Por el puerto de portela do Homem, que comunica la Baixa Limia orensana con Portugal, deben de pasar hoy, como mucho, diez personas al día. Hace 2000 años, sin embargo, por aquí discurría la Vía Nova o Vía XVIII, una calzada que unía dos ciudades importantes: Bracara Augusta (Braga) y Asturica Augusta (Astorga). Y por esa autopista romana iba y venía, además, todo el oro de las Médulas. Para construirla y defenderla se levantó, a orillas del río Limia, el campamento militar de Aquis Querquennis, donde estaban posicionados 500 hombres de la cohorte III de la Legión VII Gémina, la misma que dio nombre a León. Hoy esta es una gran ciudad; Aquis Querquennis, en cambio, es un poblado fantasma, que aparece y desaparece cuando bajan y suben las aguas del embalse de As Conchas.
A 300 metros del yacimiento se halla el centro de interpretación, donde se cuenta todo sobre un lugar que se mantuvo en pie desde el año 79 hasta el reinado de Trajano (98-117). Poco tiempo para lo mucho que fue y para lo que aún se ve cuando bajan las aguas: 25.000 m2 de paredes y calles trazadas a cordel, el cuartel general, los barracones, los graneros, el hospital y toda la estructura defensiva: muralla, torres, puertas, foso... Además, a pocos metros, había una mansión viaria (posada) y unas termas donde las aguas manaban (y siguen manando) a 48 grados. De ellas tomó su nombre Aquis Querquennis. Y su apellido, de los quarquernos, el pueblo que habitaba este rincón de Ourense.
Los baños termales que aún siguen activos, como en tiempo de los romanos, son los del río Caldo, afluente del Limia, que ya declara en su nombre su temperatura. En la margen derecha hay un moderno balneario con un hotel de cuatro estrellas y una piscina pública de aguas humeantes donde se bañan españoles y portugueses, pues el paso fronterizo de Portela do Homem está a solo ocho kilómetros. Ambos baños, los de pago y los gratuitos, se alimentan de un manantial donde el agua brota a 77 grados, que ya era conocido y frecuentado por los lugareños y los viajeros hace 20 siglos.
Subiendo a pie por la misma orilla del balneario se llega en diez minutos de paseo a las ruinas de Aquis Originis (u Ogeresibus, según las últimas investigaciones), que fue otra posada de la Vía Nova. Esta debía de ser de las más confortables, porque disponía de hipocausto, una cámara bajo el piso por la que circulaba el agua caliente, como en los suelos radiantes.
El paseo puede prolongarse más allá, atravesando un bosque de robles, pinos y eucaliptos, para admirar, media hora después, la cascada de Corga da Fecha, un salto escalonado de más de 200 metros de altura que el arroyo del mismo nombre protagoniza antes de juntarse con el río Caldo, formando profundas pozas de agua color verde botella.
A cuatro kilómetros del balneario, junto a la carretera que sube al paso fronterizo de Portela do Homem, puede contemplarse un tramo restaurado de la Vía Nova y un grupo de diez miliarios, columnas de granito de dos metros de altura con inscripciones alusivas al emperador de turno, al gobernador y a la distancia que había a la ciudad más próxima, que se colocaban cada mil passus (1481 metros). También son romanos los baños termales. Y el idioma gallego... La Baixa Limia sigue siendo romana.
No dejes de...
Visitar la iglesia visigótica de Santa Comba de Bande. Minúscula, encantadora, es la más antigua de Galicia, del siglo VII. Tiene planta de cruz griega y varios elementos reutilizados de época romana, como un miliario de la Vía Nova, reconvertido en pila bautismal. Los monjes que la habitaban prestaban auxilio espiritual y material a los viajeros. Para verla hay que llamar al tel. 675 18 23 44.
Guía práctica
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