En un momento en que la tendencia es la sostenibilidad y el compromiso con el medio ambiente, la Guía Michelin no escapa a ella y acaba de conceder sus estrellas verdes a esos restaurantes que, además de excelencia gastronómica, están comprometidos con la conservación de los recursos, la protección de la biodiversidad o los productos locales kilómetro 0... De Valladolid a La Rioja, viajamos por esos pueblos que ya tienen una razón más para ser descubiertos: una cocina con premio.
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PEÑAFIEL, VALLADOLID
Inmerso en el paisaje de viñedos de la Ribera del Duero, Peñafiel se adivina desde muchos kilómetros antes de llegar a él por la silueta de su castillo, una monumental arquitectura de la Edad Media que acoge el Museo Provincial del Vino. A sus pies queda una bonita localidad a la que muchos llegan atraídos precisamente por el vino y luego descubren bonitas iglesias, callejas y, sobre todo, su preciosa plaza medieval del Coso.
Ahora hay un motivo más para visitarla, Ambivium, el restaurante de la bodega Pago de Carrovejas, que acaba de entrar a formar parte de la guía Michelin con una estrella verde. Su reconocimiento ha premiado su cocina del terruño, sus elaboraciones estacionales y productos de kilómetro 0, muchos de los cuales llegan del huerto ecológico propio, y su carta de vinos, con alrededor de 4000 referencias de los cinco continentes. Su menú degustación tiene nombre propio: Cellarium (150 €) y se puede degustar con armonías de la bodega (250 €) o nacionales e internacionales (330 €).
CASAS IBÁÑEZ, ALBACETE
Nos quedamos en la comarca de La Manchuela, que se reparte por las provincias de Cuenca y Albacete para conocer en esta última Casas Ibáñez, un pueblo de 4500 habitantes convertido en centro comarcal y de servicios, del que atrae su entorno –entre los cauces de los ríos Júcar y Cabriel–, su ubicación a solo 15 minutos de Alcalá del Júcar y, desde hace algo más de un año, la cocina de Javier Sanz y Juan Sahuquillo en Cañitas Maite, dos jóvenes cocineros que han revolucionado gastronómicamente hablando la comarca –triunfaron en Madrid Fusión 2021–.
Cuentan ahora su proyecto más personal, Oba (obarestaurante.es), acaba de entrar a lo grande en el universo Michelin, consiguiendo una estrella y la primera verde de un restaurante castellanomanchego. En su carta, una única propuesta: Cuadero Zero, un menú de 15 pasos y 26 bocados para degustar por 129 €, maridaje aparte.
FUENTESPALDA, TERUEL
El paisaje es una de las mayores bazas de la cada vez más conocida comarca turolense del Matarraña, limítrofe con Tarragona y Castellón, a la que se la compara con la Toscana italiana. Ahí está el Parrizal de Beceite como mejor testimonio. También lo son sus pueblos medievales, sobre todo los conjuntos históricos de Valderrobres, Ráfales, Calaceite, Beceite y La Fresneda.
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En Fuentespalda cumplieron su sueño los británicos Piers Dutton y Jemma Markham cuando dejaron atrás su etapa en la librería Turner de Madrid y abrieron en 1995 La Torre del Visco, una masía del siglo XV emplazada en una finca de 80 hectáreas de huertos, olivos y bosques que posiblemente sea también uno de los hoteles más románticos de España y cuyo restaurante acaba de recibir la estrella verde. Su apuesta para cenar: tres menús basados en productos de temporada de la finca ecológica, sabores naturales y maridajes armoniosos regidos por los tiempos de la naturaleza (5 platos: 68 €; 8 platos: 87 €).
SANT MARTÍ SARROCA, BARCELONA
El Penedés, un destino de hondas raíces donde vivir y saborear la cultura del vino y el cava, encontramos el siguiente pueblo bendecido por el universo de las estrellas verdes Michelin: Sant Martín Sarroca. Si su vecina Vilafranca del Penedès, capital de esta comarca barcelonesa, atrae por sus palacetes su museo del vino Vinseum, y Sant Sadurní d’Anoia por sus cavas legendarias; Sant Martí lo hace por su conjunto monumental formado por la iglesia de Santa María y el castillo y por su restaurante Casa Nova (casanovarest.com), la sensación de la temporada por la estrella que reconoce su gastronomía sostenible. La propuesta del chef Andrés Torres: cocina contemporánea de base tradicional con productos kilómetro 0 que se degusta en 2 menús (75 € y 115 €), donde encontrar platos como un crujiente de cebolla y foie, berenjena asada con caldo de perdiz, merluza confitada o meloso de ternera.
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ULLDECONA, TARRAGONA
Sin salir de Cataluña, el pueblo de Ulldecona, en la comarca tarraconense del Montsià, tiene todos los ingredientes para llamar la atención: miles de olivos centenarios, un castillo coronando sus alturas, arquitectura modernista, 400 pinturas rupestres que son patrimonio mundial y recuerdan su pasado prehistórico y una gastronomía de primera que han convertido este bonito pueblo en una parada obligatoria para gourmets.
La abanderan los estrellados L’Antic Molí d’Ulldecona y Les Moles, y este último, además, acaba de conseguir la estrella verde por su cocina de autor (en la imagen), un equilibrio entre el producto de territorio, la técnica, la diversión, la reflexión, las raíces y el atrevimiento. Tres menús degustación uno de tradición que podemos degustar desde 38 €.
LEKUNBERRI, NAVARRA
Ya captó toda la atención cuando la OMT eligió Lekunberri como el mejor pueblo del mundo por la preservación de la cultura y las tradiciones locales y su protección de la biodiversidad. Unos valores que se hacen palpables nada más aterrizar en esta localidad a 25 kilómetros de Pamplona. Además de ser punto de partida de la Vía Verde del Plazaola, que sigue el trazado del antiguo tren de vapor que unía la capital navarra con San Sebastián, Lekunberri posee un bonito casco antiguo adornado de bellas casonas que delatan que este fue un lugar importante por su situación fronteriza.
Para descubrir también su iglesia de San Juan y sus miradores –el de la Peña y el de Azpíroz– y después de verlo todo, disfrutar a la mesa de Maskarada (maskaradadenda.com), nueva estrella verde Michelin, que José Ignacio Jauregui ha convertido en templo culinario de una raza autóctona: el cerdo pío negro, revolucionando la cocina navarra. Dos únicos menús en el que se incluye el gorrín asado: 36,50 y 43,50 €.
SANTA CRUZ DE CAMPEZO, ÁLAVA
A orillas del río Ega y en el camino de Vitoria a Estella se emplaza San Cruz de Campezo, un pequeño pueblo de 800 habitantes de la provincia de Álava con un casco antiguo recorrido por callejas y cantones empinados a los que asoman casas antiguas con blasones y, en la subida al frontón, una sorpresa gastronómica: el restaurante Arrea! (arrea.eus). Premiado por la guía Michelin, cuyas propuestas se degustan en un comedor forrado de madera con pases a elegir (cangrejo, perdiz, huerta, trutxa...) o en la kuadra, con un menú de mercado a mediodía (40 €) o, más informal, a la carta las noches de viernes y sábados. Para rebajar la comida, un entorno lleno de alicientes, desde el Camino Ignaciano al Parque Natural Izki o la vía verde del Vasco-Navarro, por la que en otro tiempo discurría un ferrocarril de vía estrecha.
CERECEDA (PILOÑA), ASTURIAS
Poco más de 200 habitantes tiene el pueblo de Cereceda, una parroquia de Piloña donde perderse en Asturias y descubrir Infiesto, la capital del concejo; el santuario de la Virgen de la Cueva, bajo una espectacular roca; la colección de hórreos de Espinaréu; la poza La Pesanca, refugio de las xanas, o contemplar los caballos asturcones en la montaña de Espineres, en la montaña del Sueve.
Los sabores de este entorno se disfrutan a la mesa de Narbasu (narbasu.com), ya en la guía de los estrellas verde de la guía Michelin. Su cocina pegada a la tierra se abastece del propio huerto y de los productos de la zona o de los alrededores y recuerda a aquellas primeras cartas de Casa Marcial, ahora enmarcada en el Palacio de Rubianes. Rodeado de montañas y bosques autóctonos, el lujo de comer en el restaurante de los hermanos Manzano, Esther y Nacho, es su cocina de paisaje, que se puede probar en carta o en dos menús desgustación (50 €).
DAROCA DE RIOJA, LA RIOJA
A 19 kilómetros de Logroño, Daroca de Rioja es uno de esos pequeños pueblos que podría pasar inadvertido por sus dimensiones y sus habitantes, con solo 47 vecinos; sin embargo, tiene el honor de contar con un restaurante galardonado con la prestigiosa estrella desde hace unos años, Venta Moncalvillo (ventamoncalvillo.com), a la que se suma ahora la de color verde. A los mandos, los hermanos Carlos e Ignacio Echapresto, chef y sumiller respectivamente, empeñados en hacer historia en la gastronomía de La Rioja innovando en la cocina de siempre.
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