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SÁBADO MAÑANA
La plaza Stortget, en el corazón de Gamla Stan, el casco antiguo de Estocolmo, es el mejor lugar para tomar el primer contacto con la capital sueca y de paso visitar el museo dedicado a los Premios Nobel. De la plaza se llega caminando por un magnífico laberinto de encantadoras calles adoquinadas y pintorescas casas pintadas de colores, especialmente la principal y más animada Västerlanggatan, hasta la Birgen Jarls Torn, una torre defensiva a orillas del agua que fue mandada construir allá por el siglo XVI por el fundador de Estocolmo.
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La siguiente parada lleva al Palacio Real. El que durante mucho tiempo fue residencia privada de la Familia Real sueca, hoy está reservado a actos oficiales y a visitas, porque en su interior acoge varios museos. Es en este mismo lugar, donde todos los días, a mediodía, se celebra el cambio de guardia con toda la pompa y solemnidad que requiere el acto.
Frente al Palacio, si hay tiempo, vale la pena hacer una incursión en el Museo Nacional para admirar obras de los célebres Rembrandt, Gauguin o Degas. Desde él y antes de comer, merece la pena cruzar a las cercanas Kungsholmen y Djurgarden, dos de las 14 islas en que se divide la ciudad. La primera para contemplar el edificio más emblemático de la ciudad, el Ayuntamiento, el mismo en el que cada año el 10 de diciembre tiene lugar la ceremonia de los Nobel. Y la segunda, por cruzar el puente Djurgardsbron y conocer su frondoso paisaje, visitar el museo Skansen (skansen.se/en), el primero al aire libre del mundo, y sentarse a disfrutar del ambiente del bar-restaurante Strandbryggan (strandbryggan.se). Otro museo, el de la Ciudad de Estocolmo (stadsmuseet.stockholm.se) organiza un divertido recorrido para seguir los pasos de Mikael Blomkvisty Lisbeth Salander, protagonistas de la trilogía de Millenium.
LA HORA DE LA COMIDA
En Skansen, la mejor opción es comer en el restaurante de la galería de arte de Liljevalch (liljevalchs.se). Pero también se puede disfrutar del clásico bufet sueco, llamado smörgasbord, en, por ejemplo, el restaurante Sollidden (skansen.se/en/restaurang-solliden), uno de los más bonitos de esta zona. Otra opción es deleitar al paladar en Den Gyldene Freden (gyldenefreden.se/mat-dryck), en Gamla Stan, donde saborear platos tradicionales sueco en el restaurante más antiguo de Estocolmo.
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De ruta por la idílica costa occidental de Suecia
SÁBADO TARDE
La tarde puede emplearse bien en conocer el museo Waldemarsudde (waldemarsudde.se); deambular por las calles del barrio de City entre elegantes centros comerciales hasta la plaza Hotorget; conocer la curiosa arquitectura de la Stadsbibliotel, la Biblioteca Nacional; descubrir alguno de sus cafés con más encanto, como el Café Art, en Gamla Stan; y acabar el día en la Centralbadet (centralbadet.se), un espacio con piscina, sauna, gimnasio y jardín ubicado en un edificio de estilo art nouveau de 1904 perfecto para relajarse. Aunque los más noctívagos preferirán cerrar la jornada en los locales del animado barrio de Östermalm.
Después de un primer día en la capital de Suecia, nada mejor que elegir un buen hotel para descansar y afrontar con fuerzas la segunda jornada. El hotel Hobo, de diseño industrial, está en una zona céntrica de la ciudad, a 200 metros de la plaza Sergels Torg y a 500 metros del parque Kungsträgården. Buena elección también, el hotel Frantz, BW Premier Collection, en el distrito de Södermalm.
Puedes hacer un free tour por el barrio de Södermalm
DOMINGO MAÑANA
Para empezar el día qué mejor que hacer un recorrido en barco por las aguas del Malaren desde las inmediaciones de la plaza Karl XII, en el parque Kungsträdgarden, en el barrio de la City para apreciar la ciudad desde otro punto de vista. La hora de la comida puede coincidir con la visita al Museo de Arte Moderno de Estocolmo (modernamuseet.se/stockholm/en), cuya ampliación en 1998 es obra del arquitecto español Rafael Moneo, porque además de su colección de obras de arte que incluyen a Picasso, Dalí o Matisse, su restaurante ofrece otros bocados de arte.
DOMINGO TARDE
El domingo por la tarde se puede optar por visitar el museo más singular de Estocolmo, el que reúne trajes, canciones, letras y películas del más famoso grupo musical sueco, Abba, situado en la isla de Djurgården.
Buena opción también es ir en busca de las mejores vistas panorámicas de la ciudad, ya sea desde la Kaknastornet, la torre de la televisión, de camino al barrio de Ostermalm; desde las dos góndolas esféricas y acristaladas que ascienden a la cima del Globen Arena, el edificio esférico más grande del mundo, o desde la isla Södermalm, la más sureña de la ciudad, cuyo bohemio barrio de SoFo reúne algunas tiendas de diseñadores suecos.