Suben las temperaturas, y mucho, este fin de semana en toda España y en la capital se esperan máximas de 36 ºC. No sufras, hay remedio, te chivamos unas escapadas en las que te aseguramos entornos naturales únicos y unos cuantos grados menos que en la ciudad. ¿A cuál te apuntas?
EN KAYAK POR ARANJUEZ Y UN PASEO POR LOS JARDINES
Aranjuez es un auténtico oasis en medio de la meseta, pues la abrazan los ríos Tajo y Jarama. A 45 minutos de Madrid, era el paraíso para el esparcimiento de los monarcas españoles, por cuyas aguas navegaban en lujosos barcos llamados falúas. Imitándolos, hoy es posible hacerlo a bordo de un kayak.
Empresas como Club Escuela de Piragüismo Aranjuez (piraguismoaranjuez.com) alquilan estas embarcaciones para navegar por las aguas que rodean el Palacio Real y sus jardines, una actividad de lo más refrescante para estos días calurosos. Como lo es también subirse a una tabla de paddle surf y dejarse llevar por ellas.
Otra buena idea fresquita es disfrutar de un paseo por sus jardines, como los más próximos del Parterre y de la Isla, con fuentes en las que se bañan los dioses Apolo, Hércules, Venus y Neptuno.
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UN PASEO POR LOS PUEBLOS DE LA SIERRA DEL RINCÓN
A una hora de la capital, hacia el noreste, se encuentra la Sierra del Rincón, Reserva de la Biosfera de la Unesco gracias a su gran biodiversidad. Allí se va en busca de bosques, sendas y cinco pueblos de piedra y pizarra que viven a un ritmo mucho más tranquilo que el de la ciudad.
Una ruta por ellos comienza en Prádena del Rincón (en la imagen), con construcciones típicas de la sierra y una iglesia cuyo pórtico norte es uno de los mejores ejemplos de mudéjar madrileño. A 4 kilómetros está Horcajuelo de la Sierra y luego Montejo de la Sierra, el más poblado de todos. En torno a la plazuela de los Tres Caños gira su día a día y a unos diez minutos del pueblo se encuentra su famoso hayedo, un paraje húmedo copado por las hayas que se descubre por una senda paralela al río Jarama perfecta para una caminata. Los dos últimos pueblos, La Hiruela y Puebla de la Sierra, son de los más encantadores y mejor conservados de la región. Perderse por ellos un fin de semana es un auténtico disfrute para los sentidos.
Una parada gastro: El Rincón del Cárabo (rincondelcarabo.eatbu.com), en Horcajuelo, de cocina de mercado con tendencias vascofrancesas y Casa Aldaba (casaaldaba.com), en La Hiruela, con especialidades como la caza mayor y la carne.
CASCADAS EN EL VALLE DEL LOZOYA
A unos 100 kilómetros de Madrid, el valle del río Lozoya es un lugar de generosa naturaleza con boques y saltos de agua donde refrescarnos el fin de semana. Empezando por Rascafría, donde se encuentran las piscinas naturales de Las Presillas, en la zona de El Paular, un área acondicionada para el baño en las aguas más que refrescantes del río y con zonas para hacer un pícnic.
Pozas más salvajes pueden encontrarse poco más arriba siguiendo la ruta senderista que nos lleva hasta las cascadas del Purgatorio (algo más de 6 kilómetros, solo ida). El recorrido avanza entre robledales y pinares para, poco a poco, irse encajando entre paredes verticales hasta llegar a las cascadas, dos espectaculares saltos de agua de 15 metros de altura.
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DESCUBRIR LA LAGUNA DE LOS PÁJAROS
Para llegar a las lagunas de origen glaciar que se acurrucan en el Parque Natural de Peñalara, en plena sierra de Guadarrama, hay que caminar, pero por su inmensa belleza merece la pena el esfuerzo. En el puerto de Cotos, donde se encuentra el centro de visitantes, arranca un camino sencillo y bien señalizado que, en una hora de caminata, lleva a la Laguna Grande, la más visitada de todas, con 350 metros de circunferencia. Junto a ella, las otras lagunas por proximidad al puerto son: las Lagunillas, las Cinco Lagunas, la de los Claveles y, finalmente, la de los Pájaros, que está a 2,5 kilómetros al noreste de la Grande y tan alta (2175 metros) que su orilla se funde visualmente con el cielo. Una hora y media de caminata entre una y otra que no entraña ninguna dificultad.
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UN BAÑO EN LAS POZAS DE LA CASCADA DEL ALJIBE
Un poco más lejos, ya en la provincia de Guadalajara, encontramos la preciosa cascada del Aljibe, encajonada en un barranco y donde el baño es casi obligado. El sendero de 3 kilómetros (solo ida) que lleva hasta sus dos saltos de agua, de 5 y 10 metros de altura, arranca en la pedanía de Roblelacasa y discurre entre prados hasta llegar a las dos caídas, con el pico Ocejón de fondo. Frente a las cascadas hay un mirador.
Para alargar el día, el pueblo de Tamajón es un buen lugar para comer o reposar, por ejemplo en El Portón de Sonsaz (restauranteelportondesonsaz.negocio.site), favorito de senderistas y buscadores de setas que frecuentan la zona. Junto a la localidad se puede admirar también la «ciudad encantada» de Tamajón, un paraje natural cubierto de sabinares y con formaciones rocosas como arcos, puentes, tormos…, al estilo de la más conocida de Cuenca.
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