A veces no es necesario recorrer grandes distancias para encontrar la excelencia. Apenas una treintena de kilómetros son suficientes para paladear lo mejor de la Ribera del Duero, una zona que se ha lanzado sin complejos a abrazar el hedonismo total. El vino, antes único protagonista, marida ahora con hoteles de lujo y restaurantes gourmet, todo ello con el río Duero como testigo. A diferencia de otros lugares, aquí los edificios históricos del Monasterio de Valbuena y la Abadía de Retuerta no solo se visitan, en sus claustros, capillas, refectorios y lujosos aposentos se vive también una experiencia única.
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Con menos siglos de historia, pero con igual encanto, otro hotel boutique, Fuente Aceña, combina el caparazón de piedra de un antiguo molino harinero a los pies del Duero con el hormigón blanco y el vidrio en un diseño minimalista y contemporáneo. En su restaurante, los manjares que salen de los fogones van de la mano de una extensísima carta de vinos, que el sumiller desgrana, sin virtuosismos, en toda una cátedra del vino.
A 20 kilómetros de aquí nos espera el pueblo histórico de Peñafiel, con su espectacular castillo a 200 metros de altura, desde donde otear un imponente horizonte. Desde lo alto de la torre del homenaje, la estrecha planta de esta fortaleza inexpugnable del siglo XIV recuerda a un buque a punto de zarpar entre campos de cereales y viñedos. Es la misma que acoge en su interior el Museo Provincial del Vino, que da a conocer la riqueza enológica vallisoletana. En el centro histórico del pueblo, la plaza del Coso nos traslada hasta el Medievo en una arena donde se han celebrado festejos desde hace siglos.
Con los deberes históricos hechos, es hora de volver a la verdadera razón de nuestra escapada. Y es que más allá de Peñafiel, la ausencia de otros pueblos de gran interés es, en lugar de un contratiempo, una bendición, porque nos permite dedicarnos al bon vivant a tiempo completo. Por ejemplo, subidos en una bicicleta eléctrica y recorriendo los viñedos de la bodega Villacreces, vecina de la exclusivaVega Sicilia, para conocer las variedades de uva en las cepas y disfrutar después de un pícnic de quesos, paté y embutidos acompañados de un Pruno, el vino al que el reconocido crítico estadounidense Robert Parker bautizó como el mejor del mundo en relación calidad-precio.
A pocos kilómetros de aquí, el hotel Castilla Termal Monasterio de Valbuena nos recibe con un repicar de campanas, dándonos la bienvenida al monasterio cisterciense del siglo XII mejor conservado de Europa. Las pinturas murales en las arcadas de su claustro y su coro plateresco dan pistas de una vida monacal transformada hoy en otra mucha más epicúrea. El momento sublime de sus experiencias termales es el circuito privado de contrastes, que se disfruta en una réplica de la capilla de San Pedro del monasterio, bajo arcos y frescos góticos. Del tiempo de los monjes se conserva su huerto, donde hoy se siguen cultivando todos los vegetales ecológicos que se consumen en los comedores del hotel.
Y de un monasterio a una abadía en un camino ascendente que nos acerca al paraíso transitando por caminos exactamente opuestos a los de los ascetas que vivieron entre estos mismos muros. El universo de Abadía Retuerta es la sublimación del sibaritismo vivido en cada uno de sus rincones: en la bodega, en los pagos donde madura la uva y, sobre todo, en el interior de este convento del siglo XII donde el tiempo se detiene. El espectacular refectorio lo ocupa el restaurante del mismo nombre, con estrella Michelin, donde el chef Marc Segarra articula, a través de 25 exquisitas preparaciones, la historia gastronómica del territorio. Por la noche, cuando el silencio se apodera de este lugar bajo las bóvedas de la iglesia iluminadas con velas, uno siente que, ahora sí, ha alcanzado la felicidad.
No dejes de....
Visitar la bodega Pago de Carraovejas. Arquitectura espectacular a la vez que funcional en unas modernas instalaciones donde todo está calculado al detalle. La experiencia gastronómica que combina la cata de vinos con la degustación de varios platos de su restaurante Ambivium (restauranteambivium.com), reconocido con una estrella Michelin, el paisaje de viñedos y el castillo de Peñafiel al fondo es, sencillamente, inigualable (pagodecarraovejas.com).
Guía práctica
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