Muy próxima a la frontera de Eslovaquia, y a unos 70 kilómetros al norte de la capital húngara, Visegrád es la primera parada de este recorrido por el corazón de la vieja Europa y el mejor exponente del apogeo medieval en Hungría. Las ruinas del palacio de verano del rey Matías I son muestra de este legado, un lugar que en el Renacimiento se convirtió en un gran centro de las artes. La visita por sus renovadas estancias nos permite adivinar cómo era la vida cotidiana de un palacio que fue elegido para proteger las joyas de la corona húngara desde el siglo XIV al XVI. Desde su terraza se contempla una formidable vista del Danubio, pero para admirar otra mejor hay que acercarse a la vieja ciudadela medieval, un castillo entre las nubes levantado en la cima de una montaña por el rey Bela IV.
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Esztergom queda próxima a Visegrád. Solo 25 kilómetros separan esta de la antigua capital húngara y centro de la Iglesia católica, donde fue coronado Esteban I, llamado el Santo, el primer rey de Hungría. En la colina más alta de la ciudad se alza el templo más grande del país, la catedral de San Adalberto, con su espectacular cúpula de 72 metros de altura y 30 metros de diámetro. Después de contemplar las capillas de Szent Vid o la renacentista de Bakócz, hay que bajar al curso del Danubio para cruzar el puente de María Valeria, que hace de frontera con territorio eslovaco, y contemplar la panorámica.
Veinte kilómetros antes de Budapest, Szentendre es la siguiente parada. Se trata de un encantador pueblo de artistas, con calles empedradas, casas con fachadas de colores, museos –como el dedicado al mazapán–, galerías de arte y tres iglesias ortodoxas que recuerdan la presencia de muchas familias serbias que se instalaron aquí huyendo de las invasiones otomanas a finales del siglo XVII. En la plaza principal de la localidad, animada por sus restaurantes, cafeterías y tiendas, se levanta la de Blagovestenska, la más pequeña, con un bello interior.
Cerca DE Szentendre, en el valle de Sztaravoda, también es interesante la visita a Skanzen, el museo etnográfico al aire libre más grande del país, que muestra la vida rural en las diferentes regiones húngaras.
Antes de entrar en Budapest cruzaremos el puente de Megyer para acercarnos al palacio de Gödöllő, residencia de verano del emperador Francisco José I de Austria y su esposa, la emperatriz Isabel, más conocida como Sisi. Dicen que era el favorito de la emperatriz –lo recibió como regalo de su coronación–, y hoy sus admiradores pueden visitar su dormitorio y otras estancias repletas de recuerdos, fotografías, cartas y objetos personales, tanto de ella como de sus hijos Sofía, Gisela, Rodolfo y María Valeria.
Dejando a un lado el área urbana de Budapest tomamos rumbo hacia el suroeste del país para llegar, a solo 50 kilómetros de la capital, al lago de Velence. Un paraíso para los aficionados a la bicicleta, que recorren su perímetro de 30 kilómetros por una ruta muy llana partiendo de alguna de las tres ciudades más importantes que toman asiento a sus orillas: Velence, Agárd o Gárdony.
Habrá que invertir una hora más en coche para llegar al lago Balatón, el más grande del país y el mayor lago natural de la Europa central, donde disfrutar de sus playas de arena o con hierba, aguas termales, rutas senderistas y actividades de ocio y de turismo activo. Si en el sur es posible darnos un chapuzón en verano en sus aguas a 25 oC de temperatura, en la ribera norte lo que seducen son sus pueblos rodeados de viñedos en medio de un paisaje montañoso que tiene en el precioso lago termal de Héviz su foto más idílica.
No dejes de...
Subir al mirador de Prédikálószék (El Púlpito). A este popular destino de senderismo se accede desde el pueblo de Dómos. Para alcanzar la cima de la enorme roca volcánica, situada a 639 metros de altura, hay que recorrer una ruta de 8,3 kilómetros, que se puede cubrir en poco más de tres horas. Arriba encontrarás bancos, mesas y una torre de madera de 12 metros que regala una excelente panorámica del meandro más espectacular del Danubio. La vista alcanza desde Esztergom hasta el castillo de Visegrád.
Guía práctica
Guía práctica