Skip to main contentSkip to footer
tembleque alm er22tw© Age Fotostock

Pueblos de Toledo para escaparte cualquier día


Actualizado 13 de mayo de 2022 - 13:10 CEST
consuegra shutterstock2036508110© Shutterstock

CONSUEGRA 

Un castillo y una docena de molinos en un cerro –el Calderico–, donde es fácil imaginar la hazaña más sonada de Don Quijote, le bastarían a esta localidad manchega para quedar enamorado de ella, ya desde bien lejos. Cuando uno se aproxima hay que visitar alguno de los molinos restaurados que conservan su maquinaria original, hacer la visita teatralizada a la fortaleza de la Muela (consuegra.es), contemplar las vistas y seguir descubriendo, porque Consuegra tiene muchos otros rincones imprescindibles. Empezando por la plaza de España, con sus corredores, balconadas y soportales tradicionales y continuando por las calles de trazado medieval que parten de ella, adornadas de antiguas casonas rematadas con escudos nobiliarios y rejerías, además de iglesias como la del Santísimo Cristo de la Vera Cruz, con su fachada de mármol.

Para los que quieran hacer una parada gastro en el Restaurante Alfar (restaurantealfar.com) elaboran recetas típicas manchegas en un antiguo taller de alfareros del siglo XIX. Una de las mejores épocas para acercarse a esta localidad manchega es el otoño, cuando sus campos se tiñen de púrpura por la flor del azafrán y se celebra la Fiesta de la Rosa del Azafrán con un montón de actividades, concursos de monda y degustaciones de platos típicos elaborados con esta especia, la más cara del mundo. 

No te lo pierdas: Consuegra, un pueblo de novela con el que soñó Don Quijote

adobestock476287192© Adobe Stock

MAQUEDA 

En Maqueda hay otro vistoso castillo, el de la Vela, de origen musulmán y donde vivió un tiempo Isabel la Católica, que se ve desde la autovía al pasar por ella. Tiene planta rectangular, muros de hasta 3,5 metros de espesor, cuatro torres circulares y un elegante almenado. Solo es posible la visita al exterior. 

Y también una curiosa iglesia, la de Santa María de los Alcázares, que forma conjunto con los restos de la antigua muralla que rodeaba la población y de la que se conservan varias torres y la puerta califal. En sus calles también resuenan los ecos del Lazarillo de Tormes.

tembleque alm er22tw© Age Fotostock

TEMBLEQUE 

Tiene una de las plazas mayores más bonitas de Castilla-La Mancha y solo por eso ya merece una visita, con sus galerías de madera y sus soportales sostenidos por columnas y capiteles. La plaza ha sido el centro de la vida desde tiempo inmemorial, aquí se celebraron festejos taurinos, comedias y celebraciones sociales, pero también juicios sumarísimos.

Saliendo de ella, y entre las casas blancas del barrio viejo, descubrimos otros rincones de interés, como la iglesia parroquial, la barroca Casa de las Torres y una profusa decoración de cruces de malta, recuerdo del paso de los caballeros de la Orden de San Juan de Jerusalén. 

No te lo pierdas: Excursiones a menos de una hora de Toledo

escalona ayy 2e2jm7g© Age Fotostock

ESCALONA 

La ruta del Lazarillo, que sigue las andanzas del famoso pícaro, tiene una parada en esta localidad, que posee un castillo importante, pues fue en él donde nació, en 1282, el infante don Juan Manuel y el mismo que un siglo y medio después, Álvaro de Luna convirtió en un fastuoso palacio. La fortaleza impresiona por sus dimensiones, sobre todo si la contemplamos desde el puente sobre el Alberche (escalonaturismo.com).

Por la plaza del Infante hay que pasar, lo mismo que por sus bodegas donde se crían los vinos de la DO Méntrida, elaborados con uva garnacha, como la Hacienda Villarta o la Cooperativa San Roque. 

No te lo pierdas: Ocho experiencias top para vivir Toledo

oropesa 2j4my4f© Age Fotostock

OROPESA 

La torre del homenaje del castillo de Oropesa despunta sobre las llanuras que se extienden entre la Sierra de Gredos y el Tajo e invita, al pasar por la A-5, a desviarse hacia esta localidad llena de historia. La imponente fachada del palacio Nuevo, formando conjunto con el castillo Viejo, sus iglesias, torres, casonas y conventos forman un armónico conjunto, en el que, además de la fortaleza, hoy reconvertida en Parador, sobresale el Colegio de los Jesuitas, que llegó a tener privilegio de universidad. 

ocana l12 1024328© Age Fotostock

OCAÑA 

Otra de las localidades toledanas a las que escaparse con una única idea: ver su plaza mayor barroca, joya patrimonial de Ocaña. La que Carlos III ordenó construir en 1777 es un rectángulo casi cuadrado, pavimentada con cantos rodados, arcos por sus cuatro lados, soportales y dos alturas, a la que van a parar las principales calles de la villa. Habrá que cruzar por ella unas cuantas veces en busca de sus otros monumentos: iglesias, conventos, palacios, como el de los Cárdenas, o la Fuente Grande, atribuida a Juan de Herrera. 

puebla alm 2h1wmgt© Age Fotostock

LA PUEBLA DE MONTALBÁN

El castillo de Montalbán, construido por los templarios en una imponente escarpadura, y la ermita de Santa María de Melque –una de las pocas iglesias visigóticas que se conservan en España–, forman, junto a la Puebla de Montalbán un triángulo imprescindible en tierras toledanas. Una localidad esta que presume de plaza mayor porticada, la misma en la que se levanta el palacio de los Condes de Montalbán y la iglesia parroquial, con finos artesonados. A La Celestina hay dedicado un museo (museolacelestina.com), pues aquí nació su autor, Fernando de Rojas. 

No te lo pierdas: El Cañón del Colorado manchego y otras sorpresas en Toledo

ayy r3xffc© Age Fotostock

EL TOBOSO

No podía ser de otro modo, la cuna de Dulcinea está repleta de referencias cervantinas. Basta darse un paseo por sus calles llenas de casas típicas de los siglos XVII y XVIII para darse cuenta, porque aquí está la calle de don Quijote de La Mancha; allá la Casa-Museo de Dulcinea; en las paredes, pasajes de la novela escritos con letras metálicas. El que reza «con la iglesia hemos topado» viene a la memoria al llegar al templo parroquial de San Antonio Abad, considerado «la catedral de La Mancha».

En la plaza mayor, típicamente manchega, hay una escultura dedicada a Don Quijote y Dulcinea y el Museo Cervantino, que alberga una importante biblioteca, con una colección de 200 ediciones del Quijote escritos en diferentes lenguas. Y cerca queda, el también imprescindible Museo de Humor Gráfico Dulcinea. ¿Alguien da más? 

No te lo pierdas: Celebrando a Cervantes en El Toboso, el pueblo de Dulcinea