El Parque Natural del Cabo de Gata, con 63 kilómetros de costa intacta, es un paraíso desnudo con medio centenar de playas a las que hay que hacer intención de ir porque muchas carecen de acceso rodado. Eso, sin embargo, las salva de los coches y del ajetreo de otras más accesibles. Cuando se hace el esfuerzo de llegar a ellas se descubre el lado más recóndito de esta costa intacta modelada por volcanes. Es lo que pasa con la playa de los Genoveses, una de las más espectaculares de este espacio protegido, y que da nombre a la bahía en la que se ubica.
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Próximo al pueblo de San José, el amplio arenal se pierde en el horizonte, con sus más de mil metros de longitud, arena fina y dorada, aguas poco profundas y una belleza y una riqueza natural envidiables. Los vientos soplan fuerte en este rincón coronado en su zona sur por el Morrón de Genoveses, un cerro que desde su cima regala una vista privilegiada vista de esta playa natural que siempre figura en la lista de las mejores de España.
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San José es el pueblo más próximo a la playa, queda a 3 kilómetros de distancia y desde él hay que ponerse a andar por el sendero que rodea la montaña y separa el núcleo urbano de la bahía de los Genoveses. El tomillo, la lavanda y el esparto acompañan el camino, donde también se ven eucaliptos, dunas que evocan el desierto y se disfruta de una excelente panorámica del perfecto arco de arena que bordea toda la bahía, ideal para disfrutar del baño tranquilo o dar un paseo infinito durante todo el año.
También se puede llegar desde el molino del collado de los Genoveses, situado a la entrada de la gran olla volcánica que conforma el valle, entre chumberas, adelfas, pitas, palmitos y flores silvestres. Si se va en coche, hay un aparcamiento a 500 metros de la orilla del mar.
Los que se animen a continuar más allá, el camino que bordea los acantilados llega en 45 minutos a la solitaria cala del Lance del Perro, inconfundible por las columnas de basalto que afloran en mitad de la arena. En ningún otro sitio es tan evidente el pasado volcánico de esta costa. Así, casi sin darse cuenta, se habrá llegado a las playas del Barronal y de Mónsul, completando una visita al rincón más bello y agreste del Cabo de Gata.
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MUY PRÁCTICO
Cómo llegar
San José, a 45 minutos de Almería, es el punto de partida para llegar a la playa de los Genoveses, de la que se encuentra a 3 kilómetros. Se puede acceder a pie por varias sendas, una más fácil y suave y otra litoral más abrupta. También en coche. Hay un aparcamiento a medio kilómetro de la orilla (5 € por vehículo). Hay que tener en cuenta que desde mediados de junio a mediados de septiembre, el acceso a este espacio natural de elevado valor ecológico, geológico y paisajístico está regulado.
Características
La playa tiene algo más de un kilómetro de largo y 80 de ancho y es de arena dorada. Los Genoveses es una playa virgen y, por lo tanto, sin servicios. Si se quiere pasar una jornada playera, hay que ir provistos de comida y bebida.
EN EL ENTORNO
PLAYA DE MÓNSUL
Si nos preguntaran cuál es el arenal más emblemático de Almería y del Parque Nacional Cabo de Gata-Níjar, la mayoría nombraría esta playa escoltada por un acantilado volcánico con nombre propio: la Peineta, un singular promotorio lleno de huecos y recovecos. Tan fotogénica es que se ha convertido en escenario habitual para rodaje de películas y videoclips, como prueba ahí está el hit Ave María, de David Bisbal. Antes ya había pisado su arena Sean Connery cuando protagonizó La última cruzada.
NÍJAR
En la lista de Los Pueblos más bonitos de España, el gran atractivo del conjunto urbano de Níjar es su bien conservada estructura de origen árabe. A sus laberínticas y estrechas calles asoman sus casas blancas, su iglesia mudéjar y las tiendas que venden sus típicas jarapas artesanales.
CARBONERAS
El castillo de San Andrés, el Centro de Interpretación del Molino de Viento – el único molino del levante almeriense–, el faro y la torre vigía de Mesa Roldán, y el puerto pesquero son los lugares que no hay que perderse en esta localidad del parque natural.
PLAYA DE LOS ESCULLOS
Entre Rodalquilar y San José, la zona de Los Escullos cuenta con varias playas, como la del Arco, de 350 metros y arena fina y dorada que termina en la duna fósil de Los Escullos. Si la pasamos, descubriremos otras en torno a la punta del Esparto, conocidas como calas del Embarcadero, cuyos fondos aprecian los buceadores por sus rocas y sus praderas de posidonia.
MIRADOR DE LA AMATISTA
Desde este antiguo puesto de vigilancia se obtiene una de las mejores vistas del parque natural, incluido el Pico de los Frailes, la montaña más alta de este espacio protegido, en la lejanía. Se encuentra al pie de la carretera AL-4200, entre el típico pueblo de pescadores de La Isleta del Moro, con sus casitas blancas junto a la playa, y Rodalquilar.
EL PLAYAZO DE RODALQUILAR
A 3 kilómetros de Rodalquilar se encuentra esta bonita playa de arena de 400 metros de longitud a la que se accede después de admirar la torre de los Alumbres, también conocida como castillo de Rodalquilar. Junto al arenal está la batería de San Ramón, del siglo XVIII, y, en su entorno, los acantilados de la Molata, unos fabulosos cortados de roca arenisca amarilla.
AGUA AMARGA
Por sus hoteles-cortijo, sus tiendecitas, sus empresas de buceo, sus barcas varadas en la playa del pueblo y unas cuantas calles y costanillas encaladas en el centro, es el pueblo con más encanto del parque natural. Una sencilla senda lleva, en media hora, desde esta antigua aldea de pescadores que antaño vivían de la almadrada hasta la cala de Enmedio, encajada entre acantilados blancos de formas fantásticas y un mar de color turquesa.