Son cinco los municipios de la isla –Sant Josep de Sa Talaia, Santa Eulària des Riu, Sant Joan de Labritja, Sant Antoni de Portmany y Eivissa– y repartidos por ellos un conjunto de localidades llenas de encanto entre extensos campos de olivos, almendros y masías. Los descubrimos.
SANT JOSEP DE SA TALAIA
Al suroeste de Ibiza, San José es uno de los pueblos más tradicionales y se encuentra al pie de las colinas del monte Sa Talaia, el punto más elevado de la isla con sus 475 metros. A pesar de ser pequeño, cuenta con bonitas casas blancas y una imponente iglesia del siglo XVIII con un notable altar barroco.
ES CUBELLS
Sin ir muy lejos, encontramos Es Cubells, un pequeñito pueblo apenas compuesto por unas pocas calles con chalets y una iglesia blanca ubicada de espaldas a un imponente acantilado desde donde disfrutar de algunas de las mejores calas de Ibiza. A sus pies quedan pequeñas calas, como la playa des Cubells y cala Llentrisca.
SANT JORDI DE SES SALINES
Cerca de la capital y del aeropuerto, Sant Jordi de Ses Salines cuenta con una peculiar iglesia fortificada blanca del siglo XV, cuyos muros alzan 29 almenas de un fortín edificado por los payeses, rodeada por un patio de flores y palmeras. Es aquí, concretamente en el hipódromo de Sant Jordi, muy cerca de la playa d’en Bossa, donde se celebra el mercado más antiguo de la isla, con objetos de segunda mano y ocasión. El mercadillo de Sant Jordi (mercadillodesantjordi.com), que se monta todos los sábados de 8 a 15 horas desde 1995 es un buen lugar para encontrar ropa, libros, revistas antiguas, discos, muebles y enseres de todo tipo.
SANT AGUSTÍ DES VEDRÀ
En el municipio de Sant Josep de Sa Talaia, Sant Agustí merece una visita por su bonito conjunto arquitectónico en lo alto de la colina. Es uno de los pocos pueblos que actualmente conserva el estilo tradicional payés, con torres de refugio, pozos o aljibes, así como una iglesia parroquial del siglo XVIII.
SANTA EULÀRIA DES RIU
El pueblo que da nombre al municipio de Santa Eulària des Riu es una tranquila y familiar población con un coqueto barrio antiguo rodeado de casas ibicencas y custodiado por la colina Es Puig de Missa, con una iglesia fortificada, que fue una de las cuatro que se erigieron en la isla como protección frente a los ataques de los corsarios turcos y norteafricanos. A mitad de colina, está el Museo de Etnografía, en el que conocer la vida rural de Ibiza en el interior de una casa payesa de 300 años. Además, alberga el único río de todas las islas Baleares. Muy cerca, está la pequeña ermita blanca de Sa Creu d’en Ribes, con unas impresionantes vistas.
Junto al puerto deportivo de Santa Eulària encontramos dos joyas culinarias de la isla. Por un lado, el restaurante del chef Omar Malpartida, Maymanta (aguasdeibiza.com/es/maymanta), en la azotea del hotel Aguas de Ibiza, un viaje gastronómico a Perú con producto y fusión local (abierto de abril a octubre), y CBbC Marina Sta Eulalia (cbbcgroup.com), que ofrece durante todo el año una oferta gastronómica mediterránea con vistas a la bahía, centrada en el producto de proximidad y de calidad, donde las ensaladas, los arroces, las carnes, los mariscos y los pescados frescos de la isla siguen siendo sus platos estrella, acompañados de música en directo.
Para alojarse, cerca de la playa de Cala Nova está el Bless Hotel Ibiza (blesscollectionhotels.com), que además de ofrecer la posibilidad de dormir con unas vistas increíbles del mar, a la isla de Tagomago y acceso a una de las mejores calas de agua cristalina, también permite disfrutar de los sabores únicos de chef Martín Berasategui en su restaurante.
SANTA GERTRUDIS
En el mismo municipio de Santa Eulària des Riu se encuentra Santa Gertrudis, un coqueto pueblo de casitas blancas en el corazón de la isla con mucho ambiente, con bares y restaurantes auténticos donde cenar en sus terrazas y pequeñas boutiques de artesanía en cualquier época del año.
Rincones secretos para comerse Ibiza (bien y barato)
Junto a la iglesia, que destaca por sus franjas grises y amarillas, y la plaza principal, se encuentra el restaurante Finca La Plaza (fincalaplaza.com), que refleja toda esa esencia auténtica local. Inspirado en el campo de Ibiza, está decorado con la estética tradicional de una finca payesa y ofrece un menú que trabaja el producto local.
SANT CARLES DE PERALTA
Este típico pueblo payés de casas encaladas acogió en los años 60 y 70 gran parte de la comunidad hippie. Y de aquello queda, entre otras cosas, su famoso mercadillo de Las Dalias (lasdalias.es). Se instala en el kilómetro 12 de la carretera de San Carlos todos los sábados de 10 a 17, y en invierno, también los domingos.
SANT ANTONI DE PORTMANY
Al oeste de Ibiza, se encuentra uno de los pueblos más grandes de la isla, considerado por muchos una «extensión» de la fiesta ibicenca. Pero Sant Antoni de Portmany (San Antonio Abad) es mucho más lo que esconden sus calles de adoquines, pues fue uno de los puertos históricos de Ibiza y hoy puerta de entrada de muchos de los barcos procedentes de la península. Es el pueblo perfecto para todos los viajeros, los que quieren disfrutar de una buena mesa, de alojamientos con encanto, de la artesanía local, de propuestas culturales, de ocio de calidad y deportivas. También cuenta con grandes extensiones de viñedos y bodegas como Can Rich (bodegascanrich.com), que ofrecen visitas con catas, santuarios de la pastelería tradicional donde degustar el flaó, la greixonera o las orelletes, y una gastronomía en permanente ebullición.
Uno de los restaurantes más especiales de Sant Antoni, es el chiringuito Cala Gracioneta (calagracioneta.com) del Grupo Mambo, que abre por temporadas de abril a octubre. Sin duda, es el mejor lugar para comer una rica paella junto al mar y otros platos de la cocina local. También, el restaurante Hostal La Torre (latorreibiza.com), abierto todo el año, ofrece platos mediterráneos en lo alto de un acantilado con vistas al islote de Conejera rodeados de auténtica decoración payesa.
Para alojarse, en plena localidad de Sant Antoni, INNSiDE by Meliá Ibiza (melia.com) ofrece un enfoque holístico donde poder desconectar y descansar. Su rooftop Nine, es una azotea donde poder disfrutar de las increíbles puestas de sol que ofrece la bahía de Sant Antoni de Portmany.
SANTA AGNÈS DE CORONA
Al norte del municipio de Sant Antoni, está el pequeño pueblo de Santa Agnès de Corona (Santa Inés), con una iglesia con dos puertas de acceso. Cuentan los vecinos que es porque en 1870 sucedió un crimen junto a la puerta principal y los feligreses se negaron a hacer uso de ese acceso, por lo que se abrió la que mira hacia la carretera. Santa Agnès está rodeado de campos repletos de almendros que cuando llega la primavera embellecen aún más la localidad.
SANT MATEU D’ALBARCA
Muy cerca de Santa Inés, también merece una visita este pueblo que cuenta con una pequeña iglesia blanca rodeada por la mayor superficie de viñedos de toda la isla. Sant Mateu es una buena opción para practicar senderismo, con rutas hacia la cala d’Albarca o al yacimiento arqueológico de Ses Torres, formado por dos antiguas torres de planta ovalada y una muralla.
SANT MIQUEL DE BALANSAT
Hacia el norte, pasando la cala Benirrás, donde los hippies continúan tocando los tambores cada atardecer, se alcanza este coqueto pueblo de casas encaladas del municipio de Sant Joan de Labritja. En la colina del Puig de Missa, del mismo nombre que la de Santa Eulària des Riu, se encuentra su iglesia y, junto a ella una pequeña capilla anterior, de las más antiguas de la isla. También se puede hacer una visita guiada a la cueva de Can Marçà (Port de Balansat), con más de 100.000 años de antigüedad, que fue antiguo refugio de contrabandistas.
Cerca de Sant Miquel de Balansat está World Family Ibiza Experience (worldfamilyibiza.shop), una original propuesta que fusiona moda, gastronomía y música en un mismo espacio. Ubicado en el kilómetro 17 de la carretera de Sant Joan de Labritja, al frente de él, una familia nómada que ha viajado por todo el mundo recolectando tejidos y experiencias para crear piezas únicas. Su propuesta gastronómica está basada en la cocina mediterránea con productos de kilómetro 0 y opciones veganas y vegetarianas, que cobran vida en las cocinas del antiguo restaurante Can Curuné, un lugar icónico de Ibiza.
Pero para descubrir la verdadera esencia de la naturaleza de Ibiza, la mejor opción es alojarse en una auténtica casa tradicional ibicenca, como Can Lluc (canlluc.com), convertida en hotel rural de lujo donde disfrutar del agroturismo que acoge tanto a huéspedes que persiguen la calma y la desconexión en la isla, como a los que buscan la fiesta y ocio, pero siempre un buen descanso de confort y calidad.
En el centro de la isla, el matrimonio formado por Lucas Prats y Tina Soriano dispone para sus huéspedes de 25 habitaciones, de las cuales 14 son villas de uno o dos dormitorios rodeadas de olivos centenarios y frondosos bosques con más de 300 años de antigüedad. También cuenta con restaurante y servicios wellness.