En torno al siglo I de nuestra era, el Imperio romano requería inmensas cantidades de oro para mantener un sistema monetario impuesto por el emperador Augusto. Tener oro y poder exhibirlo se convirtió para los romanos en símbolo de poder y riqueza. Y conseguirlo a toda costa, una empresa en la que, al menos durante un par de siglos, pusieron todo su empeño, costara lo que costara la extracción. Incluso aunque fuera necesario darle la vuelta al paisaje.
Para ti que te gusta
Lee 8 contenidos al mes solo con registrarte
Navega de forma ilimitada con nuestra oferta
1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
DÓNDE COMENZAR LA VISITA
La mejor forma de entender qué supone y por qué este rincón del corazón de El Bierzo ha acabado incluido en la lista del Patrimonio Mundial de la Humanidad es comenzar la visita por el Aula de Arqueología, que se localiza a la entrada de la localidad de Las Médulas, a muy pocos metros del aparcamiento.
Entre los paneles, maquetas y las explicaciones del recorrido guiado comienza a desvelarse el principal de los secretos de este paraje de perfiles puntiagudos. Los prospectores romanos se toparon aquí no solo con el mayor yacimiento conocido por Roma hasta entonces, también con la enorme dificultad que suponía su extracción, pues aquí el oro se encuentra en forma de diminutas partículas mezclado entre toneladas de arcillas rojas, gravas, limos y arenas.
Tras 200 años de explotación, se estima que los romanos solo pudieron sacar de aquí entre 4,5 y 5 toneladas del valioso metal. La forma que encontraron de hacerlo fue diluir las montañas lanzando trombas de agua a enorme presión por el interior de túneles. El barrizal resultante era cribado manualmente. Se calcula que unos 7800 hombres pulularían por este entorno componiendo una imagen de hormiguero humano.
EL MIRADOR DE ORELLÁN
Situado en la zona alta del yacimiento, el mirador ofrece una perspectiva única de este conjunto minero. Se accede por carretera desde un desvío a la izquierda antes de alcanzar la localidad de Las Médulas. El acceso en coche finaliza en un aparcamiento unos 500 metros antes de llegar a él.
No te lo pierdas: Eres un experto en León si conoces todos estos imprescindibles
EL RECORRIDO
El siguiente paso es recorrer el pueblo por su calle principal hasta alcanzar el Centro de Recepción de Visitantes de Las Médulas. De ahí parten las visitas que se adentran por el laberinto de covachas y senderos que lo recorre. De la mano de los guías es como mejor se entiende la forma de funcionar de aquella ingeniería capaz, por ejemplo, de recoger agua a un centenar de kilómetros de distancia y traerla hasta este lugar por canales desde lo alto de las montañas.
ITINERARIOS
Son varios los itinerarios señalizados que pueden seguirse por el interior de este espacio natural y todos ellos aportan nuevas perspectivas e información sobre cómo se acometió la explotación minera. De todos ellos, el circuito básico, parte de cual se puede recorrer con las visitas guiadas que arrancan del Centro de Recepción de Visitantes, es el conocido como Senda de las Valiñas.
Con o sin guía, este sendero señalizado adentra hasta el corazón mismo de la explotación minera y lleva hasta sus dos cavidades principales: la Encantada y la Cuevona, muy próximas la una de la otra. Tiene una longitud de 3,5 km y puede realizarse en una hora fácilmente y con niños, siempre que se lleve calzado adecuado.
EXPERIENCIA MINERA
Por debajo del mirador de Orellán se localiza la entrada a la galería del mismo nombre, en su momento uno de los túneles construidos por los romanos para proyectar las trombas de agua hacia su interior. El recorrido, de unos 100 metros de longitud, permite recrear la sensación de los mineros, que los excavaban a pico y pala y a la luz de pequeños candiles. De hecho, en las paredes son visibles los rastros de aquellas tareas, así como los lugares en los que colocaban los candiles para iluminarse. La visita, de unos 15 minutos, es guiada y se reserva en el tel. 620 24 93 06.
No te lo pierdas: Pueblos bonitos de León para anotar en tu agenda viajera
LAGO DE CARUCEDO
Entre las consecuencias paisajísticas de las labores mineras en Las Médulas está la formación de pequeños lagos. Este de Carucedo se formó por la acumulación de escombros arrastrados por las trombas de agua en la salida natural del valle. Hoy es un espacio natural de gran importancia para las aves. Cuenta con un área de servicios en el que está autorizado el baño.
CASA DEL MONUMENTO NATURAL DE LAS MÉDULAS
Junto al lago de Carucedo se localiza este otro centro de interpretación, con información precisa sobre los valores medioambientales que atesora uno de los parajes histórico-arqueológicos con más valor y belleza de España. Con mucha información sobre las diversas rutas señalizadas en él. Tel. 987 420 622.
LAGO SOMIDO
Otra de las formaciones lacustres relacionadas con la explotación aurífera. Se accede por un camino de tierra sin dificultad y señalizado en 3 kilómetros desde la localidad de Las Médulas.
ALOJAMIENTOS EN EL ENTORNO
En Carucedo se encuentra el hotel rural La Peregrina (laperegrina.es), de ambiente acogedor y cuidado. Cercana al yacimiento está la antigua casa rehabilitada de estilo rústico que acoge Cornatel Médulas (cornatelmedulas.es), en Borrenes. Otra buena elección es La Tronera (hotelrurallatronera.com), en Carracedelo, un encantador hotel de 8 habitaciones construido en piedra, madera de castaño y pizarra.
PARA REPONER FUERZAS
En Orellán, O Palleiro do pe do Formo (opalleiro.com) es un encantador hotel-restaurante con una cocina cuidada basada en verduras, carnes, caza y setas de la zona. También seleccionadas recetas francesas debido al origen de su propietaria y comida romana de la época del Imperio. En el mismo yacimiento está el bar Tapería O Camiño Real (tel. 987 42 28 72), que ofrece raciones abundantes para comer de tapas y picoteo en la terraza-jardín. En el restaurante del hotel La Tronera (hotelrurallatronera.com), de Carracedelo, el chef Miguel Martínez selecciona los mejores productos de la zona en cada época del año.