En Murcia es difícil ver agua en superficie. Aparte del Segura, la región apenas tiene ríos estables con caudal durante todo el año. Pero hay una excepción: la comarca del Noroeste, con sus sierras y valles, donde los bosques de coníferas y el rumor del agua corriendo por el río Mula o por el Alhárabe, a su paso por Moratalla, dan vida a un oasis de verdor y humedad
El noroeste es el rincón rural de la Región de Murcia, donde se han conservado algunos de los cascos históricos con más encanto (Caravaca, Cehegín, Mula) y la naturaleza ha sido más generosa con los tonos verdes. La primera muestra la encontramos en el Salto del Usero, a las afueras de Bullas. Las aguas del río Mula se precipitan desde un pequeño resalte de toba caliza de poco más de dos metros de altura a una profunda poza que, en verano, es una apreciada zona de baño.
Pero hay que seguir la autovía RM-15 hasta Caravaca y desviarse a Moratalla para adentrarse en la verdadera espesura del Noroeste. La sierra de Moratalla es, en realidad, un conjunto de serranías –Los Álamos, La Muela, Cerro de los Frailes, macizo de Revolcadores– reconocidas como uno de los parajes naturales más interesantes de la provincia. Grandes masas forestales, cumbres que en invierno suelen ver la nieve, valles solitarios, un río con caudal permanente y una variada flora y fauna hacen de ella un lugar privilegiado.
Perdida en este extremo montañoso, Moratalla conserva un tipismo especial y una estructura urbana de calles estrechas y empinadas en las que la vida discurre a un ritmo sosegado. El cercano camping de La Puerta, en las pozas naturales que forma el río Alhárabe, y las numerosas casas rurales repartidas por su término lo han convertido en la capital del turismo rural. Desde el camping se puede hacer una excursión sencilla por la senda que bordea el cauce hasta las pozas de Somogil.
Moratalla es la base ideal para descubrir su serranía. La excursión más clásica sigue la carretera RM-703 hasta El Sabinar, atravesando los campos de Béjar y San Juan. “Campo” es como se llama en esta comarca a las altiplanicies cultivadas con cereal. Tanto uno como otro están todavía habitados y en producción. Y son una delicia en primavera, cuando florece la lavanda; en otoño, cuando los chopos y nogales destellan brillos dorados; y en invierno,cuando se blanquean sus horizontes infinitos.
El Sabinar toma el nombre de las muchas sabinas que había en sus alrededores. La sabina albar, una subespecie de juníperos de crecimiento muy lento y madera muy dura, muy arraigada en esta zona. Aunque la mayoría se talaron, aún quedan unos buenos ejemplares a la salida del pueblo, hacia Nerpio o en el Calar de la Santa, la última pedanía murciana antes de entrar en la provincia de Albacete, situada a los pies de la sierra de Villafuerte.
Desde El Sabinar se puede regresar a Moratalla por la carretera que va a Zaén, bordeando el límite provincial, para visitar Benizar, pedanía que conserva un imponente fortín encaramado a una peña. En los alrededores del pueblecito abundan los sotos en los que crecen chopos, castaños, alisos y también fresnos y olmos.
Rincón de los Huertos es otra de las aldeas de montaña que resiste el despoblamiento. Se trata de un lugar casi olvidado de casitas blancas y pequeñas huertas en el que todavía se conserva algo de la arquitectura popular moratallense y al que se accede por un camino lateral que parte a la salida de las Casicas del Portal.
No dejes de...
Visitar el santuario de la Vera Cruz. De camino a Moratalla, tienes que subir al castillo de Caravaca para visitar este edificio barroco con portada de mármol rojo de la comarca, en torno al cual gira su historia y el sentir popular. El templo alberga el famoso relicario con forma de cruz de cuatro brazos, que, según la tradición cristiana, guarda un lignum crucis, es decir, un trozo del madero en el que Cristo fue crucificado.
Guía práctica
Guía práctica
Cómo llegar
Bullas, punto de inicio de la ruta, se encuentra a 58 kilómetros de Murcia capital. Desde el parque de la Murta se sigue la calle Camino del Río unos 500 metros, cuando acaba esta y el pueblo, surge, a la izquierda, un camino asfaltado de 1,5 kilómetros que lleva hasta el Salto del Usero. Desde aquí a Caravaca de la Cruz hay 20 kilómetros y 30 a Moratalla.
Qué ver
MULA. El Real Monasterio de la Encarnación, fundado a finales del siglo XVII por monjas clarisas y aún habitado por ellas; la plaza del Ayuntamiento y su entorno –donde se concentran la mayoría de iglesias y casas nobiliarias de la localidad–, el Museo del Cigarralejo, en el palacio de los marqueses de Menahermosa, con una completa colección de arte íbero (museosregiondemurcia.es), y el castillo de los Vélez, una de las fortalezas mejor conservadas de toda la región, son visitas obligadas (turismodemula.es).
CEHEGÍN. El casco antiguo, en torno al cerro del Puntarrón (turismocehegin.es).
CARAVACA DE LA CRUZ. Además del santuario de la Vera Cruz, la iglesia del Salvador es el templo más monumental de la ciudad y uno de los mejores ejemplos del Renacimiento en la Región de Murcia. También sobresalen el conjunto arquitectónico renacentista y barroco en torno a la plaza del Arco, el ayuntamiento y la antigua cárcel. Y los museos: el de la Vera Cruz; el Museo de la Fiesta (actualmente cerrado por obras); la Casa-Museo de los Caballos del Vino (museocaballosdelvino.com) y el Museo Arqueológico (turismocaravaca.com).
MORATALLA. Los restos del castillo y la iglesia de la Asunción, en la plaza mayor de la villa, junto a una balconada sobre la vega del río Alhárabe. A la plaza se asoman también algunas viejas mansiones con el revoco color calabaza de la arquitectura popular.
Dónde dormir
ALMUNIA (Caravaca de la Cruz, hotelruralmurcia.com). Hospedería en el casco histórico con una decena de habitaciones, todas diferentes, con un estilo propio: El Caballista, San Juan de la Cruz, la de los Templarios... Alojamiento moderno y muy agradable que fusiona espiritualidad y bienestar.
CÍRCULO ARTÍSTICO 1911 (Caravaca de la Cruz, circuloartistico1911.com). Hotel boutique en un edificio que data de principios del siglo XIX en pleno centro histórico, frente a la iglesia del Salvador, con habitaciones de decoración minimalista, con balcones, terraza privada y buenas vistas.
Dónde comer
EL OLIVAR (Moratalla, restauranteelolivar.es). Local de ambientación rústica con buen surtido de tapas en el bar y una carta sorprendente de platos mediterráneos y elaboraciones clásicas con técnicas vanguardistas. El buen hacer del chef Firo Vázquez le ha hecho merecedor de dos soles en la guía Repsol.
ASADOR CASERÍO INAZARES (asadorinazares.es), en la pedanía del mismo nombre, para degustar una comida serrana a base de carnes.
EL CASÓN DE LOS REYES (Caravaca de la Cruz, tel. 968 72 22 47). Cocina tradicional de la comarca con toques de autor y excelente calidad.