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San Juan, la playa madrileña donde aliviar el calor 

Los arenales naturales que se forman en este embalse a 50 kilómetros de la capital, entre San Martín de Valdeiglesias y Pelayos de la Presa, son una alternativa perfecta en la región para los que este año no quieren renunciar a la costa. 


Actualizado 16 de agosto de 2022 - 19:37 CEST

Madrid no tiene costa, pero sí parajes espectaculares donde darse un chapuzón, ¡y hasta playa! Son 14 kilómetros de arenales los que ofrece el embalse de San Juan, con zonas para bañistas y embarcaciones de recreo. La zona más solicitada de este entorno–que también alcanza las localidades abulenses de Cebreros y El Tiemblo– es la playa de la Virgen de la Nueva, que lleva ya varios años reconocida con la distinción de bandera azul, lo que la convierte en un lugar perfecto para disfrutar de un baño. También muy preparada para el ocio, la playa del Muro. Y si se buscan más, ahí están el cerro de San Esteban (en la orilla derecha del pantano) y la lancha de San Yelmo (a la izquierda). 

No se ven, pero bajo las aguas del pantano se esconden dos importantes edificios históricos de San Martín de Valdeiglesias: un puente medieval de ocho ojos que unía los dos márgenes del río y las ruinas de la originaria ermita de la Virgen de la Nueva, que quedaron anegadas por las aguas cuando se construyó el embalse. Muy cerca del emplazamiento original se levantó un nuevo templo.  

Pantano de San Juan, Madrid© Age Fotostock
Panorámica del embalse de San Juan, con sus playas y las embarcaciones a sus orillas.

Muchos llegan hasta este rincón del suroeste de la provincia de Madrid que se extiende por los términos municipales atraídos por las múltiples actividades que ofrece, principalmente acuáticas, desde esquí acuático a wakeboard, flyboard, banana boat o kayak. Se puede realizar con alguna de las numerosas empresas especializadas en estos deportes de la zona, como Ocio y Aventura (ociopantanosanjuan.com), Wakea (wakea.es) o Yucalkari (yucalcari.com/es). 

Otra posibilidad es apuntarse a un paseo en barco por el embalse. Durante el trayecto es posible acercarse a todas las playas y calas, con acceso exclusivo por agua. La experiencia se completa con un baño en este paraje inigualable y, si se quiere pasar más tiempo, hasta rematar la jornada con una paella junto a las aguas. 

Embalse de San Juan, Madrid© Age Fotostock
Los paseos en barco son algunas de las numerosas actividades que se pueden hacer en el embalse de San Juan, como también esquí acuático, banana, wakeboard...

El pantano también es el punto de partida para recorrer, en bici (1 hora) o a pie (2 horas), la garganta de Picadas hasta llegar al embalse del mismo nombre. La vía de un tren fantasma que nunca llegó a funcionar discurre junto al río Alberche, entre Pelayos de la Presa y Aldea del Fresno, desvelando en el camino la belleza del bosque de encinas y pinos piñoneros que se aferra a sus escarpadas riberas, una de las manchas de bosque mediterráneo mejor conservadas de la región. Son 14 kilómetros ida y vuelta por el mismo camino.  

EN EL ENTORNO 

CASTILLO DE LA CORACERA 

La plaza Real es el punto de partida para una visita a San Martín de Valdeiglesias, a la que se llega buscando, sobre todo, su castillo y a disfrutar del vino, del que ya hablaba Cervantes (hasta dicen que el cuadro de Goya La Vendimia está inspirado en este lugar). En el castillo, del siglo XV, construido por Álvaro de Luna, condestable de Castilla, residió la misma Isabel la Católica y la visita por sus salas permite conocer su historia y la de la comarca. Además de contar con una vinoteca en la antigua bodega de la torre del homenaje, hoy es un centro de conocimiento de los Vinos de Madrid. También un buen punto de partida para descubrir después algunas bodegas de la DO Vinos de Madrid (vinosdemadrid.es).   

No te lo pierdas: De bodegas por Madrid, porque aquí también se puede hacer enoturismo

Castillo de la Coracera, San Martín de Valdeiglesias, Madrid© Age Fotostock
Castillo de la Coracera, construido por Álvaro de Luna.

ROZAS DE PUERTO REAL 

A 20 kilómetros de Pelayos de la Presa, este pueblo ofrece una excursión fácil y muy recomendable, la senda del embalse de los Morales, un camino circular de poco más de 3 kilómetros, que atraviesa un valioso bosque de castaños con imponentes y centenarios ejemplares. En otoño es una ruta de 10. 

 EL BOSQUE ENCANTADO 

A 10 minutos del embalse, este bosque mágico con unicornios, margaritas gigantes y elefantes verdes despierta nuestra imaginación. Un jardín botánico único por su colección de esculturas creadas con las más de 500 especies naturales que alberga el recinto. En él se ven animales, personajes de cuento, personajes históricos... Ideal para ir con niños.  

Toros de Guisando, El Tiemblo, Ávila© Age Fotostock
Toros de Guisando, testigos del juramento de Isabel como reina de Castilla.

TOROS DE GUISANDO 

A 11 kilómetros de Pelayos, en el límite entre las provincias de Ávila y Madrid y junto a la carretera se ven, a cielo abierto, cuatro enigmáticas figuras de piedra de origen celta alineadas hacia el atardecer. Son las mismas que en este entorno pastoril conocido como Venta Juradera fueron testigos mudos de un episodio histórico, el juramento de Isabel I como heredera al trono de Castilla.  

VALLE DE IRUELAS 

El antiguo poblado resinero de Las Cruceras, asomado a las aguas del pantano del Burguillo es el punto de partida para descubrir este espacio protegido, a 25 kilómetros de Pelayos de la Presa, con montes tapizados de pinares, cumbres suaves de granito, castañares, berrocales y hasta lugares históricos. En la Casa del Parque informan de todas las posibilidades para hacer en él, desde sencillos paseos por la naturaleza, birdwatching o paseos en piragua.