UNA CAPILLA SIXTINA MEDIEVAL
Antes de penetrar el casco viejo de Padua, resulta obligado empezar la visita de la ciudad por una de las grandes obras maestras del Renacimiento italiano. La Capilla Scrovegni es para muchos una interpretación paduana de la Sixtina gracias a los frescos de Giotto, el pintor que puso fin a la Edad Media con estas pinturas realizadas entre 1303 y 1305. En su temática bíblica queda patente un estilo único que revolucionó el lenguaje de la pintura occidental: los colores y la luz, la poesía y el patetismo, el hombre y Dios, la humanidad y la fe, la naturaleza y la historia. Todo el conjunto de frescos de Giotto, inscritos en la Lista del Patrimonio Mundial de la Unesco en 2021, resulta espectacular, aunque el fragmento que sobresale entre todos los frescos es el grandioso Juicio Final (cappelladegliscrovegni.it).
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IL SANTO, EL ALMA DE PADUA
A un kilómetro y medio, continuando por via Zabarella y via del Santo, bastarán 20 minutos para llegar a la basílica de San Antonio. Un importante centro de peregrinación, el segundo más visitado en Italia tras San Pedro en El Vaticano, pues fue la última morada de san Antonio de Padua, patrón de la ciudad. Bajo sus muros se custodia y se venera el cuerpo el santo y los peregrinos pueden acercarse y tocar la tumba en la Capilla del Arca. El templo regala más sorpresas como su altar mayor, con un gran crucifijo, un monumental candelabro y 30 estatuas de bronce realizadas por Donatello, o las 80 imágenes diferentes de la Virgen repartidas por el interior de la basílica. También se pueden observar los magníficos altorrelieves en mármol que narran episodios de la vida de san Antonio y sus milagros y contemplar las tres principales reliquias del santo: la lengua incorrupta, el mentón y los cartílagos laríngeos de su aparato vocal.
La basílica comenzó a construirse tras la muerte del santo el 13 de junio de 1231 y bastó solo un año para que fuera canonizado en uno de los procesos más rápidos de la historia. San Antonio es el único santo nacido en Portugal, y en 1946 fue proclamado doctor de la Iglesia durante el Pontificado de Pío XII. En la actualidad, acoge a unos cincuenta frailes franciscanos dentro de un complejo que depende directamente del Vaticano y no de la ciudad de Padua.
LA SEGUNDA UNIVERSIDAD MÁS ANTIGUA DE ITALIA
Adentrándose en las entrañas de la ciudad, enseguida se descubre el bullir de sus mercados medievales, de sus trattorias más auténticas y la intensa actividad de los estudiantes que llenan la segunda Universidad más antigua de Italia (1222), ubicada en el Palazzo Bo. En ella trabajaron algunos insignes pensadores, como Copérnico o Galileo, y en sus aulas estudió Derecho el seductor Giacomo Casanova.
Una de las sorpresas que guarda es el teatro anatómico de Padua, donde se empezó a estudiar por primera vez el cuerpo humano, que normalmente correspondía al de hombres y mujeres delincuentes o de mala vida, gracias a una bula papal que permitía diseccionar los cuerpos de extranjeros ajusticiados en Padua. En la sala había seis niveles de menos de un metro de altura desde los que estudiantes y algunas autoridades podían seguir las prácticas de esta disciplina. No podían mantenerse de pie, solo les alumbraba un juego de antorchas pues no entraba luz natural ni existían ventanas en este habitáculo y se dice que estas clases duraban, en ocasiones, 3 días, lo que provocaba un olor nauseabundo.
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UN BAPTISTERIO PARA EMOCIONARSE
Un breve paseo a pie conduce a la piazza del Duomo, donde se levanta una catedral muy sencilla, a pesar de que se trate de un proyecto de Miguel Ángel. Asombra su baptisterio, anexo al templo, con bellos frescos que narran la vida de Jesús, María y San Juan Bautista. De planta cuadrada, en su cúpula circular se hallan las escenas más impactantes que trazó su autor florentino, Giusto dei Menabuoi, en la recta final del siglo XIV.
DOS PLAZAS POPULARES Y EL PALACIO DE LA RAZÓN
En el corazón paduano las plazas monumentales también ofrecen su viejo encanto. Las dos más populares son las contiguas piazza delle Erbe y della Fruta, con sus correspondientes mercados. Las separa el imponente Palazzo della Ragione, de 1218, que impresiona por sus dimensiones, pero también por su gran salón interior, decorado con una colección de frescos de Giotto, perdidos en 1420 a causa de un incendio, que fueron sustituidos por 333 paneles de Nicola Miretto. En el mayor salón medieval de Europa (81x27 metros) no puedes perderte la escultura de un gran caballo de madera (5,75 metros) del siglo XV; la Piedra de la Vergüenza, colocada en 1231 para castigar a los deudores insolventes, y el péndulo de Galileo.
UN CAFÉ HISTÓRICO
La visita al Caffè Pedrocchi se hace inevitable en cualquier tour por Padua, pues ha sido históricamente lugar de encuentro de literatos, poetas, patriotas, pero, al mismo tiempo, de hombres de negocios y estudiantes. Un local sin puertas, abierto de día y de noche desde su inauguración en 1831 hasta 1916, donde también se organizaban fiestas, bailes o encuentros masónicos gracias al impulso del famoso cafetero de la época Antonio Pedrocchi. Hoy, la planta baja de este edificio neoclásico, destinada a cafetería, es una sucesión de salas: verde, amarilla, blanca y rosa. La primera, frecuentada por los estudiantes que no tenían necesidad de consumir, puede verse a muchos vecinos paduanos leyendo el periódico sin tomar el pedrocchino, el apreciado café del local elaborado con menta, crema y cacao, aunque lo mejor es degustarlo en alguna de las mesas del local.
MUY PRÁCTICO
La mejor forma de llegar a Padua es desde Venecia en tren. Hay conexiones aéreas directas con la ciudad de los canales desde Madrid con Iberia y Ryanair y desde Barcelona con Vueling. Partiendo de las estaciones de Venezia-Mestre o de Venezia-Santa Lucia se puede llegar a Padua en unos 30 minutos. Más información sobre Padua en: italia.it/en/padua-and-its-patron-saint
Puedes hacer un tour guiado por la ciudad, para un grupo y con un guía en español, de dos horas y media de duración. Más información aquí.
DORMIR EN PADUA
Palazzo Mantua Benavides (palazzomantuabenavides.com) es una residencia histórica del siglo XVI a muy pocos pasos de la Capilla Scrovegni, decorada con muebles antiguos. Más actual es Four Points by Sheraton Padova (marriott.com/hotels/travel/qpafp-four-points-padova), a solo 4 kilómetros del centro histórico.
COMER EN PADUA
Emplazado en el corazón histórico de Padua, dentro del Palacio Prosdocimi, Belle Parti (ristorantebelleparti.it) es ideal para cenas románticas por su atmósfera veneciana. También en Ai Scarponi (aiscarponi.it), un pequeño local en el centro con muy buena cocina casera.