Se sabe que se ha llegado al corazón del Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche cuando, conduciendo por la carretera n-433, la ventanilla regala una estampa auténtica de lo más rural. A un lado y al otro reclaman su protagonismo las eternas dehesas, hogar del cerdo ibérico. Un suelo fértil, convertido desde tiempos inmemoriales en territorio valorado y disputado por los pueblos que por aquí pasaron, desde fenicios a tartesios, pero también romanos, musulmanes o cristianos, cuyo legado persiste hoy.
El camino continúa y el paisaje se recrea en colores ocres, naranjas y marrones. Tras dejar atrás Aracena y su castillo, Fuenteheridos y Cortegana, se llega a Aroche, en el valle del Chanza, en el límite exterior del parque (Aroche está a una hora y media de Huelva, 15 minutos más se tarda en llegar desde Sevilla). Abrazada al cerro sobre el que se alza, esta localidad de esencia árabe posee un centro urbano reconocido como conjunto histórico. Hay que visitar el castillo del siglo xii, también la iglesia de la Asunción o la torre de San Ginés. Sin embargo, es a las afueras, en los Llanos de la Belleza, donde se despliega la ciudad hispanorromana de Arucci-Turobriga, único yacimiento romano visitable de toda la provincia y su joya monumental.
Para acceder a los restos arqueológicos hay que atravesar antes la ermita de San Mamés, construida sobre la basílica romana original. Del otro lado, el gran tesoro es la esplendorosa ciudad que fue fundada en época de Augusto (10-15 a. C.) y aún conserva rincones como el foro, donde hubo un templo dedicado a los dioses Apolo y Diana, las termas, la necrópolis, partes de la muralla o grandes domus romanas, como la del peristilo.
De la entrada al yacimiento parte el camión todoterreno que se adentra, en una ruta guiada, por las entrañas menos exploradas de los Picos de Aroche. Así se descubre La Contienda, la inmensa finca que, durante siglos, fue territorio disputado entre España y Portugal . Al alcanzar La Atalaya, la última cumbre de Sierra Morena antes de desplomarse hacia el mar, las vistas, y si hay suerte, el vuelo de algún buitre leonado o negro, dejan sin palabras. En Rosal de la Frontera, 19 kilómetros más al este, el crómlech Pasada del Abad es un conjunto de seis monolitos dispuestos en círculo con el que viajar en el tiempo 7000 años atrás.
Una ruta a los orígenes de Huelva
Pero la ruta sigue, y hay que deshacer el camino por la n-433 para tomar en Jabugo el desvío hacia la n-435. Tras 50 kilómetros de paisaje serrano, aparece el pueblo de Cumbres Mayores. Al pasear junto a fachadas encaladas y elegantes casas señoriales, tropezamos con la ermita de Nuestra Señora del Amparo, la iglesia parroquial de San Miguel Arcángel –con su famoso Tesoro de Indias– y el castillo de Sancho IV, colofón del itinerario.
En el patio interior de la fortaleza, una reciente intervención arqueológica ha demostrado la existencia de restos megalíticos que datan de entre el 3000 y 5000 a. C., lo que ha permitido afirmar que, probablemente, la zona fue un lugar de encuentro para poblaciones neolíticas. Los 34 menhires hallados hasta ahora se exponen en el patio del castillo y algunos cuentan con grabados con formas lineales e incluso antropomorfas. Verlos de cerca es una experiencia única que invita a viajar, una vez más, a los orígenes de esta provincia.
No dejes de...
Visitar la Mezquita de Almoaster La Real. Esta joya patrimonial se halla en el interior de los restos amurallados del castillo, a 25 minutos de Aroche, y se trata de una de las mezquitas mejor conservadas de toda Europa . Construida entre los siglos IX y X, se levantó sobre la base de una basílica visigoda que, posteriormente, se convirtió en ermita rural cristiana. Hoy es una ecléctica mezcla de elementos almohades, romanos y góticos.
Guía práctica
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