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¿Escapada al buen tiempo en pleno invierno? Consejos para preparar tu maleta

Analizar el destino, optimizar el espacio, looks intercambiables y otras ideas para ir tranquilo en tu próximo viaje.


Actualizado 4 de abril de 2022 - 16:15 CEST

Una de las millones de cosas buenas que tiene viajar es que nos permite huir de la rutina, dar un salto en la monotonía del día a día para entrar en una nueva dimensión y vivir una experiencia diferente. Da igual dónde vayas o qué vayas a hacer allí, viajar te sube el ánimo. Y si en pleno invierno decides cambiar de clima y eliges como destino un lugar cálido, el chute de energía es todavía mayor. Solo imaginarte sustituyendo el abrigo por el short ya te saca una sonrisa. 

En este caso, preparar la maleta se nos puede presentar como una tarea más complicada de lo habitual, por tener la cabeza en ‘modo invierno’ y obligarla de golpe a pensar en chanclas y pareos…, y porque eso lo tienes guardado en el altillo, el canapé o el trastero y te va a tocar rebuscar todo lo que necesitas (y en las tiendas no vas a encontrar nada de temporada).

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Estos consejos para hacer bien la maleta pueden ahorrarte más de un problema a la hora de viajar y te permitirán hacerlo con la tranquilidad de haber acertado.

No te lo pierdas: Los destinos que estarán de moda en 2022

Sin duda, las posibles complicaciones pesan menos que la ilusión de preparar el viaje, pero Evaneos (evaneos.es) te ofrece algunos consejos para ayudarte a que el ‘momento maleta’ sea lo más sencillo posible.

ANALIZAR EL DESTINO

Lo primero que debes hacer es informarte bien del clima habitual en la zona que vas a visitar. Puede ser un lugar cálido donde refresque bastante por las noches, por lo que deberás elegir bien tus prendas de ropa.

En segundo lugar, es importante tener en cuenta el tipo de actividades que vas a realizar allí, si vas a quedarte durante toda la estancia en el mismo alojamiento, si va a ser un viaje de relax y baja actividad o vas a hacer excursiones, salidas al mar o a la montaña, si piensas salir a cenar o acudir a eventos para los que deberás elegir un look más arreglado.

En el caso de vayas a alojarte en varios lugares y no te vaya compensar deshacer la maleta en cada uno de ellos, nuestra recomendación es que prepares varios packs de ropa en diferentes bolsas ligeras que podrás extraer de forma cómoda en cada destino, evitando tener que desordenar todo.

OPTIMIZAR EL ESPACIO

Hay otros consejos básicos a la hora de ordenar el contenido de la maleta, que seguramente ya conocerás, pero conviene recordar. Por ejemplo, que enrollada ocupa menos (y se arruga menos) que doblada. Si todavía no conoces el método Marie Kondo, ha llegado el momento de que abras tu mente a una nueva forma de almacenar tu ropa, incluso en casa, ¡el espacio en los cajones se multiplica!

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Enrrollar la ropa en la maleta hace que ocupe menos y se arrugue menos.

Pero lo más importante es elegir qué tienes que meter en la maleta. Para esto, la regla de oro que nunca falla es preparar con cierta antelación una lista de las cosas que crees que vas a necesitar. Puedes ir añadiendo y quitando elementos hasta afinarla al máximo para evitar llevar cosas innecesarias. Trata de olvidar los ‘por si acaso’, normalmente no se suelen utilizar, y si te hace falta, siempre encontrarás una tienda donde comprarlos.

COMPLEMENTOS MULTIUSOS

Dentro de tu selección de ropa, por mucho que vayas a un clima cálido, siempre es recomendable incluir alguna prenda de más abrigo, como una sudadera ligera, una chaqueta o un cortavientos. Y sobre todo, no olvides un pañuelo de gran formato, esa prenda mágica que puede servir de chal para cubrir los brazos, de foulard para el cuello, de pareo playero o de mantita para taparte las piernas en el avión. Sus posibilidades son infinitas y, además, ocupa muy poco espacio.

Algo similar ocurre con las toallas tipo pareo, de hammam o turcas, abultan mucho menos que las tradicionales de felpa, secan bien y se secan rápido, por lo que son una estupenda elección si vas a ir a la playa o a la piscina. Por cierto, en este caso necesitarás también una bolsa. Elige una mochila que además pueda servirte para las excursiones, e incluso para llevar el equipaje de mano en el avión (donde debes llevar los artículos de valor, y es también buena idea meter un kit de primera necesidad por si acaso tu equipaje fuera extraviado).

LOOKS INTERCAMBIABLES

En cuanto a la ropa, un truco para evitar cargar en exceso es elegir combinaciones intercambiables, de forma que puedas crear diferentes estilos con las mismas prendas. Para ello, es conveniente recurrir a colores básicos, fácilmente combinables. Y lo mismo ocurre con el calzado: piensa que es lo que más abulta en la maleta, por lo que, aparte de las imprescindibles chanclas, elige unas deportivas casual, ideales para combinar con casi todo y adecuadas para tus excursiones, y un par más de vestir (sandalias o cuñas) para las cenas y ocasiones especiales.

Nuestra recomendación sería llevar un par de bañadores o bikinis, un par de shorts, tres o cuatro camisetas básicas, tops o camisas veraniegas, un par de vestidos de tipo playero, otro más de vestir y unos jeans o pantalones finos. No hace falta más, allí también puedes buscar una lavandería para hacer la colada, y lo más probable es que también acabes ‘picando’ y haciendo shopping en la zona (por cierto, recuerda incluir en la maleta una bolsa ligera por si la necesitas para llevar las compras en el viaje de regreso, así como un par de bolsas de plástico para la ropa sucia o mojada). Por supuesto, no olvides la ropa interior, el pijama, tus complementos favoritos, las gafas de sol… y fundamental, ¡la crema solar!  

VIAJAR DEL CALOR AL FRÍO

También puede ocurrir que decidas ir en verano de vacaciones a un destino nórdico o a un país en el que es pleno invierno. Muchas de las recomendaciones serían las mismas, pero añadiríamos como esencial, en este caso, la ‘regla de las tres capas’. La primera capa debe mantenerte caliente pero evitar que sudes, por lo que es preferible que sean prendas de fibras sintéticas y no de algodón. La segunda debe retener ese calor y actuar de aislante térmico, por ejemplo, un forro polar. Y la tercera debe protegerte de los fenómenos climatológicos, por lo que debe ser impermeable y también transpirable. Sin olvidar guantes, gorro, bufanda y demás complementos para el frío.

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Contar con buena ropa térmica es imprescindible para viajar al frío.

Economizar el número de prendas, sobre todo cuando estas abultan más que las de verano, sería lo ideal. Para eso hay otra regla, la del 2, que consiste en llevar dos prendas de cada: dos pantalones, dos térmicas, dos polares, dos abrigos… Y para ocupar el menor espacio posible en la maleta, sería ideal que el abrigo y el calzado más voluminosos los llevaras puestos. Si llegas al aeropuerto en pleno julio con unas botas de montaña y un anorak puede que te miren raro, pero siempre puedes meter el abrigo en la mochila de mano.