Caminando por la calle Juan Nuñez desde la playa Chica al castillo de Guzmán el Bueno, la gran fortaleza que construyó el califa cordobés Abd al-Rahman III y que alardea de torreones, caminos de ronda y patios de armas, se encontrará a la izquierda la blanquísima fachada de La Residencia Puerto (laresidenciatarifa.com). Es el color dominante en esta ciudad, la más al sur de Europa, acariciada por los vientos y con una luz tan atlántica como mediterránea.
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Cruzando su puerta nos encontramos un precioso hotel de tres alturas, con absoluta atención al detalle. Los tonos pastel, el color del mar y los paisajes de Tarifa se hacen presentes en su decoración, creando un ambiente propicio para la tranquilidad y la relajación.
De sus 55 habitaciones, la mitad dan al patio marroquí, donde no falta una fuente. Desde sus balcones se ve el mar, el monte Jebel Musa y los barcos cruzando el Estrecho de Gibraltar. Algunas tienen terraza, cuentan con sofá-cama doble o disponen de una bañera al aire libre. En ellas las mascotas son bienvenidas. La decoración de los cabeceros, la ropa de cama, las lámparas…, todo tiene ese aire de evocación arábiga.
Más allá de relajarse con las vistas, que también, para desconectar y relajarse aún más, en La Residencia Puerto está el primer spa de Tarifa, de inspiración oriental, con un circuito termal con piscinas, sauna, baño turco, duchas de hidromasaje…, y una carta de masajes y tratamiento basados en el agua -tan presente en esta esquina de la península– que será el mejor colofón a un día por la ciudad o en la playa.
El Patio es la referencia para disfrutar de la gastronomía a cualquier hora del día, desde el desayuno a la cena. Y la terraza, un espacio con piscina infinita climatizada todo el año ideal para tomar el sol o asistir a los maravillosos atardeceres de este lugar con África al fondo.
La conciencia ecológica de La Residencia Puerto se hace notar enseguida, porque los plásticos se han sustituido por materiales sostenibles y reciclados, también los productos del café o las cañitas. Los huéspedes tienen jarras de cristal para rellenar libremente en cada planta del hotel, en las habitaciones hay dispensadores de productos de aseos ecológicos y las frutas, de proveedores kilómetro 0, llegan a la cocina del restaurante en cajas reutilizables. Las luces son led, hay punto de carga rápido para coches eléctricos…
Otra opción de alojamiento del mismo grupo es La Residencia, un conjunto de 16 apartamentos ubicados en el antiguo edificio que en los años 40 del pasado siglo se levantó como alojamiento para suboficiales del Ejército. Rodeados de la primitiva muralla que protegía la ciudad y con vistas al mar, están decorados en un moderno estilo marroquí o mediterráneo, tienen grandes balcones para disfrutar de una comida mirando al Estrecho, porches, cocina y no les falta detalle. Para rematar la estancia tienen a su disposición una piscina infinita en la azotea, zona de barbacoa, sauna y una gran terraza, todo un bálsamo para los ojos con Tarifa a los pies.
Entre descanso y descanso, nadie se pierde recorrer las calles serpenteantes de este blanco y mítico enclave sureño, sentarse bajo las altas palmeras de sus pequeñas plazas, entrar en sus iglesias, cruzar la Puerta de Jerez y empaparse del espíritu que reina en la playa de Los Lances, paraíso de los amantes de los deportes acuáticos.