En medio del Paisaje Protegido de la Costa Occidental de Asturias y a 18 kilómetros de Luarca (capital del concejo de Valdés), Cadavedo lleva ya unas semanas presumiendo de Pueblo Ejemplar, pero será este fin de semana cuando lo celebre por todo lo alto con la visita de la Familia Real, que le hará entrega del galardón. Un premio al pueblo que conforman el núcleo que le da nombre y las aldeas de Villademoros y Ribón. Y ejemplar por muchas razones, como que sus 435 vecinos sostienen una escuela rural abierta que data de 1923. Sigue leyendo y te descubrimos sus otros méritos.
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Muchos descubren este lugar, sobre todo en verano, buscando playas, atraídos por el nombre de La Ribeirona y su entorno, pero Cadavedo tiene detrás una larga historia por descubrir que se remonta a cuando era un primitivo puerto ballenero que sufrió el ataque normando. También como lugar de paso del Camino de Santiago (antes de las Palancas y Real de las Ballotas y hoy identificado como Camino del Norte), por eso cuenta con un albergue para acoger a los peregrinos que hacen en él parada. Su vida la dinamizan también el negocio maderero, el metal y la construcción, que secundan su más antigua tradición agropecuaria y pesquera.
En el caserío de Cadavedo vemos algunas casonas y viviendas tradicionales que combinan en sus cubiertas teja y pizarra. Sobre ellas despunta una torre medieval, es el hotel Torre Villademoros (torredevillademoros.com), un acogedor alojamiento donde reina la tranquilidad, el silencio y el buen gusto. También sorprenden sus numerosos hórreos, que llegan a sumar 89, y hasta 34 paneras. Aunque la nómina de construcciones populares no acaba aquí, pues la completan molinos, fuentes, lavaderos y puentes. Y no faltan buenos testimonios de arquitectura indiana salpicados por el pueblo, como la Casa Roja (hotelcasaroja.com), la Casa Rico, el Chalé de Juan García Avello –también conocido como Juan de Cantón– o Villa Hilda.
Una ruta en coche inolvidable por los acantilados asturianos
Cadavedo también tiene sus especialidades gastronómicas, que se degustan en fiestas. Son la rapa, una torta de harina de maíz con productos del cerdo cocida al horno, y la alfilada, el bollo de Pascua dulce que regalaban los padrinos a sus ahijados. Si hablamos de fiestas, en el fotogénico campo de La Garita se celebra el último domingo de agosto una multitudinaria que tiene 90 años de historia, es La Regalina, de interés turístico regional, y tiene como centro la capilla que cobija a la rescatada Virgen de Regla. El promotor de la fiesta en este enclave fue el padre Galo (1884–1939), el religioso nacido en la parroquia, conocido por su seudónimo literario Fernán Coronas, que destacó en la recuperación de la faliel.la (la forma de hablar asturiano en el concejo de Valdés), en el que desarrolló su creación poética. La casa natal del sacerdote es el centro cultural de la parroquia y futura sede del Centro de Traducción al Asturiano de la Consejería de Educación.
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El premio también reconoce la gestión de la Sociedad Popular, Cultural y Recreativa de La Regalina, creada en 1953 para gestionar este legado y eje de las actividades culturales y lúdicas del pueblo (San Antonio, El Carmen y otras), que tiene su sede en el antiguo Casino. A instancia suya, el icónico hórreo de La Regalina fue salvado en 2021 gracias a la movilización ciudadana tras un grave desprendimiento. Pero la implicación y el trabajo vecinal de los vecinos de Cadavedo también se reflejan en la conservación de su entorno natural, ambiental, de su patrimonio histórico, de consumo responsable y en una variada programación cultural que le han hecho merecedor del galardón de Pueblo Ejemplar 2022, donde destacan el Mes del Teatro, el Premio de Poesía en Llingua Asturiana Fernán Coronas y la Semana Cultural del Padre Galo, entre otras.
El galardón, dotado con 25.000 euros, que el pueblo recibe este fin de semana de manos de los Reyes y sus hijas durante la jornada posterior a la ceremonia de entrega de los Premios Princesa de Asturias, que se celebran en Oviedo, será un gran día que pasará a la historia del lugar.
¿QUÉ VER CERCA DE CADAVEDO?
MIRADOR DE CABO BUSTO (9 km)
Desde el pueblo de Busto parte un agradable sendero circular con vistas extraordinarias que recorre el cabo y discurre entre pinos y helechos. Asomado a las playas de arena y cantos rodados que quedan a los pies, a lo largo de sus 7 kilómetros, acompañados del rumor del mar, se pasa por delante del faro y por una sucesión de poéticos miradores. Quien pasa por Busto no se resiste a hacerse con los famosos dulces de su obrador.
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LUARCA (16 km)
El promontorio de la Atalaya es el mejor lugar para empezar a descubrir este pueblo costero de bella estampa, allá arriba está la ermita de la Virgen Blanca, el faro, el cementerio –con la tumba del luarqueño Severo Ochoa– y la Mesa de los Mareantes, en la que tiempo atrás se sentaban los marineros del lugar para decidir si se hacían a la mar. Después hay que bajar al puerto, en torno al cual gira la vida de este enclave marinero, con sus terrazas junto a los barcos de pesca. Hacer alguno de sus paseos autoguiados, cruzar el puente del beso y perderse por el jardín botánico de La Fonte Baxa son otros de sus atractivos.
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PLAYA DEL SILENCIO (14 km)
Andando un kilómetro desde el pequeño pueblo de Castañeras se alcanza este magnético arenal envuelto por una densa vegetación atlántica que también es conocido por el nombre del Gavieru. Su deslumbrante belleza sorprende mucho antes de asomarse a su mirador, desde donde se admira una caleta de cantos rodados de 330 metros escoltada por acantilados, con cuevas, alguna vieja caseta de pescadores y bañada por unas aguas tranquilas. Si la llegada coincide con la hora de la puesta del sol se asistirá a un atardecer inolvidable en este rincón del agreste Paisaje Protegido de la Costa Occidental.