Aunque Jihlava, a 130 kilómetros de Praga, es la puerta de entrada a Moravia del Sur, se trata de una ciudad de paso que queda eclipsada por la belleza de la pequeña Telc, treinta kilómetros más al sur, cuyo casco antiguo forma parte de la lista de la Unesco, y por la que comenzamos nuestro recorrido. Su plaza mayor es una de las más bonitas del país, con un numeroso grupo de residencias burguesas de estilo renacentista que se han conservado en estado único, y su castillo del siglo XVI, embellecido con unos hermosos jardines y una suntuosa capilla italianizante.
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CATAS DE VINO EN ZNOJMO
Viajando casi en paralelo con el límite de la frontera austriaca, se alza Znojmo, una hermosa ciudad histórica de estilo renacentista que concentra iglesias y murallas medievales. Con una impresionante ubicación sobre el río Dyje, es el lugar perfecto para empezar a probar los famosos caldos blancos locales, recorrer en kayak las frías aguas de su río o montar en bicicleta por el Parque Nacional de Podyjí.
UNO DE LOS PALACIOS GÓTICOS MÁS BELLOS DE EUROPA
A 60 kilómetros de Znojmo, el palacio neogótico de Lednice (zamek-lednice.com/en) sorprende por su magnitud. Originalmente fue barroco, pero acabó convirtiéndose en la residencia de inspiración romántica de la poderosa familia Liechtenstein, y en él destaca su invernadero de hierro fundido, el más grande del imperio austro-húngaro, con más de 250 especies botánicas tropicales diferentes. En una visita podemos descubrir el interior del castillo a través de sus múltiples salas, las suites reales, apartamentos de los príncipes e incluso un museo de marionetas que se encuentra en su interior.
Muy cerquita está el pueblo de Valtice, con el que Lednice forma un enorme parque paisajístico declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, y en cuyo castillo los checos han organizado el Salón Nacional de Vinos, donde comprar y degustar un centenar de caldos del país, los mejores entre más de 700 variedades.
El triángulo mágico de Moravia el Sur lo completa la ciudad de Mikulov, destino desde muy antiguo de peregrinaciones por el Camino de la Cruz. Su palacio barroco en lo alto de una roca y la tumba de los Dietrichstein –la poderosa familia residente en el castillo–, en la iglesia de la Santa Cruz, son, junto a la coqueta plaza mayor, sus principales atractivos.
LA CAPITAL DE MORAVIA DEL SUR
A cincuenta kilómetros de Mikulov está Brno, la segunda ciudad más grande del país, con su bonito centro histórico, en el que destacan la catedral de San Pedro y San Pablo en la colina de Petrov, el antiguo ayuntamiento, el monasterio Minorita y el castillo real de Spilberk, la fortaleza barroca más famosa de los Habsburgo, conocida como la «prisión de las naciones» porque fue utilizada para encarcelar a los adversarios políticos de la dinastía y posteriormente en época nazi, y también su laberinto subterráneo. Aunque la perla de la ciudad es la Villa Tugenhadt, del famoso arquitecto Ludwig Mies van der Rohe, un edificio funcionalista de los años 20 y toda una obra maestra de la arquitectura moderna, incluida también en el lista del Patrimonio de la Humanidad.
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OTROS IMPRESCINDIBLES EN LA REGIÓN
Antes de regresar a Praga todavía esperan otras sorpresas, como la de navegar por el río subterráneo de Punkva; asomarse al abismo de la garganta de Macocha, con casi 140 metros de profundidad, cerca de la localidad de Blansko; o visitar la original iglesia de San Juan Nepomuceno en Zelená Hora, llena de símbolos místicos y misterios y su planta en forma de estrella de cinco puntas, también en la lista de la Unesco.
CÓMO LLEGAR
Desde Praga, conectada con numerosas aerolíneas con distintas ciudades españolas, se llega en una hora y media por la autopista D1 a Jihlava, punto de partida de esta ruta por Moravia del Sur. Una vez allí lo mejor será un coche de alquiler desde el aeropuerto de Praga.
PARA ALOJARSE
Por toda la región de Moravia de Sur hay una amplia selección de granjas, hoteles históricos y con encanto y establecimientos que combinan el descanso y la viticultura. En Telc, muy cerca de su famosa plaza barroca está U Cerneho orla (cernyorel.cz), con vistas al castillo de la ciudad. En Brno, el Grandezza (grandezzahotel.cz) es uno de los más lujosos de la capital, en la plaza principal de la ciudad, con la catedral de San Pedro y San Pablo y el castillo de Spilberk a la vista.
GASTRONOMÍA
La cocina tradicional morava es muy variada y con influencias alemanas y austríacas, principalmente en las carnes. Son platos regionales muy populares las delicias de matanza, los bollos de festín, los patos asados y los pepinillos de Znojmo. En esta ciudad histórica, el restaurante del hotel Katerina (hotelkaterina.cz) destaca por su amplia selección de platos de la cocina checa e internacional, muchos de ellos cocinados a la plancha y servidos en verano en una agradable terraza con excelentes vistas. En Brno, las propuestas del chef Ondra Kolbábek en Jakoby (restauracejakoby.cz), un local moderno donde además se degusta una magnífica cerveza.