sao filipe en setubal viajes 2123© © Tomka

Setubal (Portugal): Fortalezas, baños y paseos en barco

A menos de una hora de Lisboa, entre la sierra de Arrábida y el estuario del Sado, se encuentra esta ciudad e importante puerto pesquero que ya era un emporio salazonero hace 2000 años. Es una gran desconocida fuera de Portugal, pese a sus magníficas playas, sus ruinas romanas, su rica naturaleza y sus delfines


31 de octubre de 2022 - 18:46 CET

Día 1

09h Desayuno en el mercado

El primer café del día, o el segundo, nos lo tomaremos en los bares del Mercado do Livramento, en la avenida Luísa Todi, disfrutando del espectáculo que ofrecen los puestos rebosantes de pescado todavía vivo y las paredes forradas con 5700 azulejos historiados.

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09.30h El museo del trabajo 

A estas horas abre otro espacio relacionado con el pescado, el Museo del Trabajo (Largo Defensores da República), que ocupa una de las 120 fábricas de conservas que llegó a haber en Setúbal, la de sardinas Bertha. Impresiona el estado de conservación del lugar, como si los últimos trabajadores hubieran salido hace cinco minutos y no en 1971, y cuesta imaginar a las operarias llevando con ellas cada día a sus bebés y dejándolos toda la jornada debajo de las mesas de piedra frías y húmedas donde limpiaban el pescado.

© © Tomka

Vista aérea de la fortaleza de San Felipe, un fuerte de tiempos de Felipe II con forma de estrella cuya primera piedra la puso el propio rey en 1582.

11.30h Playas de Arrábida

El resto de la mañana y buena parte de la tarde lo pasaremos disfrutando de las playas que bordean la sierra de Arrábida, al oeste de Setúbal. Hay playas solitarias y salvajes, como la de Galapinhos, rodeada de vegetación y accesible después de descender por unas escaleras. Y otras más civilizadas y entretenidas, como Portinho de Arrábida, donde se puede bucear en el islote Pedra da Anixa, visitar una fortaleza del siglo XVII que alberga un museo oceanográfico y bajar a la cercana Lapa de Santa Margarida, una amplia gruta con capilla consagrada a la santa, robustas columnas naturales y boca abierta al mar de color verde.

17h Kayak o senderismo

En esta sierra litoral, con el convento de Arrábida escondido entre su vegetación, pero deslumbrando por su blancura, se pueden hacer todo tipo de actividades, desde rutas en kayak o stand up paddle, coasteering, espeleología, parapente, senderismo o bicicletas de montaña por el espectacular entorno natural.

© Mauricio Abreu

A la izquierda, Playa de Galapinhos, elegida entre las mejores de Europa. A la derecha, Marina de Fontaínhas.

20h Chocos fritos

Temprano, como se suele comer y cenar en Portugal, iremos a De Pedra e Sal, un restaurante de moderno montaje, con cocina a la vista, cuya especialidad es la carne a la piedra de sal, aunque raro es el que no abre boca con unos chocos fritos (auténtica pasión de los setubalenses) y unas ostras cultivadas en el estuario del Sado. También podemos saborear pescado y marisco a la parrilla en el popular O Novo 10. Para descansar, un buen lugar es RM Guest House, un hotelito de diseño con siete amplias habitaciones muy originales e inspiradas en el mundo de la moda.

22h Dos terrazas animadas

Para quien quiera alargar el día unas horas, enfrente del hotel, en el número 61 de la avenida Luísa Todi, se encuentra la terraza más alta y animada de la ciudad: Roof 61. Otra terraza nocturna recomendable, con vistas al puerto pesquero, es la del bar Absurdo, que está en la avenida José Mourinho, así llamada en honor del hijo más famoso de la ciudad.

Día 2

10h Observación de aves

Al sur y al este de Setúbal se extiende la Reserva Natural do Estuário do Sado. Separada del océano por la península arenosa de Tróia, es una de las bahías más bellas del mundo. Y de las más vivas, porque es el hogar de más de 200 especies de aves. El sitio idóneo para verlas es el Moinho de Maré da Mourisca, un molino de marea del siglo XVII rehabilitado como centro de interpretación. Además del propio molino, hay observatorios, sendas, paseos en barco y una tienda de productos locales con una terraza en la orilla, perfecta para tomarse un café o un queso cremoso de Azeitão y una copa de moscatel roxo, viendo cómo los flamencos filtran con sus picos los lodos mareales.

12h Tróia: playas, ruinas y delfines

A solo tres kilómetros de Setúbal, cruzando la boca del estuario en ferri, está Tróia, que en tiempos de los romanos era una isla, Ácala, y el mayor centro industrial de salazones del imperio. Ahora es un resort eco-chic rodeado de playas sensacionales (como la de Galé, junto a la exclusiva urbanización Ocean Village) y de las no menos sensacionales ruinas romanas que desentierran, custodian y enseñan a los visitantes varios arqueólogos del propio resort. Durante la travesía, veremos a los delfines siguiendo la estela de los ferris. Hay una colonia estable en el estuario de alrededor de 30, algo insólito en una bahía portuaria europea. Y hay empresas que hacen regularmente salidas para observarlos, incluso a bordo de veleros.

© Mauricio Abreu

Claustro del convento de Jesús, uno de los primeros ejemplos de estilo manuelino en la arquitectura portuguesa.

15h Palacios y bodegas de azeitâo

Por la tarde nos acercamos al lugar más histórico y señorial del municipio de Setúbal, Azeitão, a 13 kilómetros de la ciudad, en la ladera norte de la sierra de Arrábida, donde en su día veraneaban muchas familias nobles. En Vila Fresca de Azeitão, parada obligada para visitar la Quinta da Bacalhôa, un palacio rodeado de viñedos y jardines, en cuya casa del lago se puede admirar el panel de azulejos figurativos más antiguo de Portugal. A un par de kilómetros, en Vila Nogueira de Azeitão, está la bodega-museo Bacalhôa, de la misma propiedad, donde los vinos se crían rodeados de arte. Muy cerca queda la bodega José Maria da Fonseca, la más antigua de la zona, que junto con la Fonte dos Pasmados, el viejo lavadero y la iglesia de São Lourenço, forman un conjunto encantador.

17h Atardecer en el castillo

Vuelta a la ciudad para visitar el convento de Jesús, joya del estilo manuelino, con sus columnas labradas en brecha, la preciosa piedra colorada de la sierra de Arrábida. Otra visita imprescindible es el castillo de San Felipe, un fuerte de tiempos de Felipe II que se alza junto a la ciudad, en una de las primeras alturas de la sierra, con una terraza ideal para tomarse una cerveza Sagres fresquita al atardecer, contemplando la bahía y a los delfines.

© Andrés Campos

Bodega José Maria da Fonseca, en Azeitão.

‘Top’ 5

© Maps

1. Bañarse en la playa de Galapinhos, la cala más bonita, solitaria y agreste del Parque Natural da Arrábida.

2. Avistar algunos de los 30 delfines que viven en el estuario del Sado, a ser posible desde un velero.

3. Cruzar en ferri a Tróia para bañarse en sus playas y visitar las ruinas de su factoría romana de salazones.

4. Comer el choco (sepia) frito, el plato más típico de Setúbal. Lo hacen en todos los restaurantes de la ciudad.

5. Probar los vinos de Setúbal, que son excelentes, sobre todo los moscateles (los hay blancos y también roxos).

© GettyImages

© Andrés Campos

Arriba, capilla cubierta de azulejos del castillo de San Felipe. En la imagen, avistamiento de delfines en la bahía.

Guía práctica

Guía práctica

© GettyImages

Cómo llegar

Setúbal está a 50 kilómetros al sur de Lisboa. El trayecto en taxi desde el aeropuerto sale por unos 40 €. También se puede ir en autobús (tsuldotejo.pt) o en tren (cp.pt), cruzando previamente en barco desde Alfama a Barreiro. Desde Madrid hay 592 kilómetros, unas cinco horas y media de viaje.

Cómo moverse

En verano es imposible estacionar cerca de las playas de la Arrábida. Las alternativas son madrugar o ir en taxi acuático desde Setúbal con Taxi Boat (taxiboat.pt). También así o en ferri se cruza a Tróia (atlanticferries.pt). Para ver delfines, Rotas do Sal (rotasdosal.pt) ofrece paseos en barco. Si se desea verlos navegando a vela, se embarcará en el velero de À Vela Passeios (avelapasseios.com) o en el catamarán de Vertigem Azul (vertigemazul.com).

Muy práctico

En Setúbal no extrañaremos nada, salvo que, como en el resto de Portugal, se come y se cena una hora (como poco) antes que en España. La empresaIn Arrábida (inarrabida.pt) organiza todo tipo de actividades en esta sierra litoral. Para la visita a las ruinas romanas de Tróia, troiaresort.pt/ruinas-romanas-de-troia.

Dónde dormir

RM GUEST HOUSE (rmguesthouse.pt) es un hotelito de diseño con amplias habitaciones inspiradas en el mundo de la moda. Una buena alternativa a la sofisticación urbana de este alojamiento es la exclusividad campestre del hotel CASA PALMELA (hotelcasapalmela.pt), rodeado de viñedos, que lleva el tataranieto del duque de Palmela. Dos alojamientos interesantes son el MELIÁ SETÚBAL (meliasetubal.com) y el RIO ART HOTEL (rioarthotel.pt). En la vecina Tróia, destaca el lujo contemporáneo del TRÓIA DESIGN HOTEL (troiadesignhotel.com).

Dónde comer

En DE PEDRA E SAL (sites.google.com/view/de-pedra-e-sal), un restaurante con cocina a la vista, cuya especialidad es la carne a la piedra. CASA DO MAR (tel. +351 265 409 477) es un lugar indicado en Setúbal para comer pescado fresco a la brasa. Otro es el popular O NOVO 10 (novo10restaurante.pt). En la típica ADEGA DOS GARRAFÕES(tel. +351 265 229 151), las pizarras muestran las especialidades: choco frito, atún fresco con alcaparras… Las ostras más exquisitas se sirven en MOINHO DE MARÉ DA MOURISCA, en Herdade da Mourisca, a 9 kilómetros de Setúbal.Y para rematar la noche, ROOF 61 (roof61.com).

Más información

TURISMO DE SETÚBAL, visitsetubal.com