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De Caravia al pico Pienzu (Asturias): con vistas al mar y la montaña

Nada como un viaje por el oriente asturiano para descubrir su belleza en azul y verde. Son muchas las posibilidades: disfrutar de playas deslumbrantes donde el Cantábrico se bate contra los acantilados, detenerse en pueblos como Caravia y La Isla, con arquitectura indiana, contemplar las montañas desde el mirador de El Fito o emprender una caminata por la sierra del Sueve para acabar en la cima del Pienzu


2 de enero de 2023 - 18:55 CET

En apenas veinte minutos uno puede ascender desde el nivel del mar hasta más de mil metros de altura o darse un chapuzón en el Cantábrico y, de pronto, verse aupado en un monte con una esponja de nubes a los pies. Repartir la mirada entre la marea que golpea a unas playas vírgenes y el perfil rocoso que apunta hacia el cielo. Así es Asturias en su parte oriental, un territorio encajado entre el océano y la cordillera.

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La ruta comienza en una serie de playas salvajes que se extienden a lo largo de este tramo del litoral asturiano. En la de Espasa desemboca el río del mismo nombre, dejando a su paso un reguero en el que chapotean los niños, y a la de La Beciella, completamente seductora, se llega caminando por una senda costera que conforma un tramo del Camino de Santiago. Menos rústica y más concurrida es la playa de la Isla, así llamada por un islote al que se accede, solo cuando hay bajamar, por una lengua de tierra. Y más abierta e ideal para la práctica del surf, Arenal de Morís.

© Shutterstock

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En esta imagen, panorámica desde el mirador de El Fito. Abierta e ideal para la práctica del surf, la playa Arenal de Morís (arriba), extiende su arena tostada a lo largo de un kilómetro y bajo unos acantilados tapizados de vegetación.

Así da comienzo la característica paleta en azul y verde de los paisajes asturianos, que se irá extendiendo a lo largo de esta ruta desde el mar hacia las montañas. En el trayecto saldrán al paso pequeños pueblos con el privilegio de vivir encajados entre ambos mundos, como Caravia y La Isla, dos bonitos entramados ocultos en la naturaleza. Aquí encontramos tanto arquitectura popular (palacetes y hórreos) como muestras de construcciones medievales y renacentistas. Pero, sobre todo, la herencia de los indianos, aquellos emigrantes que abandonaron la tierrina a finales del siglo XIX para amasar fortunas en las Américas. A su regreso levantaron casonas con monumentales fachadas, como la llamada Villa María Luisa, en primera línea de la playa.

Más allá del escaso asfalto, pronto irrumpen los parajes montañosos, coronados siempre por la niebla. Es la sierra del Sueve, tapizada de bosques de acebos y tejedas, en los que merodean zorros, jabalíes y gamos junto a la especie más emblemática: el asturcón. La excursión más popular conduce al mirador de El Fito, ‘el Balcón del Principado’. Una grandiosa aproximación a los Picos de Europa que regala la postal perfecta: cumbres escarpadas, prados en los que pastan las vacas, e, inabarcable, al fondo, el horizonte infinito del Cantábrico.

© Gonzalo Azumendi

A la izquierda, la senda costera Camino Real, por la que discurre el Camino de Santiago, bordea la playa de La Beciella, rectilínea, de arena dorada y bolos y protegida por acantilados.

Desde aquí arranca otra ruta más ambiciosa, la que conduce hacia el pico Pienzu, que, con sus 1159 metros, se erige en el punto más alto. Una caminata que comienza como un paseo llano gana en dificultad a partir de la collada de Bustaco, donde la pendiente se vuelve más pronunciada. Una vez en la cumbre, si el día está despejado, se asiste al fin a la esperada fusión del mar con las montañas. A los pies, casi 200 kilómetros de costa custodiados por una espina dorsal que va desde los Picos de Europa hasta la sierra del Aramo. Es el oriente de Asturias en un solo vistazo.

© GettyImages

En el mirador de El Fito arranca la ruta de algo más de cinco kilómetros que conduce al pico Pienzu (en la imagen). Un recorrido de ida y vuelta que también puede comenzarse en Arriondas, aunque, en este caso, hay unos diez kilómetros solo de ida.

No dejes de...

Visitar Lastres. Merece la pena perderse por esta villa marinera, cuyo entramado urbano dibuja un anfiteatro de casas que descienden hasta el mar. Especialmente bonita es la vista desde el mirador de San Roque, al que se llega ascendiendo las callejuelas del casco histórico en un paseo entre casonas señoriales y monumentos como la Torre del Reloj. No hay que perderse la playa de La Griega ni la panorámica de los acantilados desde el faro.

© Gonzalo Azumendi

En esta imagen, la iglesia de San Pedro de Pernús, a cuatro kilómetros de Colunga, levantada en el siglo XIII, pero reedificada cinco siglos después. Del templo original solo conserva la planta y un capitel histórico.

Guía práctica

Guía práctica

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Cuándo ir

Las playas impresionantes de esta comarca merece la pena disfrutarlas en los meses estivales. Además, es el momento de grandes celebraciones, como la Fiesta del Asturcón (el tercer domingo de agosto), entre los concejos de Colunga y Piloña; o el famoso Descenso del Sella (el primer sábado de agosto), en Ribadesella. La montaña está más bonita en otoño.

Cómo llegar

Ribadesella, punto de inicio de esta ruta por el oriente asturiano, se encuentra a una hora de Oviedo y a 116 kilómetros de Santander. Desde Madrid hay 400 kilómetros por la A-8.

Qué ver

LAS PLAYAS. Hay muchas y todas son preciosas. Recomendadas son las de La Espasa, La Beciella, La Isla, Arenal de Morís, La Griega… MIRADOR DE EL FITO. Se accede a través de la N-634 en dirección a Arriondas, para después desviarse por la AS-260 hacia Colunga hasta dar con la indicación. Una vez aquí, se sube por una senda en el lado de la carretera opuesto al parking. SIERRA DEL SUEVE. Se extiende por los concejos de Colunga, Caravia, Ribadesella, Piloña y Parres. Los accesos por carretera parten de la N-634, que discurre por el interior, y de la N-632, que une Ribadesella y Gijón por la costa. Información sobre sus rutas, en el Centro de Interpretación de la Sierra del Sueve de Gobiendes (sierradelsueve.es). PICO PIENZU. Ruta de dificultad media, de 5,5 kilómetros, que parte del mirador de El Fito.

Dónde dormir

EL BABÚ (Caravia, elbabu.com). Casona del siglo XVIII transformada en un hotel boutique, con elegante decoración y espectaculares vistas a la montaña. LOS CASPIOS (Colunga, loscaspioshotel.es). Antigua casona de muros de piedra con piscina en plena naturaleza. EL FOYU (Colunga, hotelelfoyu.es). Hotel rural con habitaciones rústicas y confortables.

Dónde comer

CASA CARLOS (Caravia, tel. 985 85 30 96). La gastronomía asturiana tiene entre sus platos estrella la fabada, el pastel de cabracho y el famoso cachopo tamaño XXL, que lo sirven exquisito en este lugar. FITOMAR (Caravia, fitomar.com). En la playa de la Espasa, es un lugar perfecto para tomar una sidra acompañada de una andarica (nécora) con bonitas vistas al Cantábrico. LA HUERTONA (Ribadesella, restaurantelahuertona.com). Templo gastronómico con una carta elaborada cada día en función del producto fresco de temporada. GÜEYU MAR (Ribadesella, gueyumar.es). Considerado uno de los mejores restaurantes de pescado a la brasa del país.

Más información

TURISMO DE ASTURIAS, turismoasturias.es