Aseguran las estadísticas que el sol y playa es el gancho número 1 de la Región de Murcia. El segundo, su buena mesa, herencia de todos y cada uno de los pueblos que han desfilado por aquí a lo largo de los siglos. Si el aceite o el vino fue cosa de los fenicios, con los romanos llegaron las salazones de pescado, mientras de los árabes, además de su manejo de las especias y las plantas aromáticas, aprendimos a cultivar esos arroces que tantas alegrías nos dan en cada escapada a esta Comunidad que, por obra y gracia de la pandemia, amplió a 2021 la designación como Capital Española de la Gastronomía recibida el año pasado.
Dentro de su programación (regiondemurciacapitalgastronomia.es), cada miércoles y cada jueves se celebran catas de productos y vinos con Denominación de Origen que van rotando tanto por sus municipios de mar como de interior. En las catas de vinos participan bodegas de Jumilla, Bullas y Yecla que serán las encargadas de dar a conocer los distintos vinos de la región. Y si los domingos invitan por ellos a un chef de renombre a orquestar un showcooking con degustación gratuita para los asistentes, los sábados le ponen el delantal a abuelos y nietos para cocinar recetas genuinamente murcianas. De las más señeras, elegimos siete imprescindibles, con un restaurante también imprescindible donde probarlas.
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ARROZ CALDERO
Su nombre viene de las grandes ollas en las que lo preparaban antaño los pescadores. Esencial un buen fumet, el gusto que le aportan las ñoras, el ajo y el azafrán, así como el alioli casero para acompañar el arroz, que se sirve primero y separado del pescado. Solo un requisito, que el arroz sea de Calasparra, el primero del mundo en conseguir una Denominación de Origen.
Lo bordan en: el restaurante Venezuela (restaurantevenezuela.com), de Lo Pagán.
MICHIRONES
Guiso típico de la huerta murciana que suele servirse en cazuelitas de barro como tapeo o ración para compartir. Lo presiden unas habas secas, grandes y carnosas, que, aunque la receta admite algunas variaciones, se preparará sin falta con chorizo y hueso de jamón, ajo, un trozo de tocino o panceta, pimentón y guindilla o algún otro picante.
Los bordan en: La Uva Jumillana (Balsas, 10), de Cartagena
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MARINERAS
El aperitivo que no puede faltar en ningún bar de la región. Consiste en un buen unte de ensaladilla rusa apoyado sobre una rosquilla de pan crujiente y coronado por una anchoa. Sencillo, sí, pero irresistible con una cerveza bien fresquita. Si no lleva anchoa, se le llama bicicleta, y si en su lugar le ponen un boquerón en vinagre, entonces será un marinero.
Las bordan en: el bar Fénix (p. Santa Catalina, 1), de Murcia.
PASTEL DE CARNE
Una especie de street food medieval que se ha mantenido hasta nuestros días. A pesar del nombre, el original no es dulce, pues sobre su base de masa quebrada lleva carne picada, chorizo, huevo duro y especias, adornado todo ello con unos rosetones de hojaldre hecho con manteca de cerdo que cruje como el cristal cuando se le hinca el diente.
Lo bordan en: la pastelería Bonache (pasteleriabonache.com), de Murcia.
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ENSALADA MURCIANA
Con tomates frescos o en conserva, se acompaña con huevos duros, aceitunas negras, cebolla y atún, regado, cómo no, con un buen chorreón de aceite de oliva virgen extra de la tierra. Por fin algo ligero de no ser por lo que apetece hacer barquitos de pan en la salsa. Quizá de ahí que a esta ensalada la llamen también moje o mojete.
La bordan en: el restaurante Hispano (restaurantehispano.es), de Murcia.
ZARANGOLLO
Otra delicia del recetario popular que tanto sirve como plato principal, como guarnición o como aperitivo sobre el pan. De lo más sencillo, consiste en un revuelto de huevo con cebolla, rodajas de calabacín con piel y en ocasiones patata.
Lo bordan en: La Pequeña Taberna (lapequenataberna.com), de Murcia.
PAPARAJOTES
Y, para terminar, un dulce, queridísimo en toda la región y de origen árabe o puede quizá que sefardí. Para elaborar los paparajotes basta rebozar hojas de limonero con la masa típica de los buñuelos (harina, huevos y leche). Tras freírlos en aceite de oliva, una vez bien doraditos se escurren para que no queden grasientos y se espolvorean con azúcar y canela. ¡Ojo que la hoja no se come!
Los bordan en: el restaurante El Churra (elchurra.net), de Murcia.