Lo dice Chanel en la canción que el próximo sábado cantará sobre el escenario del estadio Pala Olimpico: «Yo siempre estoy ready… bum-bum». Como la representante española también está Turín, preparada para acoger en el recinto cubierto más grande de Italia a los entusiastas del Festival de Eurovisión. Mientras llega ese momento, o cuando pase, en la ciudad italiana hay mucho por descubrir y disfrutar.
Turín es un cóctel de ingredientes diversos, pues en el mismo día podemos pasar de acercarnos a los misterios que rodean a la Sábana Santa a culturizarnos en el Museo Egipcio. De ir de shopping por las galerías más lujosas a comer en restaurantes que son fieles seguidores del slow food, ese movimiento creado en esta ciudad hace más de 40 años. De degustar cafés expresos de todo el mundo a probar todo tipo de vermús, la bebida que se inventó en Turín hace dos siglos. La idea la tuvo el tabernero Antonio Benedetto Carpano –como así consta en una placa colocada en una antigua columna de los soportales de la piazza Castello–, pero fue el hábil negociante Alessandro Martini, quien lo popularizó y comercializó en todo el mundo. El Bar Concord (hotelconcordtorino.com); Bar LAB (labtorino.com); Norman (Pietro Micca, 22) y Ritual (ritualbrasileiro.it) son algunos locales con historia y recomendables para gozar del distinguido aperitivo.
La primera panorámica de Turín la regala La Mole Antonelliana, un edificio emblemático que fue ideado con el propósito de usarlo como sinagoga, pero que ha terminado siendo una fantasía arquitectónica de 167 metros de altura convertida en símbolo de la ciudad. En él se ubica el Museo del Cine (museonazionaledelcinema.org), así que después de recorrer sus cuatro plantas, que ofrecen un completo recorrido por la historia del cine y de tumbarse en unas cómodas chaises longues para contemplar en una gran pantalla escenas de películas de todos los tiempos, hay que tomar el ascensor tranparente que se desliza por su hall central y ascender al mejor balcón capitalino.
Para aficionados a la cultura antigua está el Museo Egipcio (museoegizio.org), que posee la colección de tesoros egipcios más importante fuera de El Cairo; y para los de las compras, la Galleria Subalpina, un pasadizo con techo de cristal que alberga las tiendas de antigüedades más bellas de la ciudad. La Vía Roma es la zona de compras más chic, pues brilla repleta de tiendas de moda bajo medio kilómetro de soportales que acaban en la piazza San Carlo, donde podemos descansar de tanto escaparate lujoso, visitando cualquiera de su dos históricos cafés: el San Carlo o El Torino. Por cierto, en la piazza de San Carlo hay un relieve de bronce en el suelo representando al toro Torino. Los turineses aseguran que pisarlo «con cariño» da buena suerte. ¡Pues a probar suerte con las supersticiones!
El barrio de San Salvario, entre la zona de los jardines del Parco del Valentino y la ribera occidental del río Po, se estaba poniendo de moda antes de la pandemia, abriendo vinotecas y pequeños locales con música en vivo. No es mala idea pasarse por allí a la hora del aperitivo, la hora más lúdica para cualquier italiano que se precie.
Para el menú de mediodía, I Tre Galli (3galli.com), en la via Sant' Agostino, es un punto de referencia cuando las terrazas se llenan, pues tiene platos típicos ricos, como el famoso vitello tonatto, un clásico turinés. Y para cenar, podemos visitar un ristorante tan divertido como La Badessa (labadessa.net), en la piazza Carlo Emanuele II.
Al sur de la ciudad se encuentra Lingotto (lingottofiere.it), la antigua fábrica de Fiat que el arquitecto Renzo Piano rediseñó para convertirla en un centro de exposiciones, varios hoteles e instalar el gran centro gastronómico Eataly (eatalytorino.it), una experiencia foodie 360º que se ha implantado en varios países. Este mes de mayo celebra su 15 aniversario con degustaciones gastronómicas bajo el lema Una Festa per la Terra y como elogio a la sostenibilidad y a los productos de la tierra, ofrecerá a los visitantes una selección de alimentos de producción 100% ecológica.
Situado en el primer piso del edificio Lingoto, junto a Eataly, se encuentra una sala expositiva anclada en el tiempo. Se trata del Museo Carpano (eatalytorino.it/museocarpano), aquel tabernero que inventó el vermú. Una visita entrañable para los barmen del mundo.
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Y UNA EXCURSIÓN
A 22 kilómetros de Turín, en la pequeña localidad de Pessione di Chieri, otra visita imprescindible para los aficionados al mundo coctelero es Mondo Martini (martini.com), su nombre lo dice todo. El museo dedicado al vino aromatizado más vendido del mundo ocupa gran parte de las antiguas dependencias de la fábrica vermutera. Inaugurado en 1961, no solamente explica la historia del Dry Martini, sino que también es un gran espacio que documenta la historia de la enología. Posee una importante colección de vasos de la época griega, etrusca y romana…, además de todos los artilugios necesarios para la elaboración de destilados.
Antes de abandonar Turín, y aunque solo sea para hacerte un selfie, es recomendable pasarse por el café Al Bicerin (bicerin.it), en la piazza della Consolata, para saborear un bicerin, una sublime combinación de café, chocolate y nata. Es un sitio verdaderamente especial que viene sirviendo esta bebida desde 1763. Podrás sentarse donde lo hicieron Nietzsche, Dumas o Puccini, y ahora lo siguen haciendo todas las celebridades que visitan la ciudad ¡amén de los turistas… y tú!
MUY PRÁCTICO
Para todos los eurofanes que estén deseando viajar durante este fin de semana a Turín, el portal de alquiler vacacional Belvilla (belvilla.es/blog/festival-cancion-turin) ha calculado cuánto costaría un viaje de fin de semana incluyendo alojamiento, visitas turísticas y comidas. A esto habría que sumar el coste de la entrada para la gala final, por la que se está pidiendo en alguno de los canales de venta hasta 1760 €.