Los últimos meses del año suelen presentarse a escapadas de fin de semana con la lenta cadencia de esta estación que viste la naturaleza de tonos multicolor y nos impulsa a buscar el placer de caminar o de vivir experiencias nuevas antes de que dé comienzo el invierno. La comarca de la Sierra de Francia ofrece un montón de actividades donde la naturaleza, unos cuantos pueblos llenos de tradición y la gastronomía son los grandes protagonistas.
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¿DÓNDE ESTÁ LA SIERRA DE FRANCIA?
No está en el país vecino, no, sino en la polifacética Salamanca. El motivo de este nombre no es otro que el número de franceses que se afincaron en estas tierras a finales del siglo XI con el beneplácito de Alfonso VI. Las consecuencias más evidentes se perciben en su arquitectura, con casas entramadas al estilo francés, en términos geográficos como la Peña de Francia o en apellidos como Gascón, que se siguen perpetuando por aquí.
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Recorrer los kilómetros que separan la capital salmantina de este territorio –76 km. entre Salamanca y La Alberca, una de sus principales poblaciones– regala un catálogo variado de paisajes, de construcciones típicas e incluso de modo de vida. Por la ventanilla del coche se ven fincas de ganado y dehesas. La vegetación y las montañas casi ocultan algunos de los atractivos más recomendables de la sierra. Sin embargo, con las indicaciones precisas, podrás disfrutar de los colores otoñales y conocer rincones impregnados de magia, bodegas que resumen el esfuerzo de sus gentes y pueblecitos de postal.
RUTAS SENDERISTAS QUE SON CAMINOS DE ARTE
En la Sierra de Francia se pueden realizar numerosas rutas, pero algunas de ellas son tan especiales que, sin duda, destacan por méritos propios. Si eres aficionado a coger setas, aquí encontrarás tu paraíso micológico particular. Otra opción son los Caminos de Arte en la Naturaleza, cuatro itinerarios que enlazan varias localidades. El Camino del Agua une Mogarraz y Monforte de la Sierra, el Camino de las Raíces discurre alrededor de La Alberca, El Asentadero-Bosque de los Espejos enlaza San Martín del Castañar, Las Casas del Conde y Sequeros y el último es el Camino de los Prodigios.
Si se busca un sendero corto, apto para todos los públicos y, de verdad, lleno de magia, hay que recorrer el Camino de los Prodigios. Es circular, discurre entre Miranda del Castañar y Villanueva del Conde y sus 10 kilómetros permiten disfrutar del entorno de la Reserva de la Biosfera de las Sierras de Béjar y de Francia, con sus robles, olivos, alcornoques, madroños, puentecitos, bancales y... ¡obras de arte! La verdadera fantasía de esta senda consiste en localizar los prodigios colocados aquí y allá, piezas artísticas de gran tamaño, acertijos, o incluso elementos del tamaño de una nuez, que han salido de la imaginación de artistas como Félix Curto, Alfredo Omaña, Marcos Rodríguez y Pablo S. Herrero. Los senderos puede realizarse por libre con la ayuda de un mapa que puede descargarse de la web (salamancaemocion.es).
PUEBLOS Y SABOPRES SERRANOS
Una escapada de fin de semana a la Sierra de Francia, además de rutas senderistas, tiene que incluir algunos de los pueblos más bonitos de la zona. Y uno que no debe faltar es Mogarraz (mogarraz.es), conocido como 'el pueblo de las caras pintadas' por los retratos de sus vecinos que cuelgan de las fachadas. Inicialmente fueron 388 las personas que posaron para la foto en 1967, cuando tuvieron que renovar el DNI. El artista local Florencio Maíllo pintó esos cuadros a partir de unos negativos hallados por casualidad, pero las peticiones no han dejado de llegar y van aumentando cada vez más los retratos. Además de pasear por las calles del pueblo no hay que marcharse de él sin pasar por el restaurante Mirasierra (restaurantemirasierra.com) y disfrutar de la cocina tradicional: cabrito cuchifrito, chuletas de morucha, papatas meneás o limón serrano, entre otros.
La ruta continúa en los cascos históricos de Miranda del Castañar, con sus viviendas con tramoneras y fachadas esgrafiadas; San Esteban de la Sierra, en cuya plaza Mayor se encuentra el restaurante La Botica; o Montemayor del Río, cuya magnífica fortaleza acoge el restaurante Castillo de Montemayor del Río (restaurantecastillomontemayor.com), reconocido con un Solete Repsol. También se disfruta de la buena mesa en El Pipero (elpipero.es), en Santibáñez de la Sierra, un lujazo de cocina tradicional casera junto a una piscina natural. La ruta no estará completa sin acercarse a La Alberca, quizás el más conocido y visitado de los pueblos de la Sierra de Francia y el primero en España en ser declarado conjunto histórico.
Para mantener en la memoria y el paladar el fin de semana en la Sierra de Francia, nada mejor que llevarse unos recuerdos gourmet: jamón o embutidos ibéricos, hornazo, perrunillas o el aceite Soleae (soleae.com), un excelente producto que proviene de un proyecto familiatr, rural y sostenible con olivares que crecen diseminados por las laderas de esta sierra. Y si apetece rematar el fin de semana haciendo un poco de oleoturismo en Soleae –en Herguijuela de la Sierra, muy cerca de La Alberca– se pueden visitar los olivares centenarios y hacer una cata de aceite además de aprender todos los secretos de este apasionante mundo.
EXPERIENCIAS EN BODEGAS
Brindar con una copa de vino tras hacer una ruta senderista es tan sencillo como pasar por alguna de las bodegas que salpican la Ruta del Vino de la Sierra de Francia (experienciasrutadelvinosierradefrancia.com). Son solo siete, por lo que, incluso, se puede hacer la ruta enoturística completa. Tras un día de bodega en bodega habrás descubierto tres cosas importantes: que los vinos de la DOP Sierra de Salamanca (dosierradesalamanca.es) se elaboran con uva rufete, que no es sencillo cultivar los viñedos en bancales y que el jamón de Guijuelo es un acompañamiento perfecto.
En Mogarraz está la bodega La Zorra (vinoslazorra.es), donde elaboran ricos tintos, rosados y blancos, y además las catas se acompañan de deliciosos bocados. Vinos se pueden seguir degustando en alguna de las tres bodegas de San Esteban de la Sierra: Don Celestino, Tiriñuelo o El Abuelo Flores (bodegaelabueloflores.es), que ofrecen visitas a medida y catas en sus instalaciones. La ruta continúa después en Bodegas Rochal, de Santibáñez de la Sierra, y Cuarta Generación (bodegascuartageneracion.com), en Sotoserrano. Y el recorrido enoturístico concluye en Cámbrico (cambrico.com/), en Villanueva del Conde, que organiza paseos por sus viñedos cultivados en bancales y una cata en su moderna bodega.
Una cascada, un santuario y una colección de pueblos bonitos en la Sierra de Francia
LA RUTA DE LOS LAGARES RUPESTRES
Otra propuesta para descubrir el patrimonio de la Sierra de Francia, en este caso el histórico, es hacer la ruta de los Lagares Rupestres en San Esteban de la Sierra (sanestebanrutalagares.com) –unas pequeñas estructuras de piedra que se encuentran dispersas por los campos y que se utilizaban en la elaboración del vino–. En la comarca se han localizado más de cien lagares formados por dos cavidades excavadas en grandes piedras de granito. En la mayor se situaba la uva y en la otra se recogía el vino tras presionar el fruto en la primera. El itinerario completo es circular y tiene una extensión de unos 13 kilómetros –unas 5 horas de caminata–. Sin embargo, podemos elegir los más cercanos a San Esteban de la Sierra y acortar la ruta. Solo un consejo: lleva un buen calzado, porque hay que andar campo a través.