ESTRASBURGO, UNA CIUDAD PARA FEBRERO
Cualquier momento del año es bueno para visitar esta ciudad francesa pero especialmente en febrero. Desde 2013 Estrasburgo se convierte durante unos días -este año del 10 al 19- en la ‘capital del amor’ gracias a la celebración del festival Estrasburgo, mon amour (strasbourg-monamour.eu). Veladas festivas, conciertos, visitas guiadas por los escenarios de la ciudad donde personajes célebres como Victor Hugo o Balzac encontraron el amor, exposiciones, proyecciones de películas, bares efímeros, cenas, espectáculos románticos...
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LA PETITE FRANCE, UN BARRIO DE CUENTO
La capital histórica de Alsacia parece salida de un cuento, por algo su casco antiguo, ubicado en una isla, se ha ganado la distinción de la Unesco de Patrimonio de la Humanidad. El mejor escaparate es La Petite France, su barrio más pintoresco, el mismo en el que antiguamente los pescadores, molineros y curtidores de pieles vivían y trabajaban a ras del agua. Sus magníficas casas con entramados de madera y tejados inclinados de los siglos XVI y XVII no pueden tener más encanto.
UNA AGUJA Y UN RELOJ EN NOTRE-DAME
Desde muy lejos, en Estrasburgo despunta sobre la ciudad la aguja de piedra rosada de su catedral, «un prodigio de grandeza y delicadeza», como dijo Victor Hugo, que se eleva a 142 metros de altura. Pero en esta obra maestra del gótico, que conserva su cripta románica, también hay otras obras sobresalientes en las que fijarse. En el interior, sus vidrieras de los siglos XII al XIV; en el exterior, su fachada, el mayor libro de imágenes de la Edad Media.
También hay que detenerse ante su reloj astronómico de época renacentista, que cada día, a las 12:30 convoca a todos aquellos que no quieren perderse el desfile de los Apóstoles. Los que quieran disfrutar de una panorámica inédita de la ciudad, tienen que subir a pie los 332 escalones de la escalera de caracol que lleva hasta lo alto, pero la vista lo merece, porque si el cielo está despejado la vista se puede alcanzar hasta la cordillera de los Vosgos y la Selva Negra alemana.
LA CASA KAMMERZELL
Junto a la catedral resulta inevitable fijarse en esta casa del siglo XV, con tres plantas en voladizo y un desván de tres niveles. Llama la atención la riqueza decorativa de la fachada, con motivos profanos y sagrados, inspirada en la Biblia, la Antigüedad grecorromana y la Edad Media. Pero, una vez en el interior, son las magníficas pinturas murales de Leo Schnug, de 1905, las que sorprenden.
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UNA PEQUEÑA EUROPA
Estrasburgo es, junto a Nueva York y Ginebra, las únicas ciudades del mundo que albergan instituciones internacionales sin ser capitales de Estado. Para sumergirse en un baño europeo nada como conocer los edificios contemporáneos que las acogen: el Parlamento Europeo, el Palacio de los Derechos del Hombre, el Consejo de Europa y el Lieu d’Europe.
WINSTUBS CON MUCHO AMBIENTE… Y CERVEZA
Choucroute, baeckeoffe, tarta flameada, spaetzle, foie gras... las especialidades tradicionales se degustan particularmente en los winstubs, las tabernas típicas, acompañadas de cerveza. Y es que en esta región se produce más de la mitad de la cerveza que se consume en Francia. Uno de los más conocidos en la ciudad es el Chez Yvonne (restaurant-chez-yvonne.net). Otra buena opción para comer es el restaurante medieval de Maison Kammerzell (maison-kammerzell.com/le-restaurant-et-ses-salons/), de cocina tradicional y junto a la catedral, donde degustar, además, el vino de la región de Alsacia, de los mejores del país.
Tampoco hay que perderse las pastiseries alsacianas, como Christian Meyer (christian.fr) o Maison Naegel (maison-naegel.com), imposible detenerse ante sus escaparates y no entrar a por un dulce.
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GUÍA PRÁCTICA
CÓMO LLEGAR A ESTRASBURGO
Hay vuelos diarios que conectan Madrid o Barcelona con Estrasburgo en unas dos horas y con escala desde otros aeropuertos españoles como Málaga, Sevilla o Valencia. El aeropuerto está a unos 15 km del centro de la ciudad, en Entzheim. La mejor manera de desplazarse al centro de la ciudad luego es en el tren lanzadera que te deja en la estación de Estrasburgo en solo 8 minutos y salen varios trenes a la hora (thetrainline.com).
CÓMO MOVERTE
El tranvía es la mejor manera de moverse por allí y también es una ciudad perfecta para la bicicleta, ya que presume de poseer el mayor carril bici de Francia (500 kilómetros). Las bicis puedes alquilarse en varios puntos de la ciudad (visitstrasbourg.fr).
DÓNDE DORMIR
En pleno casco histórico, en el barrio de Petit France y ubicado en un molino del siglo XVI, el hotel Regent Petit France & Spa (en la imagen, regent-petite-france.com). También recomendable La Cour du Corbeau (cour-corbeau.com), en pleno centro de la ciudad.