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Un arco romano levantado hacia el siglo II da nombre a una subcomarca de la Plana Alta de Castellón: La Plana de L’Arc. Con el tiempo, el monumento ha quedado rodeado por dos pequeñas carreteras, pero está acostumbrado, pues se edificó junto a la Vía Augusta, la calzada romana más larga de la Hispania romana, que pasaba justamente por aquí. El antiguo trazado de esta vía de comunicación es el eje común de los siete pueblos que la forman: Benlloc, Cabanes, Les Coves de Vinromà, La Torre d’en Doménec, Vall d’Alba, Vilafamés y Vilanova d’Alcolea. Un llamativo territorio, alejado del turismo de masas, pero repleto de atractivos. El primero de ellos es el paisaje: un extenso valle paralelo a la costa mediterránea rodeado de sierras donde están cada uno de los pueblos. En este entorno encontramos campos de olivos centenarios y una red de acequias y sistemas de regadío de herencia árabe, que aún conservan las sénias, las norias. La mejor manera de visitar esta comarca de vocación slow es recorrerla subido en una bicicleta. Como la mayor parte de su territorio es llano no cuesta trabajo pedalear.
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Podemos empezar en Cabanes, junto al arco romano, y luego dirigirnos hacia Benlloc. Toda la zona está llena de huertos y campos de cultivo, especialmente de almendros y de viñedos. Rumbo este, la CV-156 lleva a Val d’Alba, donde se puede seguir la Ruta de las Sénias. A lo largo de seis kilómetros se ven diferentes ejemplos de estos ingenios hidráulicos, además de otros elementos relacionados con la cultura del regadío, como pozos, aljibes, cisternas o azudes. El recorrido comienza en el Pou Ample, un antiguo descansadero en un cruce de caminos, junto al que queda la sénia del Rosso, una de las mejor conservadas. El pueblo más al sur es Vilafamés. Aquí hay que tomarse el tiempo de recorrer tranquilamente sus calles en cuesta, de trazado más irregular según se asciende hacia el castillo, que llama poderosamente la atención por su torre circular y su piedra roja. Esta se hace presente por todos los rincones del pueblo, situado en un espectacular promontorio de rodeno, una roca arenisca que aquí se presenta con ese color. La Roca Grossa, mole pétrea en un escarpe inclinado en pleno centro, es uno de sus símbolos.
Hacia el norte quedan ya los otros pueblos. El primero que nos encontramos es Vilanova d’Alcolea. A las afueras, junto a la carretera está Ildum, el yacimiento arqueológico de una antigua mansio romana (una especie de parada de posta) construida junto a la Vía Augusta. Aquí se encontró también uno de los miliarios de la Vía Augusta, que ahora se puede visitar en el hall del ayuntamiento. A partir de este punto el terreno se presenta más escarpado y montañoso, y empiezan a aparecer los campos de olivos centenarios. El paisaje, puramente rural, ofrece más gamas de colores con otros árboles, como almendros y algarrobos. Desde los miradores de la Torre d’en Doménec se tienen fantásticas panorámicas. El pueblo cuenta también con una buena red de rutas senderistas que se adentran por la sierra Peñarroya y la montaña del Molino. Los escarpes y cortados que se van abriendo en la montaña serán la imagen más recordada de Les Coves de Vinromà, el pueblo más al norte. Como Vilafamés, este también es un pueblo con arte, entendido de manera literal. Las cuevas de los alrededores guardan numerosos ejemplos de pinturas rupestres del llamado Arte Levantino, declarado Patrimonio de la Humanidad.
Y dentro de la localidad se ven fuentes decoradas con murales de azulejos, casas señoriales convertidas en museos y centros de arte y espacios culturales tan sorprendentes como la iglesia Vieja, en lo alto de la loma rocosa del casco histórico, un antiguo templo gótico que antes fue mezquita. La ruta puede acabar de nuevo en la plana, en el valle, y junto al mar, ya que el término de Cabanes llega hasta la costa. Aquí se visitarán las torres vigía repartidas por la zona y se hará una incursión por el Parque Natural Prat de Cabanes-Torreblanca, una zona de marismas y pantanos de gran valor paisajístico donde hacer avistamiento de aves.
No dejes de...
Visitar el MACVAC. El Palau del Batle, un soberbio palacio del siglo XV de Vilafamés, alberga el Museo de Arte Contemporáneo Vicente Cerni (macvac.es), uno de los más atractivos del país sobre este arte. La idea partió del crítico de arte y ensayista que le da nombre y la primera exposición se hizo con solo 15 obras. Hoy su colección está formada por unas 700 de artistas referentes de la vanguardia nacional e internacional, como Andy Warhol, Eusebio Sempere, Joan Miró, Soledad Sevilla, Pablo Picasso, Dora Maar, Pep Agut, Olga Adelantado o Juan Genovés, entre otros.
Guía práctica
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