Decía Sorogoyen que la inmersión en el entorno ha sido lo mejor del rodaje de As Bestas, la película que ha dirigido junto a Isabel Peña y que ha ganado nueve Premios Goya en su 37 edición de 2023, porque trabajar en plena naturaleza es una experiencia bestial, aunque «puede ser arrasadora y a la vez bellísima». Y añade: «Vives como se vive en estos lugares, con frío, cambios radicales de meteorología, tormenta torrencial para después abrir y quedarse un día precioso». El entorno natural del que habla Sorogoyen es un escondido rincón de la comarca leonesa de El Bierzo, donde se ha ambientado este thiller rural que relata la vida de una pareja francesa afincada en un pueblo perdido de Ourense que lleva una existencia tranquila hasta que empiezan los conflictos con sus vecinos y estalla la violencia y el miedo.
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Una ruta por 4 pueblos de León para viajeros gourmet
Para encontrar la principal localización de As Bestas hay que poner rumbo a Quintela de Barjas, una pequeña aldea a 50 kilómetros de Ponferrada y a media hora de Villafranca del Bierzo, donde Sorogoyen y Peña encontraron el lugar que buscaban. En ella vive solo, desde hace décadas, un vecino, Sergio Cela. Él y sus vacas. A su alrededor, soledad y silencio, porque el núcleo urbano más próximo queda lejos.
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No más de una decena de casas se mantienen en pie en esta aldea a las que la película les dio vida, y que conservan sus tejados de losas de piedra. También hay una pequeña ermita dedicada a San Bartolo. La carretera de acceso es complicada y el pueblo está aislado, pero rodeado de las montañas de la sierra del Caural, y Sorogoyen admitió haber caído rendido ante este entorno berciano «salvaje, precioso y poco explorado».
En el mismo entorno de Quintela, los pueblos vecinos de Albaredos, As Cruces y Barrosas y otros tantos agrupados en en el municipio de Barjas, que tampoco es mucho más grande, porque apenas lo habitan 150 vecinos y en los que se habla gallego, pues aquí están los límites con la provincia de Lugo. A su alrededor, valles frondosos donde pasta el ganado y caseríos típicos en los que solo hay un monumento que sobresalga: la iglesia de Santa Marina. Aquí todo está en armonía con la naturaleza.
En busca de las localizaciones de As Bestas se llega a Vega de Valcarce, un lugar que ya suena más, porque está cerca del puerto de Piedrafita y porque lo atraviesa el Camino de Santiago y sus dos albergues son lugar de descanso para los peregrinos. Conserva también un templo de distintas épocas y el castillo de Sarracín, que perteneció al marqués de Villafranca, y domina la cima de una colina desde la que se contempla todo el valle.
La última parada tras los escenarios de rodaje de la película que opta a 17 nominaciones en los Premios Goya, lleva hasta Sabucedo, una pequeña parroquia del municipio de A Estrada, en el interior de Pontevedra, conocido por la Rapa das Bestas, declarada de interés turístico internacional. Una fiesta muy arraigada desde hace siglos en Galicia en la que una manada de caballos salvajes baja de los montes de la comarca de Tabeirós hacia Sabucedo para que, cuando llegan a esta localidad, los aloitadores, siguiendo una tradición que hunde sus raíces en el siglo XVI, reduzcan a los potros y los rapadores les corten las crines. Un espectáculo que sirve de inicio a la cinta y metáfora de la lucha entre los personajes, a los que dan vida Denis Ménochet y Marina Foïs, como la pareja francesa, y Luis Zahera y Diego Anido, en el papel de los hermanos Anta.