina, la agente local de Evaneos en Tanzania, «aunque el plato típico es el arroz pilau, un arroz blanco que se vuelve marrón por todas las especias que se añaden, como el clavo y la canela, y que se puede acompañar, o no, con carne».
Para degustarlo, qué mejor lugar que The Chef´s Pride, un restaurante de comida local en Dar Es-Salaam, ciudad mítica con un nombre de ensueño para cualquier viajero, ya que significa 'remanso de paz', y que a su vez es el pulmón económico del país.
Montenegro: influencia de las cocinas italiana y turca
Montenegro es el destino ideal para el viajero que busca combinar el clima mediterráneo de la costa con el clima alpino de los Alpes montenegrinos. Otra de las ventajas que ofrece es que se puede visitar fácilmente por su pequeño tamaño, roza los 14.000 km2 de superficie y es el octavo país más pequeño de Europa. Entre sus encantos y su belleza paisajística están los fiordos de la Bahía de Kotor, declarados Patrimonio Mundial de la UNESCO, las innumerables posibilidades de practicar senderismo por ríos y lagos alpinos y, para los amantes de las aves, el lago Skadar, que alberga una de las mayores reservas ornitológicas de Europa.
En cuanto al tema culinario, es un país influenciado por las cocinas italiana y turca, con gran presencia de pescado pero también guisos de carne contundentes, como bien refleja con su testimonio Nikola, agente local de Evaneos en el país balcánico: «Todo lo que lleve carne, patatas y ensalada es bienvenido en nuestra mesa. Me gustan mucho las albóndigas, por ejemplo, y también el rastan, una verdura típica, y el sarma, un plato tradicional que tiene como base la col». A lo que añade «en la región de los lagos de Shkodra, comemos mucha trucha y carpa ahumada. En casa, preparamos la carpa de forma artesanal, la maceramos un rato en aceite de oliva y la cocinamos durante más de 12 horas, ¡es una especialidad deliciosa!». Sin duda, habrá que probarla.
Imprescindibles de Montenegro, el Mediterráneo más bello aún por descubrir