CABANYES ENTRE VALLS, GIRONA
Los sueños se cumplen. ¿Quién cuando era niño no ha soñado con construir una cabaña sobre los árboles y pasar allí largas tardes y noches estrelladas arropados por los sonidos de la naturaleza? Un sueño que podrán cumplir quienes se alojen en las cabañas de este establecimiento rural en la Garrotxa, a unos 10 kilómetros de Olot, en medio de un hayedo. Vistas únicas, diseño rústico y perfectamente equipadas, aquí la relajación y la conexión con la naturaleza están aseguradas. Junto a las cabañas cuentan con dos tiendas para quienes prefieran optar por una noche de glamping con los pies en el suelo.
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En la zona podréis practicar senderismo, realizar un taller astronómico, disfrutar de un paseo a caballo y los más atrevidos vivir la experiencia de un vuelo en globo sobrevolando los volcanes de la Garrotxa. El alojamiento cuenta también con un restaurante donde ofrecen comida casera, de temporada y de kilómetro cero. Para Alex López, cofundador de este proyecto junto con Alfons Nogareda, la sostenibilidad y la responsabilidad social empresarial forma parte de su filosofía. Sus cabañas están construidas con madera certificada con el mínimo impacto ambiental, tienen política cero de plásticos de un solo uso, y sus proveedores son pequeños productores de la zona incentivando la economía circular (cabanyesentrevalls.com).
CAL CASSI (LLEIDA)
Desde cumbres montañosas a senderos por los que emprender una o mil rutas, pequeños pueblos de piedra, iglesias románicas que son auténticos tesoros, extensos prados donde pastan vacas rubias, lagos naturales, estaciones de esquí… Todo ello confluye en el bucólico paisaje de esa comarca del Pirineo catalán que es la Cerdaña. En el pueblo de Ger se ubica este refugio de montaña restaurado de 55 metros cuadrados en el que se ha cuidado cada detalle de su diseño y decoración.
Pensado para una pareja o familia con niños pequeños, la suite dispone de una amplia terraza y zona verde con barbacoa y juegos, suelo radiante, Internet de alta velocidad por si quieres trabajar, bañera de obra, comedor y cocina office... Como detalle de bienvenida, los huéspedes son recibidos con una cesta de fruta y cava y amenities de baño. Desde 150 € (calcassi.com).
CAL SASTRE, GIRONA
Santa Pau es una villa medieval con mucho encanto en pleno Parque Natural de la Garrotxa, con su castillo, su plaza porticada y sus calles empedradas. Es aquí donde abre sus puertas este alojamiento rural de vigas de madera y paredes de piedra que no puede ser más coqueto (calsastre.com). Sus ocho habitaciones tienen vistas a las montañas o al castillo y cada una muestra una decoración diferente alusiva a la profesión familiar: la sastrería. Por eso vemos máquinas de coser mezclados con muebles antiguos y obras de arte de pintores catalanes, entre los que sobresale el Miró que preside la suite. Contiguo al hotelito, bajo los soportales de la plaza Mayor, está el restaurante Cal Sastre, que recuerda a las antiguas fondas, todo un referente gastronómico de la comarca por su recetario tradicional elaborado con productos de la propia huerta y de temporada.
EL CORRAL DE LLADURS, LLEIDA
En la comarca prepirenaica del Solsonés, en el pequeño municipio de Lladurs, encontramos cinco alojamientos rurales situados en antiguos cobertizos agrícolas anexos a una masía. Un buen punto de partida para descubrir la llamada comarca de las mil masías, debido a estas construcciones características de la Cataluña rural de los siglos XV al XVIII, y para conocer cómo era la vida de los payeses (campesinos de Cataluña).
Corral de Lladurs (corraldelladurs.com) cuenta con tres apartamentos y dos casas de alquiler completo ideales para alojarse en familia. Además de relajarse en su zona ajardinada con vistas a los campos, es posible visitar la granja de animales donde tienen un antiguo abrevadero del ganado. Patos, ocas, gallinas, conejos, cabras… harán las delicias de los más pequeños. Las casas cuentan con jardín, piscina, barbacoa y parque infantil.
Para los más activos a 8 kilómetros se encuentra Solsona, la capital de la comarca, con un encantador casco histórico; y a 25 kilómetros se visitan las salinas de Cambrils, una de las pocas salinas de montaña de Cataluña.
MIM BAQUEIRA, LLEIDA
No es el único hotel propiedad de Leo Mesi, que cuenta con la lujosa cadena MiM, con establecimientos en rincones tan turísticos como Sitges, Ibiza, Mallorca, Sotogrande, Andorra y este a pie de pista de la estación de esquí de Baqueira Beret. Un exclusivo alojamiento al que se viene a desconectar en medio de la montaña del valle de Arán y conectar con la naturaleza. A hacer deporte en los 162 kilómetros esquiables de la estación con la mejor nieve de los Pirineos, pero también a disfrutar de la cultura y la gastronomía local.
Las experiencias más exclusivas que te puedas imaginar, en Baqueira
A pocos kilómetros del hotel podemos recorrer la ruta de las iglesias románicas del valle de Arán, construidas en los siglos XII y XIII, y conocer bellísimas localidades como Vielha, Salardú, Unha, Artíes o Bossots.
Para relajarnos después de las experiencias elegidas, el centro wellness de salud y bienestar del hotel MiM nos ayuda con un circuito de hidroterapia o una completa carta de tratamientos y masajes tradicionales y holísticos, tratamientos terapéuticos o de belleza (mimhotels.com).
MAS REGORT (GIRONA)
Entre las comarcas del Ripollès y la Garrotxa, en un entorno privilegiado encontramos este alojamiento rural que data del siglo XVIII restaurado manteniendo su encanto y tradición, pero con todas las comodidades de hoy. De relax, desconexión y naturaleza disfrutan los alojados en sus 5 habitaciones y apartamentos temáticos para 2, 3 y 4 plazas dedicados a personajes de otros tiempos relacionados con el lugar: abadesas, caballeros, trovadores, bandoleros y esos seres de la mitología catalana conocidas como damas de agua que habitan en estanques, cascadas y fuentes del bosque. Quien busque algo de actividad hay rutas para bicicletas de montaña por los alrededores, un sendero que se adentra en la sierra del Puig de Estela de Vallafogona y la estación de esquí Vallter2000 a 40 kilómetros. Apartamento para 2 personas, 130 € la noche (masregort.cat).
MAUBERME (LLEIDA)
La carretera que lleva hacia el Parque Nacional de Aigüestortes brinda la mejor panorámica de Salardú, un bonito pueblo de callejones en cuesta, numerosas fuentes, la iglesia de San Andrés como mejor testimonio arquitectónico y el río Garona y el Unhola rodeándolo. En esta localidad encontramos el hotel Mauberme y solo 4 kilómetros más allá, Baqueira.
De vistas maravillosas de este entorno y de la Val d’Aran disfruta Mauberme, un pequeño y exquisito alojamiento de 11 amplias habitaciones dobles y 4 suites con techos de madera, calefacción por suelo radiante, ropa de cama de algodón egipcio y muchos otros detalles que se disfrutan con placer después de pasar el día practicando el esquí u otras actividades en las montañas. Al despertar, un reconfortante desayuno con café recién molido, zumo de naranja natural, exquisitos panes cultivados de forma ecológica o fruta fresco animan a regresar a ellas (hotelmauberme.com).
CAN PIQUÉ (GIRONA)
Las paredes de piedra, la chimenea en el salón, la madera en los techos, los jardines, los prados y bosques alrededor... Todo ello llena de encanto esta antigua masovería (casa de labrador) situada en Joanetes, en la Vall d’en Bas, en la comarca de la Garrotxa. Se alquila completa para 8 personas y en sus 210 metros cuadrados se reparten 4 habitaciones dobles y dos baños, también dispone de zona de porche con barbacoa y una hectárea de terreno para disfrutar en plena naturaleza. Fin de semana: 440 –550 € (canpique.org).
Pueblos medievales de Cataluña que parecen decorados de otra época
CAN MANSEU (GIRONA)
La piedra que se encuentra en la misma entrada de Can Manseu delata su origen, dice que fue edificada en 1748. Y aquí sigue, situada en un privilegiado rincón de Sant Privat d’en Bas, sobre el porche que abre el paso a la plaza mayor. La villa se reduce a la iglesia y un pequeño grupo de casas en torno a la plaza, pero el entorno es único, en plena comarca de la Garrotxa y junto al acantilado del que se desploman las aguas del Salt de Sallent, que siguen luego su camino formando pozas y piscinas naturales. El alojamiento es un espacio de diseño rústico pero modernas instalaciones, donde la piedra vista delata su historia y uno se siente como en casa. Alrededor todo es campo, desde sus habitaciones la montaña queda al lado. Desde 110 €, la habitación doble (canmanseu.com).