En el bulevar roosevelt, en pleno centro de la capital, el viento agita hoy la bandera luxemburguesa, pero por aquí han pasado otros muchos estandartes y colores, incluida la cruz de Borgoña española. Es lo que tiene ser un territorio estratégico en el corazón de Europa . Fruto de esos avatares históricos, hoy el Gran Ducado se concentra en apenas 2600 km2, cuenta con tres lenguas oficiales y se encuentra entre los tres países con mayor PIB per cápita del mundo. Muchos lo conocen solo por su papel en la Unión Europea y por su riqueza, pero cada vez son más los que están descubriendo este país pequeño en superficie, pero sobrado de encanto.
Para explorar las sorpresas que atesora, hay que comenzar por su capital. Situada al sur del país, y abrazada por los ríos Alzette y Pétrusse, el casco antiguo de la ciudad de Luxemburgo se levanta en una ubicación espectacular, un promontorio rocoso bordeado por el tajo de sus ríos, que crean un bello y gigantesco foso natural. Se divisa a la perfección durante un agradable paseo por el Camino de la Corniche, un trazado que, a modo de balcón –de los más hermosos de Europa–, serpentea por las antiguas murallas de la ciudad y permite disfrutar de las vistas del barrio bajo del Grund. Adornado de frondosos jardines, este fue antaño un distrito obrero, pero hoy en él abundan los cafés con estilo, las galerías de arte y las casitas de tonos pastel. De vuelta en la ciudad alta, queda otra visita imprescindible: las casamatas del Bock y de la Pétrusse, antiguas defensas militares de la ciudad, construidas en parte durante la época de dominio español.
Ponemos ahora rumbo al norte, a las Ardenas luxemburguesas, una región de bellos paisajes, repleta de colinas boscosas y pueblos de postal . La autopista A7 conduce, en apenas 50 minutos, a Esch-sur-Sûre, un pueblecito pintoresco que se acurruca a orillas del río que le da nombre. Merece la pena pasear por sus calles empedradas y ascender hasta las ruinas del antiguo castillo. A solo un kilómetro al oeste de allí se encuentra el lago del Alto Sûre, que forma parte del parque natural del mismo nombre. Es el lugar ideal para darse un baño, hacer esquí acuático o incluso practicar submarinismo. Las aguas del lago, que zigzaguean por el valle, son también muy apreciadas por los amantes del piragüismo.
Seguimos en dirección al norte hasta Clervaux, a 30 minutos por carretera, para visitar en su castillo la exposición fotográfica permanente Family of Man, alabada por la Unesco. A media hora está el pueblo de Vianden. Aquí hay dos citas ineludibles: su imponente castillo, cuya estampa parece sacada de un cuento, y el telesilla, que, además de acercarnos hasta la fortaleza, nos permite disfrutar de unas vistas incomparables .
Si los paisajes de las Ardenas son un espectáculo natural , las estampas de la región de Mullerthal, al este del país, son incluso más cautivadoras. Conviene iniciar el recorrido por esta parte del ducado en Echternach, la localidad más antigua de Luxemburgo. Conserva un notable patrimonio, como su abadía benedictina del siglo VII o una villa romana, la más grande al norte de los Alpes. Para los amantes de la naturaleza, de aquí parte la ruta Mullerthal, una senda de 112 kilómetros que recorre los hermosos paisajes de la región, plagada de formaciones geológicas, cascadas y bosques que le han valido el apelativo de “Pequeña Suiza”.
Más al sur, el Mosela, que ejerce de frontera natural con Alemania, atrae a los amantes de las rutas en kayak –también se puede navegar en crucero–, pero sobre todo riega con sus aguas los viñedos que tapizan la orilla oeste del río. Las localidades de Remich y Grevenmacher son el mejor lugar para degustar los vinos de varias bodegas (Caves St Martin, Bernard Massard...), en las que explican los secretos de su joya más preciada: el crémant, un delicado vino espumoso de fama internacional.
No dejes de...
Visitar Esch-sur-alzette. En 2022, la segunda ciudad más poblada del Gran Ducado ostenta el título de Capital Europea de la Cultura (esch2022.lu), y cuenta con una apretada agenda de actos y eventos culturales. Entre otros, destaca el REMIX Festival, que reunirá a diferentes artistas –con especial atención a la música local–, pero también ofrecerá espectáculos de danza, performances, talleres de diseño y un festival de música electrónica: NightSongs.
Guía práctica
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