Llegó la temporada grande a la capital andaluza y con ella, sus fiestas más esperadas. Porque la primavera en Sevilla es, más allá de belleza en forma de naranjos en flor –con su consabido aroma a azahar–, agradables temperaturas y días de disfrute al aire libre, Semana Santa y Feria de Abril. Acabadas las procesiones la ciudad se prepara para hacer frente a una semana repleta de folclore y tradición en la que también hay cabida para nuevas tendencias y gastronomía. Días y noches en los que el disfrute está asegurado a base de bailes, buenos momentos y mejor ambiente, pero donde la belleza, en todas sus posibles variantes, es la verdadera protagonista.
Dónde alojarte en Sevilla si vas a la Feria de Abril
Y para quienes huyen del bullicio propio del Real, aquellos que no están por la labor de alzar el catavinos para brindar al son de sevillanas y llenarse los zapatos de albero, no hay problema, porque la ciudad andaluza continúa ofreciendo mil y un atractivos de los que disfrutar…, también durante la feria de Sevilla.
Para ti que te gusta
Lee 8 contenidos al mes solo con registrarte
Navega de forma ilimitada con nuestra oferta
1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
DENTRO DEL REAL
Si eres de los que prefieren sumarse al carro de las fiestas locales y disfrutar de unos días de pura diversión, estás en el lugar y en el momento adecuados: a partir del sábado 22 de abril, noche del tradicional Pescaíto –cuando los socios de las casetas inauguran la feria con una cena a base de, obviamente, pescaíto frito– y del Alumbrao, que ilumina a partir de las 12 de la noche con cientos de miles de bombillas las calles del Real, el recinto ferial se colma de vida, color y buen ambiente para celebrar la mítica Feria de Abril, que se alarga durante toda una semana.
Si no eres de Sevilla es posible que estos lugares sean una sorpresa
Lo principal es que tires de agenda y busques a algún amigo –o, por qué no, amigo de amigo– que sea socio de una caseta, que en Sevilla son en su mayor porcentaje privadas, para asegurarte así un lugar en el que hacer campo base y bailar entre gente local. Si algo tienen los sevillanos es su inmensa hospitalidad y de su mano vivirás la verdadera fiesta hispalense. Si no conoces a nadie, no está todo perdido: eso sí, tu experiencia se limitará a visitar, únicamente, aquellas casetas de distritos u otras organizaciones que tienen acceso libre a todo el público. Será diferente, pero igualmente animado.
Otro detalle a tener en cuenta es que pienses bien el outfit antes de poner rumbo al Real. La Feria de Abril cuenta con su propio código de estilo y, aunque no ocurrirá nada si vas vestido a tu manera, siempre quedarás estupendamente si añades una camisa, chaqueta y zapatos arreglados a la maleta, o un vestidito con conjunto de pantalón con tacones. En este último caso, ya te lo avisamos, lo más cómodo y sencillo será siempre enfundarte un traje de flamenca, flor y mantoncillo, y olvidarte así de pensar en nada más.
Sevilla celebra a Velázquez y se viste de fiesta
Una vez listo, llega lo importante: anímate a pasear por el recinto y a disfrutar del espectáculo visual que protagonizan los coloridos y estilosos trajes de flamenca, cuya particularidad es que evolucionan con la moda: las calles del Real son una auténtica pasarela. Junto a ellos, los coches de caballo, decorados de manera magistral, también merecen tu atención. Incluso las casetas están bellamente vestidas, cada una con su propia personalidad.
Déjate abrazar por un cielo de farolillos mientras recorres las diferentes calles: será importante aprendértelas para orientarte, pues toda la feria se organiza, como si de una auténtica ciudad se tratara, con nombres y números. Comparte alguna jarra de rebujito, una botella de manzanilla o un buen plato de jamón con amigos en las casetas, pero no dejes de atreverte con el resto de la gastronomía más tradicional, que abarca desde las gambas cocidas a los choquitos fritos, los montaditos, las croquetas, la tortilla, las ortiguillas o la carrilada. No sabrás por qué, pero en la feria todo te sabrá mucho mejor. Y, por supuesto, ríe, charla y sé feliz siendo partícipe de una de las fiestas tradicionales más bonitas de España.
La ruta de tapas definitiva para saborear Sevilla
Si te quedan tiempo y ánimos, lánzate a plantarle cara al vértigo y pásate al caer la noche por la famosa Calle del Infierno: desde lo más alto de la noria contemplarás la feria como pocos lo logran hacer. Pero, eso sí, por nada del mundo te olvides de visitar antes de regresar a casa los puestos de buñuelos con chocolate. En torno a una plazoleta de casetas, y separadas por colores, varias familias se encargan de endulzar el fin de fiesta con el mejor de los festines. Solo quedará recobrar energías para repetir la jugada durante el resto de la semana.
QUÉ HACER EN SEVILLA SI NO VAS A LA FERIA DE ABRIL 2023
Ahora bien, si lo que te pide el cuerpo es aprovechar la ocasión para visitar la ciudad, ojo, porque también estás de suerte. La Feria de Abril atrae muchísimo turismo deseoso de formar parte de la fiesta, y eso, sumado a que un buen porcentaje de sevillanos pasan bastantes horas diarias en el Real, hace que el resto de la ciudad se halle mucho más tranquila.
Sevilla de palacio en palacio, grandes tesoros más allá de la Giralda
Así que toma ventaja y visita sus iconos monumentales sin las largas e infinitas colas que suelen ir unidas a ellos: pasea por el Real Alcázar (en la imagen) para descubrir sus rincones mágicos como el Patio de las Doncellas, el Salón de los Embajadores o los Baños de María de Padilla. Adéntrate en la catedral de Sevilla, el templo gótico más grande del mundo, o sube a lo más alto de la Giralda y admira las vistas de la ciudad desde otra perspectiva.
Piérdete por las estrechas callejuelas del barrio de Santa Cruz, respira ese aroma a azahar que tan especial hace sus lugares. Detente en sus rincones floreados, en sus pedacitos de historia repartidos por aquí y por allá: este universo paralelo desprende magia a raudales. ¡Y para un segundo! Deja hueco para refrescarte. Y qué mejor que hacerlo con uno de los helados de la Gelateria Mito (gelateriamito.com), junto al Arco del Postigo, donde el maestro Giuseppe di Bella te demostrará cómo es y a qué sabe el verdadero helado italiano.
Después, por qué no, decántate por cualquiera de las azoteas de moda en el casco histórico, como la del Hotel Doña María (hdmaria.com) o la de Justa Rufina (justarufina.com) y disfruta de un cóctel o de una copa de champán con el inmenso cielo azul por acompañante. Y, por supuesto, continúa explorando, aprendiendo que las Setas de Sevilla (setasdesevilla.com), la moderna y descomunal estructura que llegó en 2011 para romper los moldes hispalenses, constituyen el edificio en madera más inmenso del planeta. Pasea por el barrio de la Alfalfa, donde un buen puñado de negocios locales y galerías de arte apuesta por darle otro color a la Sevilla más clásica. Visita las iglesias, que te seguirán dando sorpresas: la del Salvador, la de Santa María la Blanca, la de San Lorenzo o la de la Macarena.
Dirígete hacia el Guadalquivir, que invita a caminar junto a su orilla despacio, sin prisas. Improvisa un pícnic en sus zonas ajardinadas o, mejor aún, regálate una mañana al fresco bajos las densas arboledas del Parque de María Luisa. Déjate abrazar como lo hicieron en su día los países de Iberoamérica en la Plaza de España, jamás te verás ante un lugar similar. Y para en los barrios de Sevilla donde viven los sevillanos mimetizándote con ellos.
En El Porvenir, por ejemplo, encontrarás muestras de casas señoriales construidas con motivo de la Exposición Iberoamericana del 1929, algunas de las cuales hoy albergan auténticos imperdibles de la ciudad como Casa Ozama (casaozama.es). En la terracita soleada de Estraperlo (estraperlosevilla.com), en la imagen, disfrutarás de comida sana, ecológica y exquisita. Pasea –recuerda que durante los días de feria el tráfico puede ser una locura– y alcanza el Arenal, donde esperan más delicias gastronómicas. Cambia el montadito y el rebujito del Real por un vasito de vermú y unas gildas en La Vermutera o, simplemente, prueba otra versión: la tortilla de patata trufada de Islamorada (islamoradatapasbar.com) te hará que ames Sevilla por siempre jamás. Una forma más de comprender que, con Feria de Abril, o sin Feria de Abril, Sevilla siempre tendrá un color especial.