CABANAS DE ALBEIDA, A CORUÑA
Pioneras en Galicia, las singulares cabañas de cabanitasdelbosque.com son el lugar perfecto para los amantes del slow travel, porque invitan a disfrutar del cambio de las estaciones, de la lectura de un buen libro, del silencio y de la conexión con la naturaleza. Albeida es su último proyecto, un conjunto de cabañas en los árboles y pallales integrados en el bosque y con vistas a la desembocadura del río Tambre, los montes del Barbanza y el nacimiento de la ría de Muros-Noia donde no falta la chimenea, ni el jacuzzi para no querer salir de ellas. Se puede dormir en ellas una noche a partir de 96 € la pareja.
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CABAÑAS ANCARES
La idea le rondaba en la cabeza desde hace tiempo, pero Jimena Santalices tuvo que irse antes a vivir una temporada a Australia para tomar conciencia y hacer realidad su sueño: poner en valor la vida rural y compartir su amor por la naturaleza salvaje de la sierra de Os Ancares, que es Reserva de la Biosfera. Para ello recuperó la casa familiar de sus tatarabuelos en la minúscula aldea Cabanas Antiguas, con solo 4 habitantes y próxima a Piornedo, como alojamiento para huéspedes que buscan una desconexión absoluta, pero a la vez una conexión con placeres sencillos: admirar un amanecer de niebla y nubes, dar un paseo en silencio por el bosque recogiendo nueces o castañas o, en invierno, acurrucarse junto al fuego envuelto en una manta maragata de lana de oveja. Sus cuatro cabañas de 2 a 7 plazas tienen chimenea, desde 100 € la noche para una pareja (cabanasancares.com).
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CABAÑAS VILA SEN VENTO, A CORUÑA
Hay cabañas en los árboles como las de los cuentos, otras para espíritus aventureros, para escapadas románticas o de aire country, pero el común denominador de todas ellas es su chimenea de leña, que caldea el ambiente, y el jacuzzi de las cabañas de este complejo rural a las afueras de Santiago, cerca del Camino Francés, fusionadas con el paisaje en el que se enmarcan. Un pequeño oasis natural en una gran finca de 40.000 m2 que respiran aires rústicos, pero con todas las comodidades, donde los días fríos se sortean al calor de la lumbre. Alojamiento en Vila Son Vento, desde 85 € la noche.
O CASAL DAS ÁRBORES, A CORUÑA
Las noches de invierno se disfrutan en esta antigua curtiduría del siglo XIX rehabilitada por una pareja de arquitectos, al calor de su chimenea. Emplazada en una gran finca con un frondoso bosque de castaños, secuoyas y cerezos, hórreo, vacas, caballos, huerta y gallinero, de donde proceden las verduras y los huevos que se pueden recoger para degustar a la mesa. La casa, a 5 minutos del aeropuerto de Santiago, resulta elegante, amplia y cómoda para alojar a 12 personas, pues cuenta con grandes espacios comunes. Se alquila por 300 € la noche (ruralka.com/es/hotel/o-casal-das-arbores).
ENTRE OS RÍOS, A CORUÑA
Bisavoa es espaciosa, está decorada con muebles con más de 100 años de antigüedad y si uno se asoma a la ventana lo que se ve es naturaleza. Pero además dispone de chimenea para refugiarse junto a ella. Bisavoa es una de las suites de esta pequeña casa de aldea de molineros rehabilitada con esmero situada en medio del río Pedras. Otras habitaciones tienen jacuzzi, se ubican en el antiguo molino o cuentan con jardín privado, a elegir. Para hacer más agradable la estancia, Teresa prepara a sus huéspedes desayunos caseros a base de productos del huerto o de sus frutales. Cuando apetece salir de la casa, el pueblo marinero de Pobra do Caramiñal y la ría de Arousa quedan al lado. Ofrecen también experiencias relax, románticas y enogastronómicas (ruralka.com/es/hotel/entre-os-rios).
CASONA DE LABRADA, LUGO
Sostenible y con un fuerte compromiso medioambiental, este exquisito complejo rural en el límite entre Galicia y Asturias, a escasos kilómetros de Taramundi, en la Reserva de la Biosfera Río Eo, Oscos y Tierras de Burón, es un lugar para disfrutar del lujo, la tranquilidad, la naturaleza y, en invierno, encontrar refugio. Para alojarse, tres construcciones tradicionales en una inmensa finca con bosques autóctonos, praderas y capilla de interiores amplios, muy cuidados y llenos de detalles donde no falta la chimenea. Las casas para 2-4 personas se alquilan entre 210-240 € la noche. La grande, para diez plazas, 595 € (rusticae.es).
ENOTURISMO MARÍA MANUELA, A CORUÑA
Un homenaje de una hija a su madre y a su abuela por su trabajo y la conservación del entorno rural de la tierra que la vio nacer. Así nace este alojamiento a 22 kilómetros de Santiago formado por 6 acogedoras cabañas en las que reconoctar con la naturaleza. Inmersas en una carballeira (bosque de roble autóctono) que se salvó de ser cortada y junto a una plantación de uva albariño, enmarcada en la DO Rías Baixas, han sido bautizadas con nombre de árboles próximos y todas ellas cuentan con chimenea y jacuzzi exterior. Despertar en medio del bosque y con vistas al viñedo o bañarte al aire libre son placeres que en este rincón gallego se disfrutan también en invierno. Una noche en enoturismo María Manuela, desde 130 € (mariamanuelaenoturismo.com).
A PARADA DAS BESTAS, LUGO
Un tesoro escondido en la Galicia más rural. Así es este caserón en el pueblo de Palas de Rei, al pie del Camino Francés y a solo 3 etapas de Santiago, que María Varela y Suso Santiso, sus propietarios, sacaron de la ruina y con mimo lo convirtieron en un alojamiento que tiene la esencia de antaño. Empezando por la inmensa lareira que en otro tiempo presidía la antigua cocina de la casa, ahora transformada en sala de lectura. También han cambiado de uso las casas de los labriegos, ahora cuatro apartamentos para 4 plazas; el antiguo tendal, que acoge habitaciones, y el pajar, hoy comedor. Precisamente la cocina sencilla y tradicional elaborada con productos ecológicos y de kilómetro 0 que elabora María es otro de sus reclamos, pues se ha situado como referente gastronómico en la comarca de Ulloa. Los peregrinos gourmet que pasan por aquí lo saben bien y si no que se lo digan al chef José Andrés o a Gwyneth Paltrow (aparadadasbestas.com).
CASA A PEDREIRA, PONTEVEDRA
Abandonaron la ciudad y buscando buscando su lugar Marian y Judit encontraron entre las villas termales de Caldas y Cuntis, a 30 kilómetros de Pontevedra y a 40 de Santiago, esta casona de labranza del siglo XIX que convirtieron en un cuidado alojamiento restaurado con rigor y respeto a la construcción original. En el jardín no falta el hórreo ni el palomar, estanques o centenarios ejemplares de camelios, magnolios y castaños. Dentro, la chimenea, que da calor a sus estancias de estilo inglés y crea una atmósfera apacible y cálida para cenar y conversar. Dos noches, desde 220 € (rusticae.es/hotel/casa-a-pedreira-1025).