PARADOR DE AIGUABLAVA
Para los aficionados al diseño y al arte, este establecimiento de Paradores es un lugar ideal, pues en 2020 reabrió sus puertas después de una rehabilitación que le da dado un aspecto más moderno y vanguardista. Se levanta en un lugar privilegiado sobre el Mediterráneo, en lo alto de la Punta d’es Muts, rodeado de naturaleza y asomado al acantilado. En el interior, una de las grandes novedades es el spa panorámico, con vistas a la cala de Aiguablava. El lugar perfecto para mimarse y desconectar de todo.
Después del chapuzón se puede disfrutar de la extensa colección de arte contemporáneo que cuelga de sus paredes. La muestra recoge una amplia representación de piezas gráficas y algunos óleos de gran formato como Monegros, de José Beulas, Cennino Cennini o el libro del arte, de Modest Cuixart, o pintura abstracta de Joan Hernández Pijuán. También hay piezas de destacados artistas como Salvador Dalí, Rafael Durancamps, Antoni Clavé, Josep María Subirachs, Antoni Tápies o Joan Miró.
PARADOR DE LA PALMA
La Isla Bonita es el destino soñado por los amantes de la naturaleza, la tranquilidad, los deportes de aventura y la astronomía. Reserva Mundial de la Biosfera posee una gran diversidad de ecosistemas, pues en apenas unos kilómetros se puede disfrutar de paisajes volcánicos, grandes acantilados, costas áridas y bosques de laurisilva. El Parador de La Palma, entre el aeropuerto y la capital, Santa Cruz de La Palma, es el lugar perfecto para conocer todos sus rincones, especialmente sus dos lugares imprescindibles: el Parque Nacional de la Caldera de Taburiente y el Roque de los Muchachos.
Ocupa un edificio de arquitectura típica canaria, con paredes blancas y balcones de madera, extensos jardines con numerosas especies, entre ellas algunas autóctonas como dragos, tajinastes y tabaibas y una piscina con espectaculares vistas al Atlántico.
PARADOR DE EL SALER
Está ubicado en un lugar excepcional, entre el Parque Natural de La Albufera y el Mediterráneo y se mire donde se mire, alrededor solo se ve naturaleza. Su arquitectura está perfectamente integrada en el paisaje de dunas y el bosque de pinos que lo rodea, y la playa queda a tan solo unos metros. Los huéspedes se relajan paseando por la natursenda que recorre el campo de golf que rodea el edificio del Parador, y desconectan en el spa, que cuenta con una amplia piscina, jacuzzi y una moderna cabina para tratamientos individuales o en pareja.
El Parador de El Saler es modelo de hotel sostenible. El agua se calienta con energía solar y la que se usa se depura para regar el campo de golf. Además, realiza múltiples acciones para conservar la flora y fauna y ayudar a la preservación de especies en peligro de extinción, como la plantación de más de dos millones de semillas y dos mil plantas autóctonas.
PARADOR DE BAIONA
Al sur de las Rías Baixas, protegida del mar abierto por una preciosa bahía y con las islas Cíes de fondo, la península de Monterreal es un lugar privilegiado en la que se levanta la fortaleza que acoge el Parador de Baiona. Un edificio elegante, con salones señoriales, escaleras de piedra y habitaciones con vistas al mar.
Las mismas panorámicas espectaculares se contemplan sentados a la mesa de sus dos restaurantes, donde saborear gastronomía gallega de calidad: Torre del Príncipe y el Enxebre A Pinta, que ofrecen exquisita cocina tradicional basada en pescados y mariscos de la zona, y carnes de ternera gallega. En el Enxebre se degustan platos tan vinculados a la zona como el pulpo a feira, la empanada, los quesos, las zamburiñas o las vieiras, entre otros.
PARADOR DE CÁDIZ
Una joya moderna del diseño con impresionantes vistas a la bahía desde cualquier rincón, ya sean sus terrazas, sus diáfanas habitaciones, su exclusiva piscina o el relajante spa…, y el Atlántico en el horizonte. Este ha sido reconocido en los últimos años como uno de los más sobresalientes de España y combina a la perfección con la arquitectura contemporánea de todo el edificio. Para dejarse mimar, toda una variedad de rituales de belleza y tratamientos.
Magníficas vistas al océano también se contemplan desde el restaurante y la tapería, mientras se degustan exquisitos manjares de la tierra y el mar, como los erizos, la tortillita de camarones, las papas aliñadas o el atún de almadraba.