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Entre los muros del palacio madrileño de El Rincón se cuece una gran historia de amor y una venganza. No es una trama real, aunque bien pudiera serlo, sino el argumento de la nueva serie de las sobremesas que se acaba de estrenar en La 1 de TVE y ha sido grabada en la fortaleza que Tamara Falcó heredó de su padre en Aldea del Fresno. Una construcción con más de 150 años de historia rodeada de jardines por la que han desfilado desde reyes a directores de cine modelos y productores de Netflix.
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En la carretera M-507 que une Navalcarnero con Cadalso de los Vidrios, dos localidades del suroeste de Madrid, a unos 55 kilómetros de la capital, se encuentra el desvío que lleva a esta imponente construcción con torreón del siglo XIX que fue la residencia del marqués de Griñón hasta su muerte y en la que contrajo matrimonio con Esther Doña. Tras cruzar su portón de hierro forjado, un camino flanqueado por viñedos y árboles centenarios se abre paso por la finca de 120 hectáreas que durante muchos años era uno de los lugares elegidos por Alfonso XIII para sus cacerías. Sus visitas siguen registradas en la puerta de entrada, a las que también se sumaba en ocasiones su esposa la reina Victoria Eugenia.
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Alrededor del palacio crecen las uvas con las que la familia Falcó elabora sus afamados vinos de la firma Pagos Marqués de Griñón y se disponen 6000 metros cuadrados de jardines cuidados con mimo: el de las Mimosas, el de los Perros, el de la Grava o el de Júpiter, con un bosque de bambú que alimenta a los pandas del Zoo de Madrid.
De los espacios verdes de El Rincón, de su ermita del siglo XIII, el patio de las caballerizas y de su interior –que acoge 30 habitaciones– disfrutan los invitados a las bodas y celebraciones que se organizan a él –como los que acudieron a la de Julio José Iglesias con Charisse Verhaert–, pues la finca se alquila para este tipo de eventos. También los que participan en los rodajes que se graban aquí, como la docuserie La Marquesa, sobre la vida de Tamara, y La Promesa. Convertido en el escenario principal de esta, en la ficción es propiedad de los Marqueses de Luján, uno de los grandes terratenientes del país de la época. En sus estancias, su propietaria instaló un restaurante efímero.
Como antes los protagonistas de La escopeta nacional, la miniserie El Rey, Remando al viento, con un joven Hugh Grant en el papel de Lord Byron, o Mientras dure la guerra, de Amenábar, la nueva serie de las tardes de RTVE, descubre algunas de las dependencias de El Rincón, como su señorial escalera de granito, ante la cual también posaba Tamara Falcó en el documental La Marquesa, o los elegantes salones dotados con grandes chimeneas de este palacio que también ha alojado al rey emérito y a Felipe VI.
A la finca El Rincón también pertenece el parque de animales Safari Madrid, donde viven jirafas, felices y rapaces en estado de semi libertad. Pero solo unos kilómetros más allá la villa de Aldea del Fresno merece una visita. Muchos madrileños se acercan hasta aquí para disfrutar de su parque fluvial en la confluencia de los ríos Alberche y Perales, conocido como la playa de Madrid, en el que se hacen rutas senderistas y, en verano, refrescarse en una de las pocas zonas de la sierra en las que está permitido el baño.
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En el entorno del parque fluvial se sitúa el embalse de Picadas y a menos de un kilómetro del casco histórico queda el puente de la Pedrera, con 300 años y espectaculares vistas a la fresneda que regala su apellido al pueblo. El patrimonio artístico también lo forman la noria árabe situada a orillas del río Perales, la torre de la iglesia parroquial de San Pedro Apóstol, del siglo XVIII, y la granja El Santo, a unos 2,5 kilómetros de Aldea del Fresno, en dirección a Chapinería, entre cuyas construcciones sobresale por su antigüedad la ermita de San Saturio o San Saturnín.