Antes que nada, una lección de asturiano para principiantes. Pumaradas es como les dicen por estas tierras del norte a los huertos de manzanos o pomares, cuya fruta, en vez de recogerse, aquí se paña. Si un llagar sería la bodega donde se elabora la sidra,en chigres y sidrerías se la disfruta entre amigos, mientras que por espicha se entiende casi cualquier celebración alrededor de la sidrina. Que para sacarle su sabor debe escanciarse con tino para que el líquido espalme, o que no hay que llenar todo el vaso sino solo un culín, o un culete, eso lo sabe cualquiera.
Lo que no sabe todo el mundo es que los manzanos en Asturias suelen dar mejor cosecha en los años impares. A eso se le llama la vecería, y de ahí que el Festival de la Manzana, en Villaviciosa, tenga lugar cada dos años. El próximo se celebra entre el 8 y el 12 de octubre, con degustaciones de sidra natural acompañada de buenas viandas, música, talleres para los críos y hasta la bendición del primer mosto de la temporada en la plaza del Ayuntamiento. La fecha viene a marcar el recomienzo del ciclo en la denominada Comarca de la Sidra (lacomarcadelasidra.com). Porque si bien el más asturiano de los elixires se elabora por todo el Principado, la sidra es el santo y seña de esta porción tan rural del centro-oriente que asciende desde pueblos marineros del encanto de Tazones o Lastres hasta las sierras de Peñamayor y el Sueve.
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Desde entrado octubre hasta incluso principios de diciembre puede verse a la gente pañando a mano las manzanas por las fincas. De allí se llevarán a los llagares donde, una vez seleccionadas, se trituran o mayan para facilitar el trabajo de las prensas por las que saldrá el mosto, bombeado hacia los contenedores en los que se inicia su fermentación. Los trasiegos entre sus grandes toneles de madera de castaño habrán de esperar a febrero, y todavía tocará aguardar al buen tiempo para las primeras espichas.
Castañón (sidracastañon.com/home.php), en Villaviciosa; Sidra Crespo (sidracrespo.es), en Colunga; o Viuda de Angelón (sidraviudaangelonpomar.es), en Nava, son algunos de los llagares donde adentrarse en cada paso del proceso y rematar con un culín directamente espichado de los toneles.
Muy instructiva, también en Nava, la visita al Museo de la Sidra (museodelasidra.com), donde entre viejas prensas de otras épocas ver incluso en acción a las abejas, imprescindibles a la hora de polinizar los manzanos. Pero si uno es menos de museos y más de aleccionarse en vivo, por la zona abren sus puertas sidrerías del ambiente de La Ballera (Campomanes, 18) o la Sidrería Plaza (sidreriaplaza.com), donde culminar la faena con un monumental cachopo paisano o, ya puestos, con su chorizo, su bacalao o su cabritu, todos ellos a la sidra. O restaurantes como Imagina Chigre Gastronómico, en Villaviciosa, que propone platos y hasta postres con base de sidra.
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¿Más ocasiones para disfrutarla con alegría? La Semana de Floración del Manzano, cerca del puente de mayo, cuando las pumaradas se visten del blanco y el rosa de sus pétalos y los seis municipios de la comarca festejan por todo lo alto con sus visitantes este espectáculo de la naturaleza. O las Jornadas de Platos a la Sidra, en Nava, también en mayo, y su Festival de la Sidra, en julio. Ya en pleno verano, los concursos de sidra natural casera de Sariegu y Villaviciosa, y el de escanciadores del primer sábado de septiembre. Aunque el ciclo de la sidra arranque en otoño, excusas no faltan para regresar a seguirlo de cerca.