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Cinco jóvenes deseosos de diversión y aventura del pequeño núcleo de Maro, en la costa de Málaga, jugaban, como se jugaba antes, a ser piratas, a esconderse entre las rocas y a descubrir tesoros ocultos. Un 12 de enero de 1959, los jóvenes se adentraron en una pequeña cavidad cerca de los acantilados bajo los que hoy se sumergen los submarinistas, siguiendo a unos murciélagos. La estrecha entrada les hizo desistir ese día, pero un aventurero es un aventurero y al día siguiente, provistos con un martillo y una linterna, volvieron en busca de más historias, tesoros y misterios. Hasta que lo encontraron, ¡vaya si lo encontraron! Era la imponente cueva de Nerja, hoy todo un símbolo de este encantador pueblo de espíritu mediterráneo.
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¿CÓMO SE VISITA HOY LA CUEVA?
Una maravilla subterránea dividida en tres galerías: la baja, la alta y la nueva. La galería primera se divide a su vez en dos niveles y era la zona más accesible para los primeros habitantes de la cueva, dándole usos diversos desde hace más de 40.000 años. El nivel superior fue dedicado a la vida cotidiana: preparación de alimentos, aprisco para ganado, elaboración de cerámicas… y, en el nivel inferior, se han constatado numerosos enterramientos y ajuares funerarios que hacen ver el uso de este nivel como espacio espiritual y de rituales. Las galerías alta y nueva no están preparadas para la visita turística y es un espacio de estudio de biólogos, geólogos y arqueólogos.
En ambos niveles de la galería baja hay testimonios de cómo ha quedado reflejada en ellos la historia geológica y geográfica de la zona. Es como un libro que, a medida que avanzamos en su lectura, desvela los acontecimientos sucedidos desde hace millones de años. Es la del Cataclismo la sala más impresionante, donde pasar un buen rato contemplando, entre otras formaciones, su columna central, considerada la columna de caverna más grande del mundo, con 34 metros de alto y 18 de diámetro y en la que vemos los efectos de un terremoto sucedido en esta zona hace más de 800.000 años que hizo que inmensas piezas se desprendieran de las partes altas y cayeran al suelo.
Otra sala que sorprendente es la de los Fantasmas, pues desde ella se contemplan unas estupendas vistas de la cueva y sus impresionantes formaciones.
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LA VISITA NOCTURNA
La visita más especial se realiza durante la noche cuando un pequeño grupo de «exploradores» recorren la cavidad a oscuras iluminados por frontales y con un guía de excepción: Miguel Joven, el tan recordado Tito de la exitosa serie de televisión Verano Azul, vinculado a Nerja desde su infancia, monitor de actividades de aventura y cuya pasión y entusiasmo por este entorno nos transmite durante todo el recorrido. Calculamos una hora de visita, pero como el interés aumenta a medida que avanzamos, el tiempo se alarga. Nadie quiere perderse nada.
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Lo más especial, sin embargo, es el silencio del que se disfruta caminando por su interior, únicamente interrumpido por el goteo de alguna filtración de agua. Aunque son muy inferiores a las del pasado, la cueva sigue viva y se siguen formando estalactitas y estalagmitas, eso sí a un ritmo muy muy lento. Estas filtraciones no se ven fácilmente, pero Miguel Joven, nuestro guía de excepción, nos para en uno de esos puntos en los que si miras hacia arriba y abres la boca puedes beber un par de gotas del agua más mineralizada que hayas probado nunca.
La cueva parece no tener fin, pero apenas es un tercio de lo que se ha descubierto ¡y eso es solo el 30 por ciento del total!
Al finalizar la visita, la terraza de la cafetería devuelve al presente. En ella, con unas vistas inigualables de los acantilados y el mar, se disfruta de una amena charla con Miguel, en la que nos habla de sus inquietudes e ideas para regenerar el ecosistema natural autóctono de la costa de Nerja: un museo subacuático y un sistema de arrecifes artificiales multifuncionales para regenerar las praderas de posidonia y proteger los bancos de arena naturales de las playas...
ALGUNAS RECOMENDACIONES
¿Cuánto cuesta la entrada?
Las entradas hay que comprarlas con antelación porque de mayo a octubre se agotan pronto –siempre hay menos gente a primera hora de la mañana–. La Fundación Cueva de Nerja (cuevadenerja.es) organiza tres visitas a la cavidad: la visita general audioguiada (13 €), la visita nocturna con Miguel Joven (24 €), visita a la cueva + tren turístico (17 €).
¿Hay una visita gratuita?
Sí, de lunes a viernes, a las 9:30 y con aforo limitado a 60 personas se pueden adquirir entradas gratuitas. Se realiza online, 48 horas antes de la visita y con un máximo de dos entradas por persona.
¿Cómo ir vestido?
Es importante ir con calzado cómodo y no deslizante pues hay más de 460 escalones y en algunas zonas hay filtraciones de agua y el suelo puede resbalar. No es necesario llevar ropa de abrigo pues aunque se puede pensar que puede hacer frío en las profundidades de la tierra, la temperatura de la cueva está en torno a los 20º.
¿Cuánto dura la visita?
El horario de acceso a la cueva es de 9:30 a 16:30, la última hora de entrada a las 15:30. La visita dura aproximadamente 1 hora.
OTRAS ACTIVIDADES EN EL ENTORNO
Miguel, antes de finalizar del todo la visita, nos cuenta otras actividades apetecibles que podemos realizar en el entorno, como navegar en kayak por los acantilados de Maro y Cerro Gordo accediendo a rincones, baños y cascadas a los que no es posible llegar de otra manera que no sea por mar. Por supuesto, hacer submarinismo, y su versión más light, pero no por ello menos divertida, snorkel, en las aún cristalinas aguas de este mar azul, azul.
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Muy recomendable la playa de Maro o El Cañuelo, a la que se accede bien a pie por un empinado camino entre pinos y vistas espectaculares –la bajada puede durar unos 40 minutos; lo peor, la subida– o en un autobús que hace el servicio de bajada y subida durante la época estival, entre las 10 y las 20 horas, por 1,5 € por persona. Una vez allí solo queda disfrutar del mar, el cielo y del chiringuito tan estupendo que ofrece pescaítos bajo un techo de hojas de parra que dan la mejor sombra de la zona. ¡Ojo, la playa es de piedras y cantos!, aunque esto hace que el agua sea de una transparencia inusual y desde la orilla, incluso sin gafas de bucear, puedas ver infinidad de peces que se acercan sin miedo.