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Que la Rioja Alavesa es tierra de excelentes caldos no es algo que vayamos a descubrir ahora. Un viaje a esta comarca, hermosa y rica donde las haya y favorecida por el dios Baco, nos permite vivir muchas experiencias. Pasear por sus paisajes entre viñedos, visitar bodegas de asombrosa arquitectura diseñadas por grandes arquitectos como Ghery o Clatrava, conocer pueblos con sabor medieval, degustar una excelente gastronomía con estrella Michelin y descubrir su cara más desconocida: la ruta de los dólmenes, que nos acerca a la cultura megalítica de aquellos que habitaron estas tierras hace miles de años.
Cinco experiencias que saben a vino para exprimir la Rioja Alavesa
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VILLABUENA DE ÁLAVA, RÉCORD DE BODEGAS
La Rioja Alavesa se encuentra al sur de la sierra de Cantabria y allí hay más bodegas por habitante que en ningún otro lugar del mundo. El récord lo tiene Villabuena de Álava, un pueblo medieval de calles estrechas y rodeado de montañas que con solo 300 vecinos cuenta con ¡43 bodegas! Si hay un paraíso del vino tiene que estar aquí. En Villabuena la mayoría de las bodegas están regentadas por familias, una tradición que pasa de generación en generación elaborando excelentes caldos, muchos de ellos merecedores de premios, y donde es posible vivir una experiencia de enoturismo. Bodegas Izadi (izadi.com), Bodega Luis Cañas (luiscanas.com), Araico (bodegasaraico.com), entro otras muchas, admiten visitas y realizan catas. Y entre vino y vino, un merecido descanso sin necesidad de conducir. Y es que este pueblo es el hogar del Hotel Viura (hotelviura.com), un edificio singular que es puro diseño y donde enormes cristaleras hacen que la luz inunde sus estancias. Desde su terraza vegetal se obtiene la mejor de las panorámicas.
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SAMANIEGO
La ruta nos lleva, a menos de 4 kilómetro, hasta Samaniego, a los pies de la sierra de Cantabria y rodeado de miles de viñas en espaldera por donde se pierde la vista. En su casco histórico medieval nos espera la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, del siglo XVI, y el Palacio de Samaniego, un refugio de lujo desde donde vivir unos días de enoturismo en la región (palaciodesamaniego.com). Su restaurante Tierra y Vino es un elogio a la gastronomía francesa y vasca, en perfecto equilibro, de la mano del chef Bruno Coelho y con una filosofía de kilómetro cero.
Para ir más allá del vino a seis kilómetros de Samaniego aparece señalizado el dolmen de El Sotillo y, dos más adelante, el de San Martín (en la imagen). Ambas sepulturas prehistóricas ocupan hermosos emplazamientos en sendos altozanos, pero la última tiene unas vistas para morirse, pues mira a la sierra, al pueblo amurallado de Laguardia y a la espectacular bodega Ysios (bodegasysios.com), de Santiago Calatrava, cuya cubierta evoca las ondulaciones de las sierras del entorno. Otra visita imprescindible para los amantes del vino.
LAGUARDIA, UN PASEO POR EL MEDIEVO
Imposible pasar por Laguardia y no detenerse a visitar este pueblo medieval, uno de los más bonitos de España. Además, es mucho más antiguo que medieval. Para demostrarlo, junto a la puerta del Mercadal se encuentra el estanque celtibérico de la Barbacana, el mayor construido en la Edad de Hierro en Europa, del tamaño de una piscina olímpica, donde los primitivos laguardienses recogían el agua de un manantial.
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En Laguardia destaca el pórtico gótico de la iglesia de Santa María de los Reyes, del siglo XIV, que fue pintado en el XVII con vivos colores. Para verlo, se ha de reservar en la oficina de turismo (tel. 945 60 08 45). En la plaza Mayor hay un divertido carrillón, del que salen bailando dantzaris autómatas a las 12.00, 14.00, 17.00 y 20.00. Y en una casa que perteneció a la familia Samaniego está la bodega El Fabulista (bodegaelfabulista.com), una de las últimas que aún vinifican en las 300 cuevas existentes bajo el casco histórico. En ella las visitas hasta pueden ser teatralizadas.
El siguiente destino es el yacimiento arqueológico del poblado de La Hoya, a 1,5 kilómetros de Laguardia. Es, o fue, una ciudad más o menos grande que desapareció violentamente, de la noche a la mañana, en el siglo III antes de Cristo y a la que se considera, sin exagerar, la Numancia vasca. El asalto, incendio y derrumbe que sufrió el poblado en su momento de mayor esplendor congeló la actividad de un día de mercado, cuyos restos permanecieron enterrados pero intactos, hasta que un vecino los descubrió casualmente en 1934.
DOLMEN CHABOLA DE LA HECHICERA
A 6 kilómetros de La Guardia, por la carretera A-3228, aparecen indicados los dólmenes del Alto de la Huesera y de la Chabola de la Hechicera (en la imagen). Hasta 135 enterramientos albergó en su interior el primero, pero lo más sorprendente está fuera: un predrusco que fue usado como lagar rupestre, para pisar la uva, en la Edad Media. El segundo dolmen, el de la Chabola de la Hechicera, es el más grande, más bello y mejor conservado de la comarca. De piedra se queda uno viendo este ejemplar perfecto, de libro, que se erige al arrimo de una encina centenaria, rodeado de viñedos, en un montículo con magníficas vistas al pueblo de Elvillar y a la sierra. Pasado el pueblo de Elvillar, se halla el dolmen de El Encinal, y ya en el vecino término de Kripan, el de los Llanos.
ELCIEGO, BODEGAS Y ARQUITECTURA DE VANGUARDIA
La ruta no estaría completa sin conocer Elciego, a solo 7 kilómetros de Laguardia. Su estampa más reconocible se obtiene gracias al revolucionario edificio que el arquitecto Frank Gehry ideó para la ampliación de las bodegas del Marqués de Riscal. Una obra vanguardista de titanio que puso en el mapa mundial a este pequeño pueblo de la Rioja Alavesa. Entre sus encantos la plaza Mayor y la iglesia de San Andrés, un puñado de casas palacio donde destacan sus escudos nobiliarios y la imprescindible visita a sus bodegas: Marqués de Riscal (marquesderiscal.com), segunda mejor bodega del mundo en los World’s Best Vineyards 2022; bodegas Murua (bodegasmurua.com), con un edificio que recuerda a las casas solariegas emergiendo entre los viñedos; y Pago de Larrea (pagodelarrea.com), una bodega familiar donde sus excelentes vinos son fruto de la pasión por su tierra y el mimo en su elaboración.
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DÍAS DE VINOTERAPIA
El broche perfecto a esta ruta por la Rioja Alavesa lo ponen sus spas de vinoterapia donde obtener una experiencia inmersiva completa en el mundo del vino. Spa Vinothérapie Caudalie (marquesderiscal.com), en el hotel Marqués de Riscal, nos propone tratamientos naturales basados en las excelentes virtudes de la vid y la uva. Y en el Wine Oil Spa del hotel Villa de Laguardia (wineoilspa.com), 1000 metros cuadrados con hidroterapia, tratamientos con vino y aceite y masajes para rematar la escapada y regresar en un completo relax.
DÓNDE DORMIR
El hotel Villa de Laguardia (hotelvilladelaguardia.com), un cuatro estrellas con buen restaurante y spa especializado en tratamientos de vino y aceite de oliva. En Villabuena de Álava en el hotel Viura (hotelviura.com) donde unos cubos caprichosamente superpuestos componen este hotel de lujo, moderno a rabiar. Altamente recomendables, su restaurante y su wine bar. Y en Elciego el hotel Marqués de Riscal (marquesderiscal.com), el Guggenheim de los hoteles enológicos, obra de Frank Ghery, donde ofrece tratamientos de vinoterapia en su spa (en la imagen) y cocina de autor en un restaurante con una estrella Michelin, asesorado por Francis Paniego.
PARA COMER...
La chuleta de novilla de Álava a la brasa es la especialidad de Villa Lucía (villa-lucia.com) un espacio gastronómico ubicado en Laguardia, en una finca que fue propiedad del fabulista Samaniego. Antes o después de comer, se ha de visitar su Centro Temático del Vino. También en Laguardia el restaurante Hiruko, junto a la plaza Mayor, con una atractiva barra de pintxos premiados en diversos concursos. O en Doñablanca (dblancagastrobar.com) un gastrobar idóneo para picotear. Menos económicos, pero altamente recomendables, los restaurantes de Marqués de Riscal o El Palacio de Samaniego.