Cerca de Viveiro, en el Souto da Retorta, uno de los bosques más septentrionales de la península, se alza O Avó, El Abuelo, un eucalipto plantado en 1880 que está considerado el árbol más grande de España. Nueve hombres hacen falta para abrazar su tronco de 10,5 metros de perímetro. Tiene una altura de 61,78 metros, como un edificio de 20 plantas, y un volumen de 75,2 m3. El sendero que recorre esta magnífica espesura es muy sencillo, llano y sin extravío posible, pues discurre en todo momento entre el río Landro y el canal de desagüe de una central hidroeléctrica.
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Todos los eucaliptos que se ven en el bosque fueron plantados entre 1880 y 1912 para ayudar a drenar los terrenos bajos encharcados por los afluentes del Landro. A medio camino, en una cerrada curva del río, se encuentra El Abuelo y, próximo a este, otro eucalipto de 68 metros, el más alto de Europa. Al llegar a la central, el sendero acaba y toca volver por el mismo recorrido, admirando la bóveda vegetal que forman, junto con altísimos eucaliptos, castaños, robles, alisos, fresnos y arces.
En Viveiro seguiremos mirando hacia arriba para observar el escudo y el busto del emperador en la Puerta de Carlos V, al que los vecinos estaban agradecidos por haberles eximido de impuestos, tras el incendio de 1540, hasta que se reconstruyera la villa. Y luego miraremos para abajo desde el mirador de San Roque, viendo cómo el Landro desagua en el Atlántico formando una amplia ensenada, la ría de Viveiro, limitada a naciente por el monte Faro y a poniente por la punta de Fuciño do Porco. Para llegar a ella hay que caminar por la espectacular senda escalonada que sube y baja por la afilada crestería del promontorio.
A la derecha de Viveiro, veremos los palangreros en el puerto de Celeiro, entre los más importantes de Galicia. A la izquierda, el kilómetro y medio de la playa de Covas y, poco más allá, la más brava de Sacido.
Las que no se ven desde el mirador de San Roque y tendremos que acercarnos para hacerlo son la playa de Abrela y la cercana Cova da Doncela. Según la leyenda, en esta gruta vive una hermosa doncella que baja del acantilado para bañarse y desenredar sus abundantes y sedosos cabellos. También se dice que fueron los narcotraficantes los que usaron esta cavidad para ocultar sus alijos e inventaron el cuento para alejar a los curiosos. Como mínimo, se ha de tener precaución, porque hay que gatear 15 metros por un túnel y luego asomarse a un espectacular balcón para contemplar cómo el Cantábrico golpea los acantilados entre la punta del Caballo y la playa.
La última etapa del viaje, desde la playa de Area Grande hasta O Vicedo, podemos hacerla en coche o a pie siguiendo el Camino Natural de la Ruta del Cantábrico, bien señalizado. Caminando por la costa veremos las playas de Xilloi y de Caolín y la ría de O Barqueiro. La villa que da nombre a esta, dispuesta por el anfiteatro abierto por el río Sor y la inmensa playa de Area Longa, es una foto de postal. Aquí acaba Lugo y empieza A Coruña. Termina este viaje y empezarán otros.
No dejes de...
Visitar el casco histórico de Viveiro. Un paseo por esta bonita villa de la Mariña Lucense de origen medieval irá descubriendo su rico patrimonio monumental. Además de la Puerta de Carlos V (en la imagen), conserva otras de su antiguo recinto amurallado, iglesias como la de Santa María del Campo, recoletas plazas y empinadas calle gremiales –Zapatería, Ferreiros, Pescadería…–, el puente de la Misericordia y también un buen conjunto de arquitectura popular, con las típicas casas con balconadas y galerías acristaladas reflejándose en la ría.
Guía práctica
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