lleida© Gonzalo M. Azumendi

De Vallbona de les Monges a Guimerà (Lleida): estampas sacadas del Medievo

En el valle del Corb, en la comarca de l’Urgell, todo gira en torno al río que le da nombre. Junto a sus meandros han permanecido intactos, desde hace siglos, tesoros genuinos, como el incomparable monasterio cisterciense de Vallbona de les Monges y Guimerà, un pueblo que parece salido de un códice del Medievo


3 de enero de 2022 - 18:01 CET

Cuando el escritor José Luis Sampedro escribió la novela El río que nos lleva (1961) ubicó su trama en los paisajes del Alto Tajo, en tierras de Guadalajara. Lo hizo allí porque buscaba un universo de autenticidad y belleza natural para enmarcar su obra. Lo cierto es que si el escritor hubiera visto la comarca de l’Urgell habría descubierto otro lugar genuino y veraz: el valle del Corb. Porque este rincón leridano, casi inédito en los circuitos turísticos, destila carácter y belleza literaria. Como en la obra de Sampedro, el protagonismo se lo lleva el río, en este caso, el serpenteante Corb, afluente del Segre, que marca la identidad de estos parajes. Seguir su curso nos hará ir desvelando los secretos que quedan a su paso.

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© Gonzalo M. Azumendi

El camino que sigue el ondulante curso del río Corb (corb en catalán significa sinuoso) discurre entre cultivos de secano, olivos y vides.

La primera de las joyas del camino es Vallbona de les Monges, el único monasterio femenino de la célebre Ruta del Císter. El silencio reina en este cenobio que, desde su fundación en 1153, ha conservado una comunidad de monjas. Sus dimensiones son pequeñas, pero posee algunas singularidades, como la forma trapezoidal del claustro, el cimborrio-campanario de ocho caras o los relieves de la capilla del Corpus Christi.

La visita al monasterio de Vallbona también nos acerca al lado suroccidental del valle, con un elenco de ineludibles. Ahí están los elevados muros del castillo de Maldà o las cercanas poblaciones de Rocallaura y Montblanquet, con sus campos de cereales y olivares. Aunque para saborear la autenticidad de este territorio nada como seguir hasta Guimerà, una de las maravillas urbanas medievales mejor conservadas de Cataluña.

© Gonzalo M. Azumendi

El monasterio de Santa María de Vallbona de les Monges, el único femenino de la Ruta del Císter, es una postal medieval.

Antes, a un lado de la carretera c-14, Ciutadilla invita a hacer un alto en el camino para admirar su imponente castillo del siglo XI. Engastada en el curso central del Corb, esta población y, sobre todo, su fortaleza escribieron una página de la historia del valle durante la Edad Media. Su pasado como tierra de frontera y permanente campo de batalla con los sarracenos lo recuerdan también hoy las torres de vigía de las cercanas Verdú y L’Ametlla de Segarra y el castillo de Santa Coloma de Queralt.

© Gonzalo M. Azumendi

En torno al claustro del monasterio de Santa María de Vallbona, un cuadrilátero de lados desiguales y diversas épocas constructivas, se organiza la vida monástica.

Acercarse a Guimerà por la l-241 es un espectáculo visual sorprendente, una bella y escalonada geometría urbana coronada por los restos del castillo. La sensación de regresar al Medievo se agudiza al ascender y descender por sus calles en cuesta, una superposición de pórticos, arcadas, galerías cubiertas o portales. Para complementar la visita, a cinco kilómetros queda el santuario de Santa María de la Bovera, del siglo XII, sobre una pequeña colina y con vistas impagables del valle del Corb y de los Pirineos.

Pero recorrer este entorno brinda también otros placeres, como saborear el pan artesanal del Forn Cal Fonte, en Sant Martí de Maldà, ungido con aceite de oliva virgen extra de las almazaras de la cooperativa Sant Isidre de Ciutadilla, y acompañado de los embutidos de Cal Bosch de Belianes. Aunque para despedirse del territorio apelando a su identidad acuosa, lo mejor es sumergirse en las aguas curativas del balneario de Vallfogona de Riucorb. Así es este valle, un remanso de autenticidad que riega el Corb, sinuoso cauce que susurra historia y belleza genuina.

© Gonzalo M. Azumendi

No dejes de...

Visitar Poblet y Santes Creus. Historia y belleza también reúnen los dos cenobios que cierran la Ruta del Císter (larutadelcister.info). Enmarcados en las cercanas comarcas de la Conca de Barberà y l’Alt Camp, el recorrido desvela las huellas cistercienses en la región. Existe una entrada conjunta (15 €) para visitar los tres monasterios, que se puede adquirir en cualquiera de ellos. En la siguiente imagen, la iglesia de Santa María de Poblet, con el Panteón Real.

© Sergi Boixader/Alamy Stock Photo

Vista aérea del pueblo medieval de Guimerà al atardecer, cuya disposición escalonada y coronada por los restos del castillo justifica su apelativo popular: el nueve de copas.

Guía práctica

Guía práctica

© Sergi Boixader/Alamy Stock Photo

Cuándo ir

La primavera y el otoño embellecen los paisajes del valle. El tercer fin de semana de septiembre, Vallbona de les Monges celebra la pintoresca fiesta de San Cosme y San Damián. Para los foodies, en Belianes tiene lugar, a principios de diciembre, la fiesta del aceite de la Vall del Corb, donde degustar el excepcional aceite de la zona. Y en noviembre, Santa Coloma de Queralt celebra la fiesta Som Terra de Safrà, dedicada al secular cultivo de azafrán.

Cómo llegar

Vallbona de les Monges se encuentra a 52 kilómetros de Lleida y a una hora y media de Barcelona. Desde el inicio a Santa Coloma de Queralt hay 35 kilómetros.

Qué ver

MONASTERIO DE VALLBONA DE LES MONGES. La visita a esta joya arquitectónica permite descubrir su virtuosismo gótico y los fascinantes personajes vinculados al cenobio. Ahí está la tumba de la reina Violant de Hungría, esposa de Jaime I el Conquistador, como testimonio (monestirvallbona.cat/es). Cierra los lunes. Entrada: 4 €. CIUTADILLA. Además de la visita guiada al castillo (domingos, de 12 a 14 horas; entrada: 3 €), es un placer recorrer su entramado urbano medieval y admirar sus casonas renacentistas, como Cal Maimó o Cal Freixador (castelldeciutadilla.cat). SANTUARIO DEL TALLaT. La excursión parte del pueblo de Rocallaura y lleva hasta este antiguo priorato del siglo XV que corona un altozano. A 700 metros de altura,brinda unas vistas espectaculares.GUIMERÀ. Su núcleo medieval es uno de los mejores conservados de Cataluña, con sus casas, pórticos y arcadas apiñadas en una bella simetría urbana. A las afueras se encuentra el santuario de Santa María de la Bovera (guimera.cat). SANTA COLOMA DE QUERALT. El gran tesoro patrimonial de esta población es su imponente castillo (scq.cat/turisme).

Dónde dormir

HOTEL BALNEARIO DE VALLFOGONA DE RIUCORB (Vallfogona de Riucorb, hotelbalneari.com). Con más de un siglo de historia, este clásico de la balneroterapia en Tarragona asegura una estancia relajada gracias a sus aguas mineromedicinales. CAN PINYOL (La Cirera, canpinyol.com). Una delicia de casa rústica ubicada en un paisaje de gran belleza natural. Con cuatro habitaciones dobles y triples, chimenea y un jardín con piscina. CA L’OLIER (Montblanquet, calolier.com/es). Casita de piedra para alojar a seis personas con dos plantas y amplios espacios abiertos en este pueblode la sierra del Tallat.

Dónde comer

CAL TRAVÉ (Solivella, sanstrave.com/es). Fusión de cocina tradicional y vanguardia: canelón crujiente de camembert, milhojas de micuit casero y manzana, entrecot de Nebraska… Todos los detalles cuentan, desde sus panes artesanales, pasando por las verduras del propio huerto ecológico o las carnes a la brasa con madera de olivo o almendro, sin olvidar sus vinos y cavas propios adscritos a la DO Conca de Barberà. L’AVI sISCU (Ciutadilla, tel. 973 30 34 24).La sabiduría culinaria de la pareja formada por Elisabeth y Carles ha convertido esta fonda de cocina tradicional en un referente en el valle del Corb.De su mano salen platos como las costillas de cabrito rebozadas o los pies de cerdo a la catalana.Amplia carta de vinos de la Denominaciónde Origen Costers del Segre. CAL MENUT (Belianes, calmenut.com). Cocina tradicional de la abuela, la que se hace sin prisas y con productos de la tierra. Es la seña de identidad de este acogedor restaurante que también cuenta con una confortable casa rural.

Más información

VALLE DEL CORB, valldelcorb.cat/es; TURISMO DE LLEIDA, turismedelleida.cat