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A pesar de ser un territorio pequeño, Israel está repleto de atracciones, entre las que podrás encontrar desde playas paradisíacas y vistas de ensueño hasta algunos de los lugares más sagrados y mágicos del planeta. Si te apetece descubrir la frontera entre la cultura occidental y la oriental, un viaje a Jerusalén y Tel Aviv, dos de las ciudades más emblemáticas del país, es el mejor plan para estas Navidades.
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Antigua ciudadela
Sin duda, esta es una de las muchas perspectivas que te dejarán boquiabierto en Jerusalén. Para los sibaritas de la historia, es la antigua ciudadela de David, en el Barrio Armenio de Jerusalén y al lado de la Puerta de Yafo, en el punto más alto sobre la colina al suroeste de la ciudad. La famosa Torre contiene el museo de Jerusalén y, si tienes la suerte de poder visitarla de noche, ofrecen dos deslumbrantes espectáculos de luz y sonido.
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Mercado de la Ciudad Vieja
Este lugar conformado por una red de callejuelas estrechas y calles de piedra antiguas, el sitio perfecto para quienes quieren experimentar, de primera mano, la atmósfera del Medio Oriente. El bullicio de la vida cotidiana, su gente y los souvenirs que puedes conseguir allí, reúnen toda la esencia de Jerusalén. Además, se encuentra en la zona de la Ciudad Vieja de Jerusalén, que podrás aprovechar para visitar. Sin duda, uno de los lugares más emocionantes de la ciudad.
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Muro de los Lamentos
Si hay algo que se nos viene a la cabeza al pensar en esta ciudad, ese es el Muro de las Lamentaciones, el Kotel o Muro Occidental, uno de los símbolos más icónicos de Jerusalén que reúne diariamente a miles de judíos y turistas que, como dicta la tradición, se acercan a dejar suplegaria escrita en papel en los escasos huecos libres. Además, recientemente se ha inaugurado una nueva ruta para realizar a pie, que desciende por debajo del nivel del suelo y contiene varias salas y espacios con varios hallazgos encontrados a lo largo de los años, una auténtica experiencia que no te puedes perder.
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Iglesia de Todas las Naciones
Un verdadero guiño de la ciudad al mundo cristiano. Esta famosa iglesia, adornada con un
impresionante mosaico, se encuentra en el Monte de los Olivos y es conocida por ser el lugar donde
se halla la roca (un trozo de ella) en la cual Jesús rezó la noche previa a su crucifixión. Se
dice que es también allí donde cualquier peregrino siente que pertenece al sitio donde comenzó
todo. Indudablemente, un lugar que escenifica la calidez y espiritualidad de Tierra Santa.
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La comida más típica
Una deliciosa mezcla de estilos entre cocina judía tradicional y de cualquier rincón del mundo que tanto caracteriza a Israel. El desayuno israelí no tiene nada que envidiar al concepto de brunch: abundante, delicioso, saludable y diferente. La mejor manera de empezar el día y de coger fuerzas para un día lleno de actividades en Israel.
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La ciudad más joven de Israel
Se dice que Tel Aviv es la ciudad que nunca para, la que nunca duerme, y que el viajero que quiere fiesta, siempre la encuentra. Es la más cosmopolita y frenética (en el buen sentido de la palabra) de Israel, pues tiene una oferta de ocio nocturno para no aburrirse en ningún momento. Tel Aviv, además, es un ejemplo de ciudad abierta y un oasis de tolerancia y libertad en pleno Oriente.
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Playas de Tel Aviv
Aguas cristalinas, playas de arena fina, blanca y vida, mucha vida. Esto define a la perfección las playas de Tel Aviv, una zona de la ciudad donde acudir para disfrutar del sol agradable de la urbe, surfear algunas olas, jugar a las palas… o, simplemente, tumbarse en la arena y disfrutar de un descanso rodeado de las mejores vibras de esta ciudad.
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Mercado Carmel
Nadie puede irse de Tel Aviv sin visitar el Mercado Carmel, uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad. Repleto de productos locales, frescos y típicos y sabores genuinos. Este mercado se ha convertido en un absoluto festival de estímulos rodeado de aromas que atrapan. Una visita imprescindible para conocer Tel Aviv y su lado más tradicional, satisfacer el estómago y llevar un souvenir a un ser querido.
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Ciudad portuaria de Yafo
Esta antigua ciudad portuaria es el origen de la moderna ciudad de Tel Aviv, y el claro contraste con su frenético estilo de vida. La ciudad portuaria de Yafo respira de forma diferente, a un ritmo
más pausado y con un delicioso aroma a mar y a café intenso. La caracterizan unos colores y
una esencia históricos que la hacen especialmente atractiva y está a menos de 30 minutos a pie del
centro de Tel Aviv, 100% un lugar único e imprescindible si visitas esta ciudad.