Los viajes en familia suelen tener como destino lugares con mar. Costa Rica, México, Croacia, Marruecos o Turquía son los lugares elegidos, principalmente, por los viajeros de Evaneos (evaneos.es), sobre todo en verano y, en especial, en agosto, aunque la realidad es que si se viaja en otra época del año, la experiencia será más beneficiosa en aspectos como la cantidad de turistas o la posibilidad de elegir rutas o actividades con más margen.
Unas vacaciones a un sitio con agua, ya sea mar, lago, piscina o río, nos asegura una gran cantidad de experiencias extra para la diversión en familia o, simplemente, pasar un buen rato juntos. ¿Quién no ha soñado con playas paradisíacas en las que disfrutar de las risas de los niños o con una excursión trepidante cerca de un río que nos haga vivir un momento inolvidable? Las opciones son infinitas, y por eso, antes de decidirnos, es importante tener en cuenta otros factores.
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QUÉ VALORAR PARA QUE EL VIAJE SEA UN ÉXITO
Para empezar, la edad de los niños es fundamental. Todos sabemos que no es lo mismo embarcarnos en un viaje con un bebé o un niño de corta edad que con un adolescente. Si el menor es muy pequeño, tendremos que tener en cuenta que vamos a ir un poco más cargados de lo normal, ya que a lo mejor hay que llevar una silla de paseo, una cuna de viaje y ropa suficiente para no tener que andar poniendo lavadoras cada día, entre otros muchos ejemplos. En cambio, si hablamos de una familia con hijos adolescentes este no será su principal problema, sino intentar mantenerlos contentos para que el viaje resulte más fácil. Una de las mejores formas es planificarlo con ellos, o al menos escuchar sus preferencias sobre el viaje a realizar.
Otra de las claves para acertar tiene que ver con el clima y con la época en la que se viaja. Si vamos a elegir un destino donde el frío es el protagonista, conviene asegurarse de que nos va a permitir realizar las actividades o excursiones que queramos y que no va a ser limitante en este sentido, así evitaremos sorpresas. Si por el contrario el destino es caluroso, además de la ropa apropiada, tendremos que planificar las visitas o las actividades en las horas del día que, climatológicamente hablando, sean más favorables para no arruinarnos el viaje.
Cuando hablamos de tener en cuenta la época en la que se viaja, nos referimos más que nada a evitar ese período en el que las playas, los centros históricos, los museos o los parques de atracciones estén llenos. Las colas para acceder a los sitios o la sensación de no poder moverse pueden hacer de la experiencia una auténtica pesadilla para el adulto, una situación que se verá aún más afectada por el cansancio o el agotamiento del niño. El mejor consejo es intentar, en la medida de las posibilidades, organizar, a través de agencias locales, actividades y excursiones que se salgan de los circuitos comunes de visitas para que la experiencia sea mucho más enriquecedora.
IMPREVISTOS, LOS JUSTOS
Si viajamos con niños es fundamental hablar de la seguridad del destino elegido. No tanto para evitar lugares no recomendados o peligrosos, algo que sin duda también haríamos si viajáramos en pareja o solos, sino para evitar imprevistos en este aspecto. Para ello es muy recomendable contratar un buen seguro de viaje y conocer la asistencia sanitaria de la que disponen en el país al que nos dirigimos. Ante cualquier incidente o una simple caída fortuita, es mejor saber cómo podemos resolverla y dónde o a quién debemos acudir.
En este punto, solo habría que añadir el tema de las vacunas. A veces los niños necesitan un recuerdo de alguna o incluso vacunarse de una específica en el caso de que sea recomendable para ir al lugar elegido. Esto se puede hacer muy fácilmente a través de la web oficial del Ministerio de Sanidad, donde con solo rellenar un cuestionario nos indican las recomendaciones en este sentido así como los centros sanitarios donde poder acudir. Lo único a tener en cuenta es que conviene planificarlo con tiempo, por aquello de los plazos para vacunarse o para conocer si el país al que vamos sufre algún tipo de brote epidémico que desconozcamos.
Otro de los aspectos que puede dar seguridad a la hora de viajar en familia con niños es elegir una agencia que tenga experiencia con este tipo de viajes, una agencia local que además puede ayudar de manera muy directa y práctica al viajero, porque se encuentra en el destino y conoce todos los detalles que necesita el turista que viaja en familia.
DISFRUTAR SIN RUTINAS
Para finalizar, el tipo de alojamiento es también un asunto importante. Por supuesto, lo primero es saber con qué presupuesto contamos, no es un tema agradable pero sí primordial para este y todos los aspectos del viaje. Tenemos que asegurarnos de que vamos a contar con el descanso merecido después de un largo día de excursiones, actividades o visitas guiadas, por nuestro bien y también el de los niños. No nos olvidemos de que su descanso y bienestar es también el nuestro.
Hoy en día la oferta de alojamientos de todo tipo es infinita. En Evaneos se recomiendan aquellos que cuenten con todas las garantías de seguridad y sean respetuosos con el entorno y la cultura local. De nuevo se aconseja contar con agentes locales que conozcan los entresijos de la vida del país elegido, es una opción que te quitará muchos quebraderos de cabeza y no solo en cuanto al alojamiento sino a todos los aspectos comentados.
En definitiva, de lo que se trata es de asegurar el éxito de vivir un viaje con niños y para ello, y además de todas las recomendaciones, es importante cerrar los ojos, respirar, relajarse y disfrutar. No hay que olvidar que poder deleitarse con un rato de tiempo en familia, fuera de la rutina y sin horarios es impagable, y si es en el destino soñado, pues mucho mejor.