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Pueblos de sabor serrano a la sombra de Gredos

En el entorno de este espacio natural protegido, estas pequeñas villas ofrecen arquitectura popular, vistas e infinidad de rutas por la montaña


Actualizado 16 de septiembre de 2022 - 12:38 CEST
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ARENAS DE SAN PEDRO 

Por su clima benigno, Arenas de San Pedro contó desde hace mucho tiempo con el beneplácito de la nobleza y el clero, por eso, antes que pueblo fue convento, por el que pasó Fray Luis de León. Con sus piedras se construyó el gran edificio de esta localidad serrana, que es conjunto histórico son: el castillo del Condestable Dávalos, de Don Álvaro de Luna o de la Triste Condesa, que por los tres nombres se conoce. Sus otros grandes atractivos están a unos kilómetros y son el santuario de San Pedro de Alcántara, el último convento que erigió el santo extremeño, y las Cuevas del Águila. 

 No dejes de:

  • Visitar el castillo, cuya torre del homenaje y adarve están abiertos como museo y sala de exposiciones 
  • Admirar la fachada del palacio de la Mosquera o del infante don Luis de Borbón y Farnesio, obra del gran arquitecto Ventura Rodríguez 
  • Pasar unas horas en las piscinas naturales de Arenas 
  • Hacer una ruta senderista por el embalse de Riocuevas con magníficas vistas a la sierra de Gredos

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GUISANDO 

Cerca de Arenas de San Pedro, al pintoresco pueblo de Guisando lo animan las aguas cantarinas del arroyo que lo cruza y del que Cela llegó a decir que era «quizás el pueblecito de más bellas vistas de toda España». Es conjunto histórico y su belleza se refleja en sus plazas irregulares, fuentes, casas de mampostería y calles de sabor andaluz, con fachadas de gigantescos aleros y generosas solanas de madera que imitan el palacio de Yuste. Pero es también su naturaleza la que atrae a este lugar, punto de partida de las rutas que llevan a dos destacadas cumbres: La Mira y Los Galayos.  

No dejes de: 

  • Fijarte en la Casita Blanca, que evoca la arquitectura de Marruecos 
  • Bañarte en sus piscinas naturales: el Charco del Risquillo y el Charco Verde 
  • Pasar por la Casa del Parque El Risquillo, centro de interpretación sobre el Parque Regional de Gredos. 
  • Seguir la senda del Nogal del Barranco, árbol centenario y singular 
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CANDELEDA

Más que de Ávila, este pueblo del valle del Tiétar parece de Extremadura, que queda próxima. Y así es porque su casco histórico lo recorren calles estrechas, con casas con entramados de madera –como la colorida Casa de las Flores o la Casa de la Judería. Y también por sus piscinas naturales, que brotan de la garganta de Santa María y salva el puente Viejo. Nadie se pierde la plaza del Castillo y la iglesia de la Asunción, los sequeros de pimientos –con los que se elabora el famoso pimentón de la zona– y el santuario de Nuestra Señora de Chilla, en medio de un vergel deslumbrante de robles y castaños. 

No dejes de: 

  • Visitar el museo etnográfico 
  • Pasar por la Casa de la Judería, una antigua casa de la Inquisición convertida en un espacio cultural y gastronómico. 
  • Entrar en el Museo del Juguete de Hojalata 
  • Recorrer los molinos y chozos desperdigados por su entorno 
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MOMBELTRÁN

De los pueblos que forman el barranco de las Cinco Villas, con las montañas de Gredos como telón de fondo, Mombeltrán sobresale por su castillo de los Duques de Alburquerque, que se divisa desde muy lejos en lo alto de un cerro. Andando por sus calles y la plaza del Ayuntamiento y de la Corredera se ve un buen conjunto de arquitectura popular, casas blasonadas, el antiguo hospital de peregrinos de San Andrés, la iglesia de San Juan Bautista y el rollo jurisdiccional.  

No dejes de: 

  • Reservar la visita al castillo, de propiedad privada. 
  • Prestar atención a su rico patrimonio popular: fuentes con pilones de piedra, entramados de madera, adobes, paredes encaladas, balconadas, grandes aleros... 
  • Tomar el sendero PR-AV-49 para enlazar a pie las Cinco Villas. Es circular, está señalizado con marcas blancas y amarillas, y tiene salida y fin en cualquiera de los pueblos. En total son 17 kilómetros (5 horas) y dificultad baja. 
  • Darte un baño en las pozas naturales de Playas Blancas
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NAVACEPEDA DE TORMES

La mano del oso pardo que se encentra en la puerta de la iglesia desde el siglo XV es el símbolo más reconocido de este pequeño pueblo de la sierra de Gredos tras la cual no solo hay una leyenda sino que de la que el mismo Hemingway hizo mención en su novela Por quién doblan las campanas. En el valle del alto Tormes, atrae por sus estrechas calles jalonadas con casas de piedra, pero, sobre todo, por sus vistas a las cumbres graníticas, su aire seco y fresco, sus arroyos que corren por la piedra pulida...  

No dejes de: 

  • Bañarte en el Pozo de las Paredes (en la imaegn)
  • Entrar en su iglesia de San Juan Bautista, de estilo románico 
  • Tomar la carretera de la Plataforma para hacer alguna excursión por la sierra 
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CUEVAS DEL VALLE 

A los pies del puerto del Pico, el pueblo más alto del Barranco de las Cinco Villas hace honor a su nombre, pues se encuentra encajonado en él. Si entretenido es el paseo por sus calles de rica arquitectura popular, que parten de la plaza Vieja, no lo es menos ponerse a andar por la calzada romana que sube hacia el puerto como lo hacía el ganado trashumante mucho tiempo atrás. 

No dejes de:

  • Pasear por la calle Real y la de los Soportales 
  • Admirar sus dos ermitas románicas 
  • Acercarte al paraje Las Morañegas para visitar el yacimiento de las tumbas moras 
  • Disfrutar de la piscina natural El Pontón 
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SAN ESTEBAN DEL VALLE 

Como las de Santa Cruz, el más próximo a este otro pueblo del Barranco de las Cinco Villas, a solo 4 kilómetros, las calles de San Esteban también son empinadas y además estrechas. Aquí nació el mártir San Pedro Bautista, y fue el primer municipio de los cinco en conseguir el título de villa por privilegio real. Su iglesia de San Esteban, levantada sobre un altozano que domina toda la localidad, es su monumento más señero. 

No dejes de:

  • Acercarte a la piscina natural de la Garganta 
  • Tomarte un descanso en el parque de Don Felipe Robles, junto a su fuente 
  • Pasar por la iglesia de San Esteban desde donde se domina todo el Barranco
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SANTA CRUZ DEL VALLE 

El pueblo más al sur del barranco de las Cinco Villa es Santa Cruz y también el que ofrece las mejores vistas. Su laberíntico entramado urbano es de lo más entretenido, porque sus casas, fuentes, pasadizos y rincones se adaptan a la empinada pendiente. Hay que fijarse en el rollo jurisdicional y prestar atención a la iglesia y las pinturas murales que reproducen importantes cuadros y lucen un buen número de fachadas.

No dejes: 

  • Buscar en sus calles los murales de La muchacha en la ventana de Dalí, el Guernica de Picasso, La Vendimia de Goya... 
  • Visitar la Casa del Reloj, que acoge el Museo de Arte Contemporáneo 
  • Entrar en el Museo del Aceite, ubicado en la antigua almazara 
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NAVARREDONDA DE GREDOS

El Parador que el rey Alfonso XIII inauguró en 1928, el primero de la red, rodeado de pinares, da la bienvenida a este pueblo serrano que es el punto de partida perfecto para realizar múltiples excursiones por el macizo de Gredos. Entre sus monumentos destaca la iglesia gótica de la Asunción, varias ermitas y arquitectura popular, como el potro de herrar y la fragua, testigos de otra época y de otros oficios. También lo son los restos de calzada y un puente de piedra utilizado para la trashumancia del ganado. 

No dejes de: 

  • Pasar una (o más) noches en el Parador de Gredos 
  • Seguir alguna de sus rutas de senderismo, como la que lleva al nacimiento del Tormes o la de Chorreras. 
  • Acercarte a las Charcas de Valdeascas, a 10 minutos a pie de Navarredonda. 

Refugios donde acurrucarnos este invierno con mantita y buena cocina

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HOYOS DEL ESPINO 

A este pueblo serrano llegan los que les gusta la naturaleza, la montaña y el turismo activo, porque Hoyos del Espino es la puerta de entrada a la sierra de Gredos. También los que buscan cielos estrellados, porque estos son perfectos para observación astronómica. Desde aquí sale la carretera a la Plataforma, punto de partida de diversas rutas de senderismo, entre ellas las que llevan a enclaves como la Laguna Grande, el Circo de Gredos, El Almanzor. Más próximos los monumentos que se descubren en sus calles, como el santuario mariano de la iglesia de Nuestra Señora del Espino, el crucero gótico y sus fuentes, con más de 70 en el municipio. 

No dejes de: 

  • Refrescarte en alguna de sus charcos, como el del Puente del Duque, en la carretera de la Plataforma 
  • Beber agua en la Fuente del Pilar, la de El Venero y la de la Chorra, un sarcófago visigodo reutilizado como pilón. 
  • Trepar por los árboles en el Parque de Aventura Pinos Cimeros 
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EL BARCO DE ÁVILA

En este bonito pueblo que baña el Tormes hay dos paseos imprescindibles: la calle Mayor, su eje principal, donde van saliendo al paso algunos de sus lugares de interés; y el que recorre la orilla del río, con nuevos descubrimientos de este «barco varado» en sus aguas: el puente medieval, la ermita del Cristo del Caño, la magnífica iglesia de la Asunción, la muralla, o el imponente castillo de Valdecorneja, donde residió el Gran Duque de Alba.

No dejes de:

  • Informarte en la oficina de turismo sobre la ruta de 3,5 kilómetros que enlaza, a pie o en bici, los espacios y edificios más relevantes del pueblo, todos con señalización interpretativa. 
  • Asistir a algún evento cultural en el castillo de Valdecorneja, y ahora acoge representaciones culturales  
  • Visitar el Museo de la Judía, la preciada legumbre con denominación de origen que tanta fama ha dado a la villa 

 

De Villatoro a El Barco de Ávila, paleta de pintores

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¿CÓMO LLEGAR A LA SIERRA DE GREDOS?    

Ubicada en el sur de la provincia de Ávila el acceso a este espacio natural protegido dependerá del pueblo que vayamos a visitar. Desde Ávila, localidades como Hoyos del Espino quedan a una hora por carretera, al igual que San Esteban del Valle, situada más sur. Desde Ávila a Arenas de San Pedro se tarde aproximadamente una hora y cuarto por carretera. Para salir de Ávila en dirección a la sierra habrá que tomar la N-502. 

Desde Madrid, el parque regional se sitúa al oeste, podemos acceder por la M-501, conocida como la carretera de los Pantanos, en dirección San Martín de Valdeiglesias. Arenas de San Pedro queda a 2 horas de la capital. 

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EN GREDOS NO TE PIERDAS…  

LA CALZADA ROMANA   

Muchos siglos han pasado desde su construcción, en el I-II a. C., y aun así se encuentra entre las mejor conservadas de España. Unos 3 kilómetros de trazado entre el pueblo de Cuevas del Valle y el Puerto del Pico que en aquel entonces sirvió para conectar las dos mesetas. Hoy podemos realizar una ruta senderista por la calzada en dirección al puerto, sencilla, aunque en constante ascenso. Arriba –aproximadamente en hora y media, dependiendo de nuestra forma física– nos espera un mirador desde el que disfrutar de unas magníficas vistas de todo el barranco de las Cinco Villas. 

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CUEVAS DEL ÁGUILA   

Muy cerca de Arenas de San Pedro –a 9 kilómetros al sur– encontramos una de las mayores joyas del patrimonio geológico de Ávila. Las sorprendentes cuevas del Águila (cuevasdelaguila.com), a unos 50 metros de profundidad y formadas hace 500 millones de años por las corrientes de agua subterráneas. El recorrido por el interior, de unos 1000 metros, desciende por escaleras que van bordeando las galerías donde asombran sus muchas formaciones de estalactitas y estalagmitas de diferentes tamaños. 

La visita se realiza a pie, es necesario un calzado adecuado para evitar resbalones, y se hace acompañados de un guía que nos irá descubriendo los secretos de la cueva. El recorrido completo tarda aproximadamente 45 minutos. 

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LA LAGUNA GRANDE 

La excursión por excelencia en el Parque Regional de la Sierra de Gredos, en el que se encuentran las cumbres más elevadas del Sistema Central, es la que parte del pueblo de Hoyos del Espino para dirigirse al Circo de Gredos, la corona más alta y bella de todas. 

Nada más tomar la carretera que lleva a la plataforma –límite máximo para circular en coche que dejaremos en la zona de aparcamiento– sale la senda empedrada que sube zigzagueante en dirección al puerto de Candeleda. Al inicio en subida constante, y el último tramo en bajada, finalmente aparece ante nuestros ojos el vertiginoso circo a cuyos pies yace la Laguna Grande enmarcada por las inmensas cumbres. Una masa azul de agua de gran belleza, con 2,4 kilómetros de perímetro, que en verano adquiere tonos verdosos y que será el premio a la caminata. Para realizar la ruta hay que estar en forma, se tarda unas 2 horas y media –solo ida– y puede realizarse con niños. Por el camino tomaremos no una, si no muchas fotos de postal.