CASTILLO DE BRAN, RUMANÍA
Hay que viajar a la región de Transilvania para descubrir cerca de Brasov, esta fortaleza que, si bien fue levantada en 1382 con fines defensivos y siglos después se convirtió en la residencia veraniega de los reyes de Rumanía, su nombre está irremediablemente unido al de Drácula, pues la creencia popular dice que se trata del castillo descrito en la famosa novela de Bram Stocker. Sea o no la antigua morada de Vlad Tepes el Empalador, lo que sí es cierto es que esta construcción de torres puntiagudas, almenas y saeteras hoy es un museo que contiene muebles, pinturas y recuerdos como residencia real, aunque muchos lleguen buscando en él el rastro del famoso conde.
PUEBLO DE RYE, INGLATERRA
Este pequeño pueblo al sur de Inglaterra, a 50 kilómetros de Canterbury, es uno de los más bellos del país. Una bucólica villa anclada en el Medievo con bonitas calles adoquinadas y flanqueadas por casas con entramados de madera, un castillo del siglo XIII, la iglesia de St Mary, del XII y la imprescindible calle Mermaid Street, que conserva el encanto de antaño. La Posada The Old Bell Inn (oldbellrye.com), en un edifico de 1390 actualmente convertida en pub, es un buen sitio para sentarse con una pinta en su terraza. Más allá, la playa de Camber Sands y su sistema dunar, a tan solo 6 kilómetros, es perfecta para dar largos paseos o un baño durante el verano.
DUVRONIK, CROACIA
Dentro de las poderosas murallas de esta ciudad mediterránea se palpa el poso de una historia de más de mil años que la ha ido adornando de palacios, cúpulas, conventos y callejas encantadoras y que, tras una minuciosa restauración, vuelven a lucir en todo su esplendor. Bien lo saben los que van en busca de los escenarios de rodaje de Juego de Tronos.
PUENTE KAPELLBRÜCKE, SUIZA
La imagen más postalera de Lucerna es la de este puente de madera construido como parte de las fortificaciones que protegían la ciudad suiza. Tiene otros 3 construidos entre los siglos XII y XV que salvan las aguas del río Reuss, pero el Kapellbrücke, el «puente de la capilla» no solo es el más bonito, es también el cubierto más antiguo de Europa. Tiene 200 metros de largo y, aunque sufrió un incendio en 1993, fue reconstruido fiel al original, con sus magníficos frontones triangulares pintados.
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ÁVILA Y SU MURALLA
No hay mejor paseo por Ávila que el que regala su muralla, la mejor conservada de España. Sus 2,5 kilómetros de cinturón pétreo se recorren a la sombra de sus almenas y 88 torreones, entrando y saliendo por sus 9 puertas o por su adarve, desde la que, además, se contemplan las mejores panorámicas de la ciudad y su entorno. Dentro de este cogollo monumental, encontraremos callejuelas adoquinadas y cuestas a las que asoman iglesias románicas, conventos y palacios renacentistas que nos trasladan a la Edad Media. Cuando cae la noche, la ciudad se ilumina y a todo este conjunto lo invade un halo de magia.
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BAGNOREGIO, ITALIA
Parece un decorado de película ahí colocado, en lo alto de una montaña y con un larguísimo puente suspendido a 70 metros de altura como único acceso. Cuando se asciende por él, como si de una conquista se tratara, lo que aguarda es una ciudadela medieval de cuento donde el tiempo parece haberse detenido. Para pasear por sus estrechas callejuelas y descubrir sus edificios de piedra y preciosos rincones hay que viajar a la provincia de Viterbo, en la región del Lacio.
CASTILLO DE MALBORK, POLONIA
A orillas del río Nogat está el castillo medieval más grande de Europa, una monumental construcción de ladrillo construido con el propósito de ser la capital de la Orden Teutónica, la residencia del Gran Maestre de la Orden, aunque luego acabaría siendo la residencia de la famila real polaca. En la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco, en su interior acoge el Museo de Ámbar., además de muchos otros tesoros artísticos.
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SAN GIMIGNANO, ITALIA
En lo alto de las colinas de la Toscana, a 30 kilómetros de Siena y encerrado entre murallas, el pueblito medieval de San Gimignano, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, es una joya. Está salpicado de torres con las que alardeaban de poderío la acaudaladas familias de mercaderes y a alguna de ellas, como la Torre Grossa, la más alta, se puede subir para contemplar la panorámica. Encanto, y mucho, tienen también sus dos plazas principales, la del Duomo, donde se levanta la colegiata de Santa María Asunta, y la contigua de la Cisterna. Más templos, palacios, museos y tiendas de cerámica toscana embellecen aún más el conjunto.
BRUJAS, BÉLGICA
Nadie lo cuestiona, Brujas es una de las urbes medievales mejor conservadas de Europa y que su centro histórico la Unesco lo haya declarado Patrimonio de la Humanidad lo confirma. Es una ciudad pequeña, perfecta para recorrer a pie sus calles de adoquines a la que van asomando arcos de ladrillo e iglesias de piedra, pero también para subirse a una barca y contemplar su belleza de otro tiempo desde una perspectiva diferente.
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CATEDRAL DE MILÁN
Milán respira estilo, y no lo decimos por sus boutiques, sus afamados diseñadores y su glamour, sino por algo que se remonta tiempo atrás, su templo con mayúsculas. La catedral gótica más grande del mundo preside la piazza del Duomo, cogollo del centro histórico. Una mole de mármol con capacidad para 40.000 personas, adornada de pináculos y gárgolas, que empezó a construirse en época medieval y se remató 4 siglos después con la emblemática escultura de La Madonnina que corona su punto más alto. En torno a ella gira la vida de la ciudad, en ella empiezan todos los paseos de ayer y hoy.
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ROCAMADOUR, FRANCIA
De este pueblo medieval que ha crecido a la vertical entre las rocas y rodeado de bosque lo que asombra es la pericia con la que fue levantándose sobre el cañón por el que discurre el río Alzou. En la parte baja encontramos la villa medieval; un poco más arriba, la ciudad-santuario y, en lo más alto, el castillo, con una privilegiada panorámica del conjunto y de los paisajes del Parque Natural Regional de Causses du Quercy, en el que está ubicado.