COMBARRO
Con sus 60 hórreos alineados al borde de la ría, Combarro es uno de los pueblos más encantadores de las Rías Baixas y hasta de Galicia. Aunque pequeño, posee un bonito casco viejo de calles empedradas donde se apiñan antiguas casas de marineros, cruceiros y otros buenos ejemplos de arquitectura popular. Aquí se viene a contemplar el arte del marisqueo durante la marea baja, las idas y venidas de los barcos pesqueros, pero, sobre todo, a degustar junto al mar los mariscos más frescos.
Puedes apuntarte a un free tour por Combarro, o si prefieres hacer un tour privado o una visita guiada que acabe en la playa de Padrón para contemplar la imagen más típica y encantadora del pueblo.
Para ti que te gusta
Lee 8 contenidos al mes solo con registrarte
Navega de forma ilimitada con nuestra oferta
1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
CASTILLO DE SOUTOMAIOR
Es una de las fortalezas gallegas mejor conservadas de Galicia, sobresaliente por su arquitectura –mezcla de elementos militares y palaciegos–, su ubicación, en el boscoso valle del Oitavén, pero, sobre todo, por la intensa historia vivida tras sus muros. Su interior se ha musealizado con nueve salas temáticas y además de su estanque y un inmenso jardín de 25 hectáreas donde crecen numerosas especies de camelias, ofrece una variada agenda de actividades.
CABO HOME
Es el punto más cercano de las islas Cíes al continente (solo 2,5 kilómetros) y se localiza en la parte más occidental de la península del Morrazo. Un espacio protegido por su gran valor natural y paisajístico y coronado por un faro que da cobijo a la playa de Melide. Un camino de tierra que discurre por la costa de la Vela permite alcanzar este pequeño arenal situado entre los cabos de Punta Subrido y Punta Robaleira. Rodeada por un gran pinar y flanqueada por tres faros, es uno de los escenarios más especiales para ver atardecer contemplando el archipiélago de las Islas Atlánticas.
ISLA DE AROUSA
Las calas y playas de esta isla unida a la península por un puente de casi dos kilómetros que cruza la ría de Arousa, la más grande de Galicia, compiten con las de las islas Cíes por el color de sus aguas y su arena blanca. En ella un montón de actividades para hacer: desde hacer un tour por este sorprendente paraje fluvial, que incluye una ruta en barco para descubrir las artes de la pesca y las famosas granjas de mejillones que salpican la ría, hacer una ruta en kayak o dar un paseo por el carril bici que recorre la costa. O si lo prefieres, apuntarte a una mariscada y queimada para rematar el día.
RUTA DEL ALBARIÑO
La variedad de uva más famosa de Galicia es el albariño, autóctona de esta tierra, ácida, aromática, afrutada y llena de matices, de la que cuenta la leyenda que llegó a Pontevedra allá por el siglo XII de la mano de unos monjes del Císter. Cambados es la capital de la ruta del Albariño y tomándola como punto de partida se van descubriendo todos los secretos del vino gallego más deseado. El Palacio de Fefiñanes y Gil Armada y el Museo del Vino son dos de los lugares imprescindibles en esta localidad, pero más allá se puede continuar el recorrido en el pazo de Señoráns, en Meis; en la bodega Condes de Albarei, ubicado en el palacio Baión, en Vilanova de Aorusa, convertido en el mayor centro de enoturismo de la región, y acabar en el pazo de Rubianes de Vilagarcía, rodeada de 25 hectáreas de viñedos, en el que puedes hacer esta visita.
CASCADAS DE BAROSA
Desde Barro, por la carretera que une Caldas con Pontevedra, un desvío lleva a la Ría de Barosa, un espacio protegido como parque natural, famoso por las bonitas cascadas que forma el río Agra. En el entorno 17 molinos recuperados donde se molía el maíz, dispuestos junto al río de forma escalonada. Carballos, pinos y eucaliptos ponen la nota verde a la zona, que cuenta con un área recreativa y varias pozas para darse un baño. Este entorno es una parada la mar de refrescante en el Camino Portugués a Santiago.
O GROVE
En esta península se concentra la naturaleza más espléndida de las Rías Baixas. Aquí empieza la playa favorita de los gallegos, La Lanzada; en este mismo entorno, el Complejo intermareal Umia-O Grove, uno de los mejores lugares para observar pájaros de la región y, en el monte Siradella, el centro de interpretación del humedal. Echarse a andar por el paseo de Pedras Negras de San Vicente o acercarse a las playas salvajes de Abelleira y Canelas a la hora del atardecer serán otros momentos para no olvidar. Y si quieres verlo todo, cómodamente, súbete al tren que recorre sus lugares más turísticos y cruza a la isla de La Toja.
TUI
El casco histórico de Tui es un lugar para callejear y perderse por sus rúas de piedra, costanillas y pasadizos. Arriba del todo está la catedral, que más parece una fortaleza por sus adarves y sus torres almenadas. La puedes descubrir haciendo una visita guiada. Y abajo el río Miño, con un espléndido paseo a su vera para andar o pedalear hasta el viejo puente internacional que une Tui con la portuguesa Valença do Minho, e incluso para subirse a un barco y navegar por sus aguas con la vista puesta en estas dos bonitas ciudades fronterizas. Puedes apuntarte a un free tour por Tui o hacer un tour solo por su judería.
RUTA DE LAS CAMELIAS
La camelia es la flor que reina en los jardines de Galicia y su aroma perfuma una ruta de pazo en pazo que recorre las Rías Baixas, desde Vilagarcía de Arousa a Vigo. El recorrido comienza en el valle del río Ulla, donde se encuentra el pazo de Oca, y continúa después haciendo una visita guiada al pazo de Rubianes y sus jardines, en Vilagarcía, el pazo de Ribadumia, en pleno valle de Salnés y donde crecen más de 1000 variedades de camelias, o el pazo de Lourizón, en Agrovello, antes de llegar al castillo medieval de Soutomaior, que tiene el jardín botánico más importante de Galicia. Y más allá, en Vigo, el pazo de O Castro o el de Castrelos.
MONASTERIOS DE POIO Y ARMENTEIRA
Nada más salir de Pontevedra en dirección a Sanxenxo se descubren dos de los monasterios más impresionantes de Pontevedra. Muy próximo a Combarro, el de San Juan de Poio destaca por su claustro del cruceiro, con un impresionante mosaico del Camino de Santiago de 200 m2 de longitud, su museo de mosaicos, una escuela de canteros y el hórreo más grande de toda Galicia. Además de ser sede de los cursos de la universidad de verano, el convento acoge una hospedería monástica. En Meis se encuentra el de Armenteira, con una magnífica iglesia románica levantada por su primer abad cisterciense.
ISLA DE LA TOJA
Unida por un puente al municipio de O Grove, La Toja es un destino termal por sus aguas mineromedicinales. Es minúscula, apenas mide un escaso kilómetro cuadrado, pero es un enclave muy turístico porque cuenta con varios hoteles, un casino, un coqueto paseo marítimo, campo de golf y la singular ermita de San Sebastián, toda ella cubierta de conchas. Puedes hacer un paseo por La Toja en barco que incluye degustación de mejillones o subirte al tren turístico que recorre la isla.
SANXENXO
Con 24 playas muy distintas y cada una con su singularidad, Sanxenxo, el municipio con más banderas azules de España y el segundo de Europa, es un destino para disfrutar del mar. La Lanzada, en el istmo que une la península de O Grove, es la playa más afamada y larga, un inmenso arenal de 2,5 kilómetros frecuentada por surfistas. ¿Quieres hacer un curso de surf en esta playa? ¿o prefieres probar el paddle surf?
Próxima a ella está la ermita románica de Nosa Señora da Lanzada. Pero a lo largo de sus 36 kilómetros de costa se van sucediendo muchas otras también espectaculares. Diferentes senderos enlazan sus arenales, desde los que disfrutar de puestas mágicas de sol. Y para conocer la tradición marinera del lugar, dos cosas que no hay que perderse: asistir a la subasta de pescado en la villa de Portonovo o sentarse a la mesa y degustar los mariscos y pescados frescos de sus mercados.
PONTEVEDRA CIUDAD
Las plazas son el corazón de la tranquila capital pontevedresa, en ellas vemos cruceiros, pazos, soportales, fuentes ornamentales… y por ellas ¡pasa la vida! La de la Ferrería es el centro monumental del casco histórico y uno de los rincones más animados, además del lugar donde está la curiosa (por su forma de vieira) capilla de la Peregrina, protectora de los peregrinos que marchan por el Camino Portugués de Santiago. Aneja a la Ferrería queda la plaza da Estrela. Y luego están la Verdura, la Leña (en la imagen), la de Méndez Núñez o la señorial del Teucro. La basílica de Santa María la Mayor, la Illa das Esculturas o el Museo de Pontevedra, repartido por varios pazos señoriales, son otros lugares para ir descubriendo. Puedes hacer un free tour por la ciudad para no perderte ninguno de sus imprescindibles.
CAMBADOS
Su nombre siempre ha estado ligado al vino Albariño, como se muestra en su Museo del Vino, junto a las ruinas de Santa Mariña Dozo. Pero además del museo, en Cambados hay que hacer una ruta por sus bodegas, algunas en el centro histórico de esta localidad donde la nobleza gallega habitó en su día algunas de las casonas señoriales de esta antigua parroquia marinera que es conjunto histórico-monumental, salpicado de pazos como el de Montesacro y el de Fefiñáns, iglesias, torres y capillas. Puedes apuntarte a un free tour por Cambados.
VIGO Y SU RÍA
Lo primero en la ciudad pontevedresa es contemplar la vista desde el mirador de monte de A Guía, con las islas Cíes al fondo y el impresionante puente de Rande al final de la ría. Caminando se irán descubriendo después sus espacios y monumentos más interesantes: desde la plaza Porta do Sol, el corazón de la ciudad, a las de la Princesa, Constitución o la de Almeida. La concatedral, la Casa de Ceta, los soportales del barrio de pescadores O Berbés, la avenida da Beiramar, junto al puerto deportivo, el mercado de la Piedra o la calle Pescadería, que todo el mundo conoce como la de las Ostras, son sus imprescindibles. Sin olvidar, la playa de Samil, la más grande y famosa de la ciudad, por la que pasean los vigueses. Para ver todos sus lugares imprescindibles, lo mejor será apuntarte a un free tour por la ciudad.
RÍA DE ALDÁN
El paseo marítimo de Aldán es el mejor lugar para tomar el pulso a este entrante profundo en la costa de la ría de Pontevedra, situado en un extremo de la península del Morrazo. Son numerosas las playas que se encuentran en esta ría que abarca tres parroquias: Aldán, O Hío y Beluso. Entre sus numerosas playas destacan la de San Cibrán, en Aldán, y Vilariño, en O Hio. Otros lugares que no hay que perderse son la iglesia de San Cibrán, el pazo de los Condes de Aldán o la ruta dos Muíños, que discurre por un precioso bosque paralelo al río Orxás. Puedes dar un paseo en barco por la ría que incluye degustación de mejillones.
ISLAS CÍES
La excursión más recomendable desde Vigo (o desde Bayona o Cangas) es este archipiélago del Parque Nacional de las Islas Atlánticas formado por tres islas: Monteagudo o Norte, Isla del Medio o de Faro e Isla del Sur o San Martiño. Quien se aventura por él llega para hacer senderismo, descubrir playas vírgenes, especialmente la de Rodas (en la imagen), rodear en barco sus acantilados, practicar buceo y observar a la fauna marina. Al mismo parque nacional pertenecen las islas de Ons, Sálvora y Cortegada. El acceso a las islas desde Vigo se hace en barco, un ferry de ida y vuelta que puedes contratar aquí.
A GUARDA
El lugar que todos llegan buscando a esta villa marinera está en lo más alto del monte Santa Tegra, el castro del mismo nombre, el mejor y más impresionante testimonio de la cultura galaico romana. Desde las alturas se divisa el valle vinícola del Rosal, la desembocadura del Miño, la vecina Portugal y la inmensidad del Atlántico. ¿Quieres hacer un free tour al castro de Santa Tegra?
Pero A Guarda también tiene un puerto para recorrer caminando y picoteando en sus taperías y una senda litoral que lleva a playas tan bonitas como las de O Muiño y A Lamiña.
BAIONA
Las calles estrechas y empedradas de esta villa de aire medieval se animan cuando llega el buen tiempo. Ubicada en una amplia ensenada que resguarda la península de Monterreal, en ella despunta su monumental fortaleza protegida por murallas y torreones que fue residencia de gobernadores militares y hoy acoge el parador de turismo. Después de trepar hasta sus alturas hay que recorrer sus más de dos kilómetros de paseo marítimo, desde los que contemplar mientras baten las olas la bahía, la fachada marítima con sus galerías acristaladas y, un poco más allá, las Islas Cíes. Apúntate a un free tour por Baiona para no perderte nada.
CÓMO LLEGAR Y MOVERSE EN LA PROVINCIA
Si se opta por la vía aérea habrá que volar a Vigo, única ciudad con aeropuerto en la provincia. Compañías como Iberia Express ofrecen vuelos a muy buen precio tomando como punto de partida Madrid (desde 30 € trayecto) o desde Barcelona volando con Iberia. Con Vueling existe conexión entre Barcelona y Vigo (desde 27 €) o Madrid-Vigo (desde 60 €/trayecto). Para los que necesitan alquilar un coche para moverse y quieren visitar varios destinos pueden hacerlo con compañías como Budget o Avis, ambas con recogida en el aeropuerto de Vigo o en la estación de Renfe de Pontevedra.
DÓNDE ALOJARTE
La oferta de hoteles es amplia y magnífica en toda la provincia. Una buena elección en Vigo es el Pazo de los Escudos, un encantador cinco estrellas que ocupa una construcción típica gallega rodeada de jardines y junto a la playa Do Carril. Entre Sanxenxo y la isla de La Toja un pequeño hotel boutique con encanto como Quinta San Amaro, rodeado de un mar de viñedos y con el Atlántico como telón de fondo en el que la desconexión está asegurada.
Para los que quieran alojarse cerca de la ría de Arousa A Pedreira Boutique Hotel, entre las villas termales de Caldas y Cuntis, con coquetas habitaciones y rodeada de un inmenso espacio verde con piscina ideal para familias con niños. Si nos vamos hasta Baiona no hay alojamiento más singular que el Parador, con salones señoriales y espaciosas habitaciones que miran al océano. Y el Parador también es una magnífica elección en la ciudad de Pontevedra, un espacio renacentista del siglo XVI en pleno casco histórico, perfecto para patear la ciudad.La última recomendación es un pequeño hotel con encanto junto a la playa de La Lanzada, Natura Petit Hotel, donde además merece la pena comer o cenar es su restaurante, El Rincón de Roberto, que es uno de los mejores de la zona.