PENÍNSULA DE LA MAGDALENA
Con un par de playas, un parque con pingüinos, focas y leones marinos, bosques y jardines, áreas deportivas, zonas para hacer pícnic, esta península ajardinada que la ciudad regaló a Alfonso XIII es un lugar para pasar largas horas en la naturaleza sin salir de Santander, su acceso es gratuito. En lo más alto se alza el palacio de la Magdalena, la residencia del monarca, actualmente sede de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo y habitual escenario de rodaje.
DEL CAMELLO AL SARDINERO
Andando desde el paseo Pereda, la calle Castelar enlaza con la avenida de la Reina Victoria, custodiada por señoriales palacetes y exclusivos hoteles, que acaba en el Sardinero. El Camello es la primera de las playas de estos 2 kilómetros de dorados arenales que tienen su continuación después en la Concha y la Primera y Segunda del Sardinero, separadas estas por los jardines de Piquío. Un lugar imprescindible para el paseo en Santander. En este entorno podemos quedarnos a dormir en el hotel Santos Santemar, que queda a 2 minutos de la playa y muy próximo a la Magdalena. Un alojamiento con habitaciones confortables de decoración montañesa o marinera, restaurante de cocina cántabra y, lo mejor, unas excelentes vistas al mar.
DE MATALEÑAS AL FARO DE CABO MAYOR
Al final de las playas del Sardinero nace una preciosa senda costera que rodea el parque y el campo de golf de Mataleñas, y se asoma a los acantilados rocosos de los cabos Menor y Mayor. Hasta el mirador del primero hay 1,5 kilómetros y pasa por la playa de Los Molinucos. Luego la senda continúa y tras dejar atrás la playa de Mataleñas alcanza el faro de Cabo Mayor, que vigila la entrada a la bahía de Santander y acoge en su interior un centro de arte. Lo mejor, sin embargo, está fuera, cuando se contemplar la magnífica panorámica que ofrece este punto, donde el mar bate con fuerza contra las rocas y la vista se pierde.
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PARQUE DE LAS LLAMAS
Son 11 hectáreas de extensión lo que ocupa este parque urbano, el gran pulmón verde de la ciudad, y el más arbolado. Tiene una amplia red de caminos, zonas acuáticas, un carril bici de 2,5 kilómetros, un jardín botánico y varias zonas deportivas y recreativas que rodean un humedal de alto valor ecológico donde ánades, garzas reales y muchas otras especies de aves tienen su lugar de descanso o de invernada.
SENDA DEL LITORAL NORTE
Del faro de Cabo Mayor a la playa de la Virgen del Mar hay 7,5 kilómetros que se recorren sin perder de vista el mar y los acantilados. En el camino, que atraviesa la localidad de Cueto, surgen las apartadas playas del Bocal y Rosamunda, frecuentadas por los amantes del surf, antes de llegar a La Maruca, un lugar de ambiente marinero con sus barquitas amarradas en la pequeña ría de San Pedro del Mar, sus tabernas marineras y la pequeña y rocosa playa del mismo nombre. Una antigua batería hace las veces de centro de interpretación del litoral y cerca de él está el castillo de Corbanera, el molino de mareas de Aldama y un humedal recuperado de tres hectáreas conocido como Pozonas de San Román. El paseo concluye en el santuario de La Virgen del Mar, al que se accede a través de un puente, porque está enclavado en un islote. La patrona de Santander y de los pescadores también da nombre a una bonita playa rodeada de prados.
SENDERO DE LA PEÑA
Es un recorrido corto, de poco más de 2 kilómetros, pero con premio final: la panorámica de 360 grados que regala el punto más alto de la ciudad: Peñacastillo, a 139 metros de altitud. Hay dos tramos, uno que comienza en la iglesia de San Lorenzo, con magníficas vistas desde sus dos miradores, y otro que se inicia en Nuestra Señora de Loreto y recorre la parte norte.
EN BARCO POR LA BAHÍA
Abierta como está la ciudad a la bahía, obligado es dar un paseo en barco por ella para disfrutar de su cara más natural de otro modo. Los barquitos de Los Reginas (losreginas.com) se toman en el embarcadero situado frente al paseo de Pereda y llevan a Pedreña, Somo y la playa de El Puntal. Para otro día, esta misma empresa ofrece otras excursiones marítimas por el entorno, como la que llevan también a Cabo Mayor.
Disfruta de un paseo en barco por la bahía de Santander
ISLA DE MOURO
Frente a la península de la Magdalena, en la boca de la bahía de Santander, está plantada la pequeña isla de Mouro, apenas un islote rocoso de 1,7 hectáreas y coronado por un faro que data del siglo XIX, pero con una gran biodiversidad. Bien lo saben los buceadores que se adentran en sus ricos fondos marinos, donde están censadas más de 40 especies de peces. Los barcos de Los Reginas (losreginas.com) ofrecen excursiones a ella en embarcaciones con suelos de cristal en los meses de verano.
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