Cerquita de Ourense, a 23 kilómetros, y a orillas del río Arnoia, afluente del Miño, Allariz ha sido desde siempre una villa mimada, nada menos que ¡desde tiempos de los celtas! Luego con los romanos y en época medieval, cuando se convirtió en una fortificada villa medieval, con un imponente castillo en lo alto, muy favorecida por los monarcas de la época. Hasta la nombraron oficialmente «Llave del Reino de Galicia» y eso atrajo a muchos artesanos, comerciantes y a una importante comunidad judía.
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POR LAS ORILLAS DEL ARNOIA
Mucho de aquel pasado sigue latente hoy en su armonioso casco histórico, tan bien rehabilitado –gracias, en buena medida, al empeño de sus vecinos–, que cuenta con merecidos galardones internacionales. El más importante de todos es el Premio Europeo de Urbanismo, que también abarca la recuperación integral del río Arnoia, el mejor lugar para iniciar la visita a Allariz. Arrancando en el paseo de la Alameda, que acompaña las bellas riberas, nos veremos envueltos por la calma que se respira en el lugar, hasta divisar la bella estampa del puente románico que, durante muchos siglos, fue la principal entrada de Allariz.
Emociona pisar las grandes y desgastadas losas del pavimento del puente que guardan la memoria de un antiguo ramal del Camino de Santiago y también asomarse a su pretil para disfrutar de un río repleto de biodiversidad y paradigma de la lucha de un pueblo por la protección medioambiental.
DE CAMINO A LA PLAZA MAYOR
A la sombra de la iglesia románica de Santa María de Vilanova, construida con el omnipresente granito gallego, está uno de los cuatro cruceros del siglo XVI de la villa. Desde aquí tomaremos la también empedrada rúa de Vilanova, a la que se asoman varias casas con elegantes dinteles, para llegar a la acogedora plaza Mayor, que preside la iglesia de Santiago, otra joya singular del románico gallego y que llama la atención por su ábside decorado por arquillos ciegos de estilo lombardo.
En la misma plaza se localiza el curioso edificio de A Paneira, con una artística fuente adosada a su fachada, ahora un espacio expositivo. Y no muy lejos, detrás de la iglesia y en la plaza de Abaixo, vemos el sencillo edificio de las antiguas escuelas, que se hizo famoso al aparecer en La Lengua de las Mariposas, la película de José Luis Cuerda. Si quieres hacer una visita guiada por Allariz, apúntate a este tour.
POR LA CALLE DE LOS OUTLETS
La rúa de la Cruz nos permite tomar la larga y estrecha rúa Fonteiriña, donde está la iglesia de Santo Estevo, que es de origen románico y fue reformada con los sillares procedentes de la desmantelada muralla, y muchas de las tiendas outlet que han convertido a Allariz en una población especializada en moda gallega a buen precio, integradas respetuosamente en el protegido entramado urbano. En este centro comercial abierto encontramos las de Massimo Dutti, del grupo Inditex, Roberto Verino, Adolfo Domínguez o, en la plaza de Santo Estevo, Rei Zentolo, que vende las camisetas más famosas de toda Galicia. Las de Alba Conde, especializada en moda para mujer, y Cuplé, de calzado y complementos forman parte también de la oferta más fashionista.
EL CLAUSTRO MÁS GRANDE DE ESPAÑA
Entre edificios de granito con dos plantas y balcones se llega a la explanada del Campo da Barreira. En uno de sus lados se alza el convento de Santa Clara, que fue fundado por la reina Violante, esposa de Alfonso X el Sabio, el culto monarca educado de joven en Allariz. La visita a su interior es interesante, porque guarda el claustro barroco más grande de España y un museo de arte sacro que atesora una singular Virxe Abrideira, de marfil de estilo gótico. También en este mismo entorno, la imponente iglesia barroca de San Bieito (San Benito).
JUGUETES, MODA Y CUERO
Tomamos la rúa de Portelo, con el interesante Museo Gallego del Juguete (tel. 988 44 08 59) y, sobre todo, el Museo de la Moda, donde se puede conocer la secular tradición textil de Allariz, en especial de la elaboración del lino. Seguimos por la rúa de Castelao, que desciende hacia el Arnoia y al final del cuidado Parque de Portovello, una pasarela peatonal de madera nos permite cruzar el río y alcanzar el recinto la impresionante edificación del siglo XVIII que fue fábrica de curtidos y en la actualidad aloja el Museo del Cuero, además de un singular restaurante. A orillas del Arnoia, en sus salas se observan los distintos procesos de curtición de las pieles.
FESTIVAL INTERNACIONAL DE JARDINES
Al lado del Museo del Cuero, junto al río se encuentra también un espacio de 40.000 m2 que acoge desde estos días y hasta finales de octubre el concurso anual, único en España, de jardines efímeros. En esta edición de 2022, se presentan 12 propuestas que giran en torno al tema Jardines terapéuticos, diseños que curan. Abre todos los días y el precio de entrada es de 2 € (allariz.gal/festival).
SANTA MARIÑA DE AUGAS SANTAS
A 6 kilómetros de Allariz hay que acercarse al santuario de Santa Mariña de Augas Santas, un lugar preñado de leyendas, para beber en su fuente de la que dicen brota un agua milagrosa –que recuerda el martirio de una joven cristiana–, y después ver su interesante iglesia románica del siglo XII y la inacabada basílica de la Asunción, con su cripta repleta de misteriosos y mágicos elementos. También merece la pena prestar atención a la bien conservada arquitectura popular de la localidad, rodeada por un denso bosque de robles y castaños centenarios. Puedes apuntarte a un tour por este santuario y también por el cercano Castro de Armea.
PARA ALOJARTE
Junto al río Arnoia, en un entorno tranquilo, el hotel Oca Villa de Allariz es un lugar ideal para olvidarse del mundo. Un cuatro estrellas de estilo contemporáneo, con restaurante y spa para relajarse. También rodeada de naturaleza, la Casa Rural Vilaboa, que fue una antigua fábrica de curtido y ahora es un estupendo alojamiento restaurado con jardín y terraza a solo 2 kilómetros de Allariz. Dentro del centro histórico, O PorteloReal ocupa una muy bien rehabilitada casa de piedra y con unas amplias habitaciones de cuidado interiorismo rústico y ambiente familiar.
A LA MESA
Cuando llega la hora disfrutar de los placeres gastronómicos, Pallabarro (pallabarro.com) es una opción perfecta, porque además de que está en pleno centro sirve una buena comida casera donde se tratan con mimo los productos gallegos. También es un agradable hotel. De calidad son también los menús que sirven en el Centro Social (tel. 988 44 11 76), en la rúa Portelo; y en Portovello (restauranteportovello.es), de cocina tradicional gallega, que se degustan en una antigua fábrica de cueros rehabilitada junto al río.