La espectacular carretera que corta la isla por la mitad conduce desde Santa Cruz, la capital, hasta Tazacorte, en la costa oeste. La presencia del volcán en Cumbre Vieja se empieza a sentir a medida que nos acercamos al pueblo de Tajuya. El mirador junto a su iglesia se convirtió en el plató de televisión que mostró su erupción al mundo y hoy es parada obligada de los tours del volcán que varias compañías han agregado a su oferta de excursiones y permiten observar el nuevo cono volcánico y las coladas de lava. Otro punto de vista ofrecen los barcos que parten del puerto de Tazacorte y, como complemento al avistamiento de cetáceos, realizan una corta travesía para situarse frente a las nuevas fajanas.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 8 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
Dejando atrás el volcán y con la mirada atenta en busca de delfines y ballenas, se navega rumbo al norte sin perder de vista la costa. El barco aminora su velocidad y se adentra en Cueva Bonita , una cavidad de más de 100 metros de profundidad con una bóveda repleta de vetas de colores cambiantes que César Manrique definió como la “Capilla Sixtina del arte moderno”. Más adelante, en Poris de Candelaria, una gigantesca gruta de más de 50 metros de altura da cobijo a una colección de casitas blancas con ventanas azules y amarillas aferradas a las rocas y asomadas a una bahía de aguas turquesas. La imagen de la Virgen de Candelaria, en una pequeña hornacina, da nombre a este antiguo puerto natural y lugar de abastecimiento de agua.
El impacto visual de Poris se multiplica si en lugar de por mar se llega por la escarpada carretera que lleva a él y luego a pie por el breve sendero del acantilado. Las antiguas casitas de pescadores son ahora residencias de verano. Fuera de temporada, cuando la luz del atardecer se cuela por la enorme boca de la gruta formando siluetas a contraluz, el hechizo de este escenario de cuento cautiva por completo.
El recorrido continúa en busca de otros rincones de la isla. Lugares menos conocidos que añadir a la lista de visitas imprescindibles, como son la Caldera de Taburiente, el Bosque de los Tilos y el Observatorio Astronómico del Roque de los Muchachos, con su nuevo centro de visitantes.
Conducimos rumbo a Santa Cruz y, sin entrar en la ciudad, continuaremos hacia el norte por la costa para llegar a la playa de Nogales, la más espectacular de todas las de la isla. El impresionante sendero que lleva hasta ella desde el aparcamiento es un espectáculo natural, donde los acantilados muestran los estratos formados a lo largo de millones de años. Después de 15 minutos de caminata, aparece a nuestros pies la hermosa playa de arena negrísima.
En dirección hacia al sur, nos situamos, en poco más de una hora, en las salinas de Fuencaliente, próximas al volcán Teneguía. El faro de Fuencaliente sirve de fondo a las piscinas de sal excavadas en la fajana nacida del volcán de San Antonio en 1677 reflejando la luz como un espejo. A la vuelta de la esquina, las viñas plantadas en las laderas de Llanos Negros se enraízan al terreno. De aquí salen los mejores vinos de La Palma. Vinos férreos y con carácter, producto del tesón de los agricultores palmeros, que comparten con el paisaje un mismo espíritu volcánico.
No dejes de...
Bañarte en las piscinas naturales de La Fajana. En la localidad de Barlovento, en el extremo noroeste de la isla, las charcas usadas antiguamente para el curtido del lino en los entrantes de mar han sido convertidas en piscinas en las que disfrutar de un baño perfecto protegidos del oleaje del océano. Junto a los tres charcos con barandas que descienden a sus aguas, también hay duchas y zonas de solárium para tomar el sol.
Guía práctica
Guía práctica