DOVER, BLANCOS ACANTILADOS
Un par de horas en coche separan la ciudad portuaria de Dover de la capital británica o un trayecto de apenas hora y media en tren. Para comenzar, hay que acercarse a su fachada marítima de espectaculares acantilados blancos que superan los 100 metros de altura y se extienden a lo largo de 16 kilómetros por la costa. El color de la roca creta (o caliza) contrasta con el azul del océano y el verde intenso de la hierba que crece en la parte superior, por donde puedes dar un paseo hacia el faro South Foreland. El diario 'The Guardian' describió este recorrido como el número uno de los mejores lugares para pasear en Inglaterra. Las panorámica es inigualable. Es interesante pasar por el Visitor Centre Langdon Cliffs (whitecliffscountry.org.uk), junto al recorrido. El otro gran atractivo de Dover lo encontramos en su famoso castillo medieval construido sobre los acantilados durante el reinado de Enrique II.
Entre hermosos ‘cottages’ y ciudades de cuento por el condado de Kent
BRIGHTON, JUVENIL Y CAFETERA
De nuevo poco menos de dos horas por carretera, y una en tren desde el centro de Londres gracias al Gatwick Express que sale de la estación de Victoria, se tarda en llegar a esta ciudad costera del sur de Inglaterra. Una localidad juvenil, festivalera, con tiendas y pubs alternativos, ideal para una escapada. Entre sus imprescindibles: recorrer el paseo marítimo, disfrutar de la panorámica desde el curioso platillo que se eleva a más de 150 metros de altura llamado British Airways i360, acercarte a la playa (eso sí, aquí es de cantos rodados, no esperes fina arena), pasar por el embarcadero, que se da un aire al famoso muelle de Santa Mónica, o ir de compras por el barrio de North Laine, el más alternativo, con callejones llenos de tiendas vintage, de música o artesanía local. Aprovecha para sentarte en algún café, estás en la más cafetera de las ciudades británicas.
OXFORD, SIEMPRE ANIMADA
Situada al norte de Londres, y bañada por las aguas del Támesis y el Cherwell, la ciudad universitaria por excelencia se recorre mejor en bicicleta (se alquilan por todas partes). Para empezar con fuerza podemos contemplar su mejor panorámica desde la torre de University Church, eso sí, habrá que subir los 127 escalones para obtener la recompensa. Para continuar, la Bodleian Library, con la magnífica Radcliffe Camera, luego un paseo junto al río y si puedes visita un college y contempla a los privilegiados universitarios, ellos son la esencia de Oxford. El Christ Chuch College es uno de los más visitados con su mítico comedor gracias a las películas de Harry Potter. Para una cerveza, The Turf Tavern.
EL CASTILLO DE WINDSOR
Un viaje corto en tren o coche nos lleva al cercano castillo de Windsor, residencia oficial de la Familia Real Británica y escenario de grandes bodas, como la que unió a Megan Markle y el Príncipe Harry. En una visita podemos acceder a los apartamentos de Estado, a la capilla de San Jorge (donde se celebró la boda), la casa de Muñecas de la reina María, contemplar la magnífica colección de pintura o asistir a la ceremonia del cambio de guardia (se celebra los jueves y sábados junto antes de las 11:00). Antes o después habrá que visitar Great Park y pasear por la Long Walk, la histórica avenida de casi 5 kilómetros flanqueada por árboles y una impresionante colección de plantas.
ENCANTO MEDIEVAL EN CANTERBURY
La capital cultural del condado de Kent es una ciudad catedralicia, estudiantil, bucólica y medieval a orillas del río Stour. Considereda una de las ciudades más bonitas de Inglaterra, la mejor manera de comprobarlo es dando con un paseo por la céntrica St. Peter Street, donde vemos algunos de los edificios más representativos de la ciudad, muchos de gran belleza, o por plazas como The Old Buttermarket, con casas de entramados de madera y ambiente estudiantil. Para llegar a la Catedral, una joya arquitectónica declarada Patrimonio de la Humanidad, hay que pasar antes por Christ Church Gate, una impresionante puerta que conecta con sus jardines. También Patrimonio de la Humanidad, la Abadía de San Agustín y la iglesia de San Martín.
Maravillas medievales de Europa que te harán viajar en el tiempo
RYE, LA INGLATERRA TRADICIONAL
Un pequeño pueblo al sur de Inglaterra, a 50 kilómetros de Canterbury, reconocido como uno de los más bellos del país. Como en una acuarela de Constable, esta bucólica villa se extiende en empedradas calles y pasadizos donde el tiempo parece haberse detenido, como Mermaid Street. Su castillo del siglo XIII (ryemuseum.co.uk/ypres-tower), hoy convertido en museo, merece una visita a su interior, además de subir a la torre para llevarse una bonita estampa de recuerdo. Andy McConnell, uno de los anticuarios más reconocidos del país, abre aquí su galería Strand Quay Antiques.
SALISBURY, MUCHO MÁS QUE STONEHENGE
Dos horas si vas en coche, y más o menos una hora y media si lo haces en tren desde Londres, es el tiempo que hay que invertir para visitar esta localidad con una de las catedrales medievales más bellas de Inglaterra. Las calles del centro histórico, en torno a Market Place, merecen un paseo tranquilo donde detenerse en alguno de los pubs tradicionales, tiendas y mercados. Las orillas del río Avon se llenan de zonas verdes, canales y jardines donde descansar o hacer un pícnic si el tiempo lo permite. Su magnífica catedral, de estilo gótico, está coronada por la aguja más alta de todo el país y dentro se conserva un ejemplar de la Carta Magna de 1215. Aquí podrás conocer también Haunch iof Venison, uno de los pubs más antiguos de Inglaterra, abierto desde el siglo XIV (aunchpub.co.uk).
EL MISTERIO DE STONEHENGE
Si hemos decidido acercanos a Salisbury hay que recorrer los 10 kilómetros que separan esta ciudad de uno de los conjuntos megalíticos más importantes de Inglaterra y uno de los grandes misterios del mundo (se puede acceder en bus desde la Estación Central de Salisbury). Una obra maestra que forma parte del Patrimonio de la Humanidad y de las 7 Maravillas del Mundo, visitada por viajeros de todas partes que acuden fascinados por la magia que esconden sus piedras gigantes colocadas en círculo.
¿Un calendario astronómico, un lugar de ceremonias religiosas y enterramientos, gigantes que han contribuido a su construcción? Son muchas las leyendas e hipótesis sobre cómo se hizo o sobre el uso de esta obra maestra de la ingeniería de la Edad de Piedra. Para visitarlo hay que adquirir entradas, mejor si se hace a través de la web y con antelación (thestonehengetour.info).
HASTINGS, JUNTO AL MAR
De nuevo en el sur de Inglaterra, Hastings se encuentra junto al mar, convertido uno de los destinos favoritos de los londinenses para escaparse a la costa. Por su bonito casco antiguo, donde también podemos encontrar algunas casas medievales, por su fortaleza construida por Guillermo el Conquistador en el siglo XI, desde donde se obtienen magníficas vistas, por su muelle histórico o por la reserva natural costera, Hasting Country Park, una de las más importantes del Reino Unido a la que se accede por el funicular de East Hill Lift.
BATH, ESCENARIO DE CINE Y AGUAS TERMALES
Para muchos la ciudad más bonita del Reino Unido, y aunque algo más lejana que el resto, merece la pena una visita. En coche son casi tres horas, pero en tren apenas 90 minutos se tarda en llegar a la ciudad de estilo georgiano perfectamente conservada. Mansiones edificadas con su reconocida piedra color miel, el puente Pulteney sobre el río Avon y especialmente, para los amantes de la serie Los Bridgerton, no hay que perderse la Royal Crescent, uno de sus escenarios más reconocidos.
A Bath también se viaja a conocer las aguas termales de las que ya disfrutaban los romanos en las termas de Aquae Sulis, una de las más grandes del imperio. Esas solo se ven, pero para probarlas el Thermae Bath Spa (thermaebathspa.com), las vistas desde su piscina son únicas.